La deuda histriónica

Algunos ya saben lo que opino sobre la deuda histórica de mi querida Andalucía, pero por si a alguien le interesa recordarlo -disculpen la presunción-, aquí lo tienen. Dicho aquéllo, que por supuesto mantengo, resulta que quienes nos gobiernan, del mismo partido que los que nos regobiernan desde Madrid, decidieron volver a incluir la deuda histórica en el nuevo estatuto y, ni cortos ni perezosos, consignaron en los presupuestos autonómicos de 2009 -sí, éste año que empieza a terminar-, trescientos millones de euros en concepto de cobro de una parte de esa deuda que, por supuesto, Zapatero no ha pagado -tampoco antes Aznar, ni antes de antes Felipe-, por lo que las partidas previstas -aproximadamente un 80% de esa cifra eran actuaciones en educación, sanidad y servicios sociales-, no se han podido llevar a cabo.

Y como para chulo mi pirulo, en los presupuestos de 2010 han consignado cuatrocientos ochenta y cuatro millones más que, al parecer, se van a cobrar en suelo -como los trescientos de este año-, por lo que teniendo en cuenta cómo está el mercado inmobiliario y el complejo proceso de venta de estos activos para hacerlos líquidos, probablemente tampoco se hagan efectivos en 2010.

¡Qué manera de tomarnos el pelo a los ciudadanos! ¡Y gratis, oigan, que estamos en crisis y hay que ahorrar!