Pero si es una colinilla de nada. Una suave loma apenas inclinada que además se ve claramente que ha llegado a su cima y va a empezar a caer en picado...
¡Pero si fue él quien me llamó lloriqueando el otro día para pedirme trabajo! Que lo querían echar del curro sin indemnización ni ná me dijo. Cuando le pregunté si sabía lo que era una recta de regresión y me contestó no sé qué de la Memoria Histórica le dije que esto no era como presidir España, que la mía era una empresa seria y que se apuntara a un cursillo de esos del INEM en los que los llevan al cine y además no cuenta como parado. ¡Se puso de contento...! Mira, estaba para comérselo con esos pucheritos y esos ojillos azules arrasados...
Al Tato le encanta provocar. Por eso ha abierto esta taberna desde la que vierte sus opiniones, cuenta sus vivencias o reflexiona sobre lo humano, que lo divino le queda algo lejos. Acodado en la vieja barra de madera ennegrecida con aroma a vino rancio, barrica y salitre de altramuces, espera curioso la polémica, el comentario o la opinión de alguien que discrepe, que para alabanzas ya tiene uno su ego.
5 comentarios:
Pero si es una colinilla de nada. Una suave loma apenas inclinada que además se ve claramente que ha llegado a su cima y va a empezar a caer en picado...
Un abrazo comentado.
¡Mira que eres cabroncete...! Pero vamos, que esa colinilla te la convierto yo en un 8 mil echando leches. Ni la Pasabán... ;-)
Un abrazo
P.S.: Marketing estadístico que se llama la cosa. A ver si se creen estos que sólo saben hacerlo ellos.
Oye, Tato, ¿no has pensado en mandar tu CV a ZP? Tengo entendido que no paga mal.
¡Pero si fue él quien me llamó lloriqueando el otro día para pedirme trabajo! Que lo querían echar del curro sin indemnización ni ná me dijo. Cuando le pregunté si sabía lo que era una recta de regresión y me contestó no sé qué de la Memoria Histórica le dije que esto no era como presidir España, que la mía era una empresa seria y que se apuntara a un cursillo de esos del INEM en los que los llevan al cine y además no cuenta como parado. ¡Se puso de contento...! Mira, estaba para comérselo con esos pucheritos y esos ojillos azules arrasados...
Saludos
¡Angelito! Pena me da...
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