lunes, 29 de julio de 2013

¡Qué noches las de aquellos días...!

¿Recuerdan ustedes todo el dinero que íbamos a ganar los ciudadanos con el apoyo del gobierno a los bancos? 

Pues acaban de publicarse las cuentas anuales de 2012 del FROB, la institución a través de la que se instrumenta esa ayuda, y resulta que ya suma un agujero patrimonial de casi 22.000 millones de euros -¡3,6 billones de pesetas...!-, con unas pérdidas en el ejercicio de más de 26.000 millones de euros, ¡unos 4,3 billones de pesetas...! ¡Con dos cojones!

Es que como no he leído por ningún sitio la noticia de todo el dinero que vamos a perder los ciudadanos con el apoyo del gobierno -de éste y del anterior-, a los bancos, pensé que alguien tenía que decirlo.


viernes, 26 de julio de 2013

La cara oculta de la EPA

Los datos son los datos. Y la EPA dice que el paro ha bajado en 225.200 personas, en parte porque la población activa desciende en 76.100 personas, por lo que la creación de puestos de trabajo -o lo que es lo mismo, el aumento del número de ocupados-, asciende realmente a 149.100 personas.
 
Pero no era de eso de lo que quería hablarles, porque eso lo pueden leer ustedes en cualquier periódico o en la nota de prensa del INE, con erratas incluidas. No, de lo que quiero hablarles es de esa otra cara que nos muestra los datos de la EPA.
 

  
Fuente: INE (Elaboración propia)


Si la evolución del número de ocupados es ya de por sí preocupante, sobre todo si alzamos la vista y miramos apenas dos trimestres atrás, la evolución de la ratio de ocupados sobre la población del país es una verdadera bomba de relojería. En román paladino, apenas el 36% de la población obtiene ingresos para mantener al 64% restante. Y si tenemos en cuenta que de ese 36%, algo más del 6% es sector público, concluiremos que, realmente, apenas un 30% de la población sostiene al 70% restante.
 
¿Que es mejor que la EPA arroje resultados positivos? Sin duda. Pero siempre que ello no implique tal regocijo general que nos provoque una parálisis aún más peligrosa que la que ya sufrimos. Porque no sólo no hay brotes verdes, sino que ni siquiera están sobre la mesa las medidas que este país necesita para resolver sus problemas estructurales, todas ellas relacionadas con la liberalización de los mercados de bienes y factores productivos -incluido el factor trabajo, por supuesto-, la racionalización del sector público y el saneamiento moral e institucional de nuestro sistema democrático.
 
  

viernes, 19 de julio de 2013

Les cabe un barco atravesao...

Allá por el año 2002, España decidió, sin encomendarse a Dios ni a Europa, que a quienes aportaran el capital necesario para financiar el largo ciclo de construcción de barcos en nuestra industria naval, les iba a hacer un favor fiscal en forma de disminución de sus bases imponibles y, en consecuencia, mediante una importante reducción en el pago de sus impuestos. Y claro, entraron al trapo empresas que en aquel momento andaban sobradas de tesorería y ávidas de rentabilizarla. Dicen las malas lenguas que picaron empresas como Inditex, el Banco Santander o Ikea.

Se trató de un intento bastante burdo de subvencionar la industria naval saltándose los controles de nuestros socios europeos. Si no les puedo dar ayudas directas, abarato su financiación y hago artificialmente más competitiva la construcción de barcos reduciendo uno de sus costes, el financiero. Pero hete aquí que con el paso del tiempo, la burocracia europea -lenta pero inexorable-, descubrió que los franceses habían hecho algo parecido allá por 2007. Y claro, nos cazaron.

Ahora, el comisario europeo de competencia, que casualmente es español, quiere aplicar la ley y lo menos que le llaman es perro judío -hasta el carnet de socio del Athletic de Bilbao le quieren retirar-, como si la culpa no fuera del gobierno español que ni siquiera consultó hace más de una década si aquellas subvenciones eran o no legales. Es como acusar a la policía de haber atrapado al ladrón.

Ya se sabe -o al menos lo sabemos algunos-, que las subvenciones las carga el diablo porque atontan al personal y crean enormes ineficiencias en la economía que siempre pagamos los contribuyentes de a pie. Y este gobierno, dizque liberal, con su ministro Soria al frente, anda indignado y preocupado no vaya a ser que un pelín de libre mercado les joda el invento. Y que conste que me parece impresentable la hipocresía de Europa, prohibiendo subvenciones que distorsionen la competencia mientras mantienen la PAC y otras zarandajas por el estilo.

Dice la patronal del asunto -en este caso, cómo no, arropada por los sindicatos-, que este es el fin de la industria naval y de sus más de 86.000 empleos. Pues si así tiene que ser porque ese sector sea incapaz de competir a base de innovación, calidad e imaginación, pues que así sea, pero que no nos responsabilicen de su ineptitud a quienes pagamos nuestros impuestos para que existan servicios públicos de calidad y no para que se forren unos cuantos.

