lunes, 12 de noviembre de 2007

Y ahora los empresarios (y II)

A pesar de que el objetivo del informe colisiona frontalmente con el sistema de convivencia que nos hemos dado voluntariamente los españoles, no me resisto a hacer algunos comentarios respecto de su contenido.

En primer lugar, agradecer a la patronal catalana que haya incluido los datos de Andalucía aunque su intención real sea la de compararse con Madrid. ¿Por qué la CEA no ha dicho ni pío sobre el hecho de que la inversión por habitante en Andalucía haya sido claramente inferior a la realizada en Cataluña y Madrid en el periodo analizado?

En segundo lugar, resulta llamativo que se hayan tomado periodos distintos para analizar las inversiones presupuestadas y las liquidadas (las realmente ejecutadas). Si intentamos aproximar los dos periodos para que el análisis sea más coherente, al tomar el periodo 1.997-2006 para las inversiones liquidadas, los resultados son curiosos. Por ejemplo, en las inversiones por habitante, Andalucía pasa de tener 11 euros más de media que Cataluña a tener ¡19,6 euros menos!.

En tercer lugar, el rigor económico que se le supone a una asociación empresarial, brilla por su ausencia. En ningún sitio se dice si los euros de los que se habla son corrientes o constantes. Para los menos familiarizados con los conceptos económicos, el término "corriente" significa que la valoración de cada año se ha hecho con el valor del euro en ese año que, como todos sabemos, es distinto al del año siguiente y al del anterior por efecto de la inflación. Cuando hacemos un análisis temporal de una variable económica, es preciso trabajar con euros "constantes"; es decir, corrigiendo cada año el valor del euro por la inflación. Si no se hace así y sumamos magnitudes de distintos años o las promediamos, estamos sumando o promediando peras y manzanas. Este grave error podría dar al traste con las conclusiones de cualquier informe económico.

En cuarto lugar, ¿a qué se han dedicado los políticos catalanes en el periodo 2002-2006 permitiendo que el porcentaje de ejecución de las inversiones estatales en Cataluña esté en un 74%, el quinto por la cola? ¿O es que toda la culpa siempre es del otro?

Y por último, para no aburrir al personal. Se ha obviado la comparativa de la distribución de las inversiones en función de otras variables como la extensión del territorio, la dispersión de la población o la pobreza relativa, todas ellas contempladas en la LOFCA como criterios obligatorios para la asignación de recursos públicos.


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