viernes, 16 de enero de 2009

Amor propio

Una verdadera delicia para los sentidos, pensó mientras sus ojos enamorados prendían la luz modelada por aquel cuerpo desnudo. Lo recorrió con la mirada en una lenta declinación, saboreando su perfección sobre aquel lienzo de luna. La frente, con las arrugas justas, tres, centradas en riguroso prorrateo entre aladares. Las cejas, pobladas pero sin alboroto. Los ojos, de un gris menesteroso que convocaban en aquelarre a la pasión. El torso, poderoso pero sensato. Las caderas... Dio un respingo inesperado y palideció. Unas repulsivas manchas oscuras sobre la piel le alteraron el pulso y a punto estuvo de caer. Cuando se acercó al espejo y comprobó que tan sólo eran lamparones de chocolate reseco de una noche loca, Narciso respiró aliviado entre hipidos nerviosos.


13 comentarios:

Juan Antonio González Romano dijo...

Yo habría cambiado el espejo por el agua de un lago, porque me gusta la fidelidad en el mito. Pero vamos, es una minucia, porque el relato está muy bien.

pilar dijo...

Qué bien tener tiempo para mirarse-admirarse a uno mism@. Tal y como vamos viviendo ahora, sin tiempo para recrearnos en nada, cualquier día vemos proyectado en el espejo a un extrañ@. (bonito reto....no te digo más..jejeje). Besos, Pilar

Reyes dijo...

Eso de las tres arrugas me ha llegado dentro, para las que ya somos arrugosas.
La historia es fascinante, esos ojos grises llenos de pasión es una maravilla.
¡¡¡ay...!!!

Reyes dijo...

Pero claro, se llamaba Narciso...

Er Tato dijo...

¿Y si después me persigue la SGAE por plagio? Quita, quita, profe.

Bueno Pilar, yo casi estoy en esa fase. Cuando me levanto por las mañanas y veo a ese tío con la barba blanca reflejado en el espejo, siempre pego un respingo.

Ya sabes, querida Dama, que la arruga es bella. Además, a mí me gustan maduritas. Y por Narciso no te preocupes, que él es feliz limpiando las manchas de chocolate y amándose a sí mismo. Mejor. Menos competencia. ;-)

Besos y abrazos

Juanma dijo...

Lo de "lienzo de luna" y "torso, poderoso pero sensanto" me ha dejado tocado. Gran relato.

Un abrazo.

Er Tato dijo...

Gracias Juanma. Es importante para los que intentamos escribir saber que lo que escribimos no deja indiferente. La indiferencia, que no el aplauso o el rechazo, es el fracaso el creador.

Un abrazo

Anónimo dijo...

"Lienzo de luna" para definir el espejo es una metáfora maravillosa.

Anónimo dijo...

Pues desde luego que no dejas indiferente. Me ha gustado mucho.

Y cuidado con la SGAE, uno nunca sabe quien está detrás...

Jesús Cotta Lobato dijo...

¡Ay si los espejos hablaran!

Er Tato dijo...

Muchas gracias, Parsimonia y Maese.

Pues anda que si los espejos, con su cruel sinceridad, hablaran, cualquiera los aguantaba, Jesús.

Besos y abrazos

Capitán dijo...

Tato, no sabía que escribieses biografías, esta entrada es la mía clavadita.

Un abrazo

Er Tato dijo...

Siempre me he preguntado qué coño estuviste haciendo con el chocolate en esa noche loca, mi Capitán. ;-)

Un abrazo