Además, ¿alguien puede estar en contra de que quienes invirtieron en el sector, que no los astilleros, devuelvan lo que se llevaron, en una época en la que a quienes tenemos una nómina nos están machacando a impuestos al tiempo que se producen recortes en servicios públicos esenciales? ¿Qué tal si lo que devuelven a la Hacienda Pública se dedica a educación o a dependencia? Pues eso.


jueves, 18 de julio de 2013

De políticos y otras hipocresías...

No sé por qué tanto jaleo con el asunto de que los magistrados del Tribunal Constitucional militen en partidos políticos o tengan ideología manifiesta y expresa. Que el Tribunal Constitucional es un órgano político y no jurisdiccional lo dice con claridad nuestra Constitución. ¿Qué otra naturaleza puede tener una institución elegida por el Congreso -cuatro magistrados-, por el Senado -otros cuatro-, por el Gobierno -dos magistrados-, y por el Consejo General del Poder Judicial -otros dos-, institución esta última de tinte claramente político donde las haya?

Cosa bien distinta es que no debiera serlo. Pero para eso, señores, habría que cambiar nuestra Constitución. Y a nuestros políticos...

lunes, 15 de julio de 2013

De donde no hay... (LIII)

"Los SMS que se publican ayer, lo único que hacen es ratificar lo que les he dicho antes, que el Estado de Derecho no se somete a chantaje, y que las instituciones -Administración de Justicia, Policía Judicial y Administración Tributaria-, han actuado, actúan y seguirtán actuando con absoluta independencia..." (Mariano Rajoy, leyendo la respuesta a una pregunta de un periodista de ABC, 15/7/13)

Pues ya puestos, podría explicar algunas cosas.

Por ejemplo, si el Estado de Derecho ha resistido al chantaje es que ha habido chantaje, y en tal caso ¿se puede saber en qué ha consistido?

O, puesto que no ha negado la existencia y veracidad de esos mensajes -incluso los ha usado para reforzar su posición-, podría explicarnos qué hace un presidente de gobierno cruzándose mensajitos por el móvil con un chorizo como Bárcenas hace poco más tres meses, cuando ya casi todo su partido lo tildaba de sinvergüenza cuando no de canalla.

Se me ocurren algunas decenas más de preguntas, pero tampoco está uno para perder el tiempo...

domingo, 7 de julio de 2013

Por cierto...

...que se me había olvidado comentar que el paro no bajó en Junio, sino que en términos desestacionalizados aumentó en casi mil personas. Y que hoy no hay cuadrito de su evolución, sino de la evolución de deuda pública, es decir, de lo que deben las administraciones públicas por haber gastado y seguir gastando más de lo que ingresa. Sólo para que comprobemos, una vez más, lo austeras que son las políticas económicas de nuestro presidente, sin duda, un digno sucesor del anterior.





sábado, 6 de julio de 2013

¡Ay, esta España invertebrada...!

Ya lo dijeron hace muchos años, allá por 1.978, nuestros constituyentes en el art. 139.2 de nuestra Carta Magna: "Ninguna autoridad podrá adoptar medidas que directa o indirectamente obstaculicen la libertad de circulación y establecimiento de las personas y la libre circulación de bienes en todo el territorio español". Vamos, lo que vulgarmente se viene conociendo como unidad de mercado.

Pero aunque no lo hubieran escrito ellos, lo dice el más elemental sentido común si es que de generar riqueza y bienestar se tratara, que pareciera que no. Y también lo dice la Unión Europea desde sus tímidos inicios con la CECA allá por los años cincuenta, hasta el punto de que fue el germen de lo que hoy es, aunque ya no sepamos muy bien ni qué pretende ser. Y todos los economistas, aunque no sé si esto último es realmente una garantía...

A lo que iba, que nuestro gobierno ha aprobado un Proyecto de Ley de Garantía de Unidad de Mercado para evitar que, por ejemplo, una empresa de transporte de pasajeros que quiera establecer una línea Madrid-Badajoz tenga que solicitar las correspondientes licencias, y no sé cuántas cosas más, a la Comunidad de Madrid, a la de Castilla-La Mancha y a la de Extremadura. ¡Ya era hora! Porque mientras la Unión Europea se dedicaba con ahínco a romper barreras de mercado entre los distintos países europeos -mientras las elevaba con más ahínco aún en sus fronteras exteriores, todo hay que decirlo-, nosotros nos dedicábamos a hacer el gilipollas fragmentando nuestro mercado interior y, de paso, perdiendo competitividad, encareciendo productos, perjudicando al consumidor y cebando la burocracia.

Pero no se crean que esto se iba a quedar así, no. Resulta que las Comunidaes Autónomas no están de acuerdo porque, dicen, invaden sus competencias. Al carajo la Constitución, al carajo el bienestar de los ciudadanos, al carajo el sentido común, al carajo los economistas -no se quejen, que ahora se lo he puesto a huevo a ustedes...-, y al carajo una de las columnas vertebrales de la Unión Europea. Al carajo todo, pero las (in)competencias que no se las toquen. ¡Faltaría más...!

Y es que aquella "España invertebrada" de Ortega de principios del XX pareciera escrita esta misma mañana...