jueves, 24 de junio de 2010

Leña al mono

A pesar de que muchos creen contradictorio ser liberal y defender la existencia del Estado, los que hayan leído algunos de los ladrillos de la taberna dedicados al asunto -por ejemplo, éste, y aquí una interesante y divertida réplica-, sabrán ya de mi postura al respecto. La existencia de fallos de mercado justifica sobradamente que el Estado establezca unas reglas de juego tendentes a corregirlos y a garantizar el libre mercado. Lo que yo llamo regulación, que no intervención.

Que una serie de oferentes pacten precios creando un cártel con el objetivo de obtener beneficios superiores a los que obtendrían en condiciones normales es uno de los pecados más graves que pueden cometerse contra el libre mercado. Por eso, que la Comisión Europea haya multado con 622 millones de euros a diecisiete compañías que habían pactado precios, me parece una fantástica noticia. Por cierto, a Roca le han caído 38,7 millones. Pa cagarse.


10 comentarios:

eres_mi_cruz dijo...

hola, tato... aquí un aficionado...
dos consideraciones a vuestros tochos:

1º- voy a hacer de mensajero del diablo (ridao para los amigos)... ¿no es cierto, como he oído a economatos y sociólogos diversos, que en esta crisis, muchas empresas privadas han descubierto el significado de la verdadera productividad?, me explico... se han deshecho de la mitad inútil de su plantilla y resulta que ahora funcionan mucho mejor...
como bien dices, cuestión bien distinta es la llamada justicia social... el mercado puede funcionar con cinco millones de parados que ni están ni se les espera... con tres millones y en crescendo de funcionarios consumistas con hijos consumistas, nada hay que temer (cuñita al funcionata de rigor)...

2º- hace mucho tiempo, los arquitectos nos desligamos de la realidad enfrascándonos en disquisiciones intelectuales que no eran más que un modo de evadir la verdad verdadera: los romanos inventaron la casa perfecta y los árabes le pusieron un jardín... a partir de ahí todo es comepollismo...

Anónimo dijo...

Perdona Tato por salirme de tu tema...pero es que no me he podido resistir!!!

La reforma laboral ya empieza a generar los 3 millones de empleos prometidos.

Primera coz del 'decretazo': Efe echa a 29 trabajadores con sólo 20 días de indemnización

Pais de ilusos que se creen todo lo que los medios dicen. Por eso me parece de perlas que los primeros en probar el hierro sean periodistas de EFE o de donde sea. El periodismo es una profesion similar a la prostitucion pero con mayor grado de degradacion. Hay algunas entrevistas a politicos y personajes de moda que parecen autenticas felaciones.


Anna.

Er Tato dijo...

Eres un cachondo mental, eres_mi_cruz. Tus comentarios aparentemente chorras, siempre llevan algunas cargas de profundidad. ;-)

Respecto de la primera de tus consideraciones, un par de apuntes de economato.

En primer lugar, la crisis ha mejorado la productividad por dos vías. La primera, mediante la debacle que se ha producido en sectores muy intensivos en mano de obra (construcción y servicios) cuya productividad suele mejorar poco y ser baja, lo que implica una mejora automática de la productividad media del conjunto de la economía por una cuestión puramente matemática. La segunda, porque a la fuerza ahorcan, y las empresas han ajustado sus plantillas para sobrevivir expulsando la grasa que siempre se crea en épocas de bonanza (las cervecitas y las tapitas del eterno verano que hemos vivido...).

En segundo lugar, la existencia de una dualidad tan injusta en el mercado laboral ha hecho que el ajuste en la fuerza de trabajo se haya producido en los trabajadores con contrato temporal, independientemente de que fuesen mejores trabajadores. Es decir, el empresario ha despedido al más barato de despedir, no al menos productivo, lo que ha implicado con toda seguridad una pérdida de competitividad de nuestra economía, probablemente compensada a corto plazo por el efecto contrario descrito en el párrafo anterior, pero muy dañina a medio y largo plazo.

Respecto de la segunda de tus consideraciones, ahí sabes tú mucho más que yo, así que tomo nota. Por cierto, yo vivo en una casa con jardín. ;-)

Un abrazo

Er Tato dijo...

