Mientras caminaba encorvado intentando ocultar la permanente rigidez de su enorme miembro con ambas manos, seguía dándole vueltas a aquel refrán. La presión en el pecho no le dejaba concentrarse. Ande yo caliente y ríase la gente. ¿Qué querrá decir?
El sufrimiento de un genio
Hace 5 horas
6 comentarios:
¡Hala! ¡Qué exagerado!
Vale...
Más que hiperbreve, hipergrande...
¿La presión en el pecho?… ¡Ah, que era una bufanda!. Macho, pues en mayo, época de caracoles
"Viagroso" relato.
Je, je. Hombre, Tato, hay maneras y maneras de andar caliente. De hecho, lo mejor no es andar caliente, sino yacer caliente, qué te voy a contar yo...
Publicar un comentario