A veces uno se siente mal. Porque le gustaría poder llamar escoria a los especuladores con la reconfortante convicción que visten los que así los llaman. Porque desearía poder echarle la culpa a otros, a quienes sean mientras sean otros. Porque pagan justos por aparentes pecadores mientras los verdaderos pecadores fingen compungidos ser los justos.
A veces quisiera uno ser más simple. Porque no hay felicidad boba, sólo felicidad. Sin adjetivos.
4 comentarios:
No te sientas mal, ome. Prefiero ser razonablemente feliz a la felicidad del tonto, y del que se lo hace.
Un abrazo.
¿Por qué siempre nuestra felicidad depende de otros?
Zapatero mentía y miente.
Solamente hay dos opciones:
Si Zapatero conoce la realidad económica española (algo que no tiene potestad, como presidente del Gobierno, para desconocer) y la falsea, entonces debe abandonar su cargo por alta traición al pueblo soberano.
Si Zapatero desconoce la realidad económica en el año 2008, después de que hasta el ultimo oficinista que lee los foros lo ha contado a todos sus cuñados, debe abandonar su cargo por incapacidad manifiesta cercana a la subnormalidad.
Bueno Ridao, me siento mal a veces, sólo a veces.
Pues yo creo precisamente lo contrario, María, que nuestra felicidad depende fundamentalmente de nosotros y que la creencia contraria, la que abunda hoy en día, no es más que un cáncer.
Estoy bastante de acuerdo, Anónimo, pero para una entrada en la que no ponía a parir a Zapatero -al menos explícitamente-, llegas tú y lo estropeas. ;-)
Saludos
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