Bueno Anna, esa modalidad de despido ya existía antes de la reforma laboral. A ese respecto, lo único que ha añadido la reforma es confusión e inseguridad jurídica para ambas partes, trabajador y empresario. Está por ver qué pasará cuando esos trabajadores demanden, que demandarán, y los jueces apliquen la doctrina imperante hasta ahora: ante la duda, a favor del trabajador, y si no, también. En cuanto a las felaciones, cada cual se gana la vida como puede...

Besos

eres_mi_cruz dijo...

si es que somos muchos, tato...
y sobramos la mitad...

suponiendo que la productividad fuese ligada al individuo y no a la utilidad del puesto o cargo que ocupa... planteas un tejido empresarial esclerosado que me recuerda a Levy Pants, aquella vieja fábrica keynesiana que ni el mismísimo Ignatius J. Reilly fue capaz de arruinar...

si ese tejido se flexibilizara por las bravas con una reforma laboral seria, bloqueando convenios glutamato, tomando kiwi para el estreñimiento, etc... según tú ¿estaríamos hablando de chute regulador o intervencionista?...

Er Tato dijo...

¡Ay, Ignatius, ese gran calimero! La productividad va ligada al individuo -formación, implicación, motivación...-, y al modelo de organización empresarial -capital, tecnología, tipo de producto o servicio...-, por lo que la responsabilidad es compartida.

En cuanto al mercado laboral, mi experiencia personal, que no es escasa, es que el trabajador fijo está sobreprotegido. Pero mucho. Yo he llegado a despedir a alguno por robar en la empresa, reconocer el juez los hechos probados en la sentencia, pero declarar el despido improcedente porque consideraba la sanción excesiva. Y tengo algunos casos más de ese tipo. Los jueces de los social, y la jurisprudencia, casi siempre asumen que el trabajador es el bueno y el empresario el malvado por definición. ¿Solución? Cuando hay que despedir a alguien por bajo rendimiento o mal comportamiento, reconozco la improcedencia del despido en la carta y consigno los 45 días en el juzgado. Me ahorro abogados y 2 meses de salarios de tramitación. ¿Consecuencia? Me resisto como un gato panza arriba a hacer indefinidos, salvo personal muy cualificado que tengo que robarle a la competencia.

Regular un mercado es poner sobre la mesa unas reglas de juego que permitan garantizar lo mejor posible los acuerdos individuales voluntarios entre oferentes y demandantes. Intervenir un mercado implica, por ejemplo, fijar los precios de intercambio de los bienes (p.ej. el salario mínimo) o las cantidades intercambiadas (p.ej. la jornada anual, el máximo de horas extras, etc..); es decir, sustituir la voluntad de las partes. ¿Qué es flexibilizar el mercado de trabajo? Pues no sé lo que nuestro gobierno piensa que es, pero sí lo que yo creo que debería ser: modificar la legislación para regular ese mercado, pero sin intervenirlo. Yo me pregunto, por ejemplo, ¿por qué hay que indemnizar por ley a un trabajador cuando se le despide? ¡Hala, y ahora que entre algún anónimo y me llame facha y retrógado sin dar un solo argumento!

Saludos

El alegre "opinador" dijo...

Lo he leído hoy y me he quedado alucinado. Ya hasta pactaban los precios de los sanitarios...
Sí que los de Roca se pueden cagar... Y van a tener donde.
Un abrazo.

eres_mi_cruz dijo...

pues sí, tato...
el que la lleva la entiende...

ahora, si no te importa, necesito apretar con saña los güevos de algún sindicalista desagradecido...

Er Tato dijo...

Si quieres te paso algún nombre y alguna dirección ;-)

eres_mi_cruz dijo...

algunas direcciones de ésas rotulan varias cajas de proyecto de mi archivo, tato...
tengo que reconocer que un cliente sindicalista facilita bastante la cosa del papeleo...

algún día te contaré como se resuelve una infracción urbanística GRAVE en un despacho sindical de urbanismo... algún día...