La primera parte de la extensa entrevista que el director del periódico El Mundo le ha concedido a Zapatero no tiene desperdicio.
Debo reconocer que la he leído con verdadero interés y que tiene momentos en que el presidente está brillante. Al menos dialécticamente. También tiene pasajes en los que su enanez mental queda patente y te devuelve a la realidad.
Como cuando, al hablar de su lealtad al Pacto Antiterrorista, le pregunta si autorizó los contactos de Eguiguren con ETA y Batasuna antes de llegar al poder y responde contundente: Absolutamente no. Es una pena que no le crean ni los que entonces eran todavía sus amigos en El País.
O cuando Pedro J. le pregunta si le parece lógico que haya lugares en España en los que sea imposible escolarizar a un niño en castellano y, tras un circunloquio sin sentido, responde ¿Puede usted poner encima de la mesa alguna sentencia que diga que algún ciudadano ha visto vulnerado su derecho a educar a sus hijos conforme a los criterios de la Constitución? Así que se trata de eso. Lo que no está en una sentencia no existe. Si un juez no dice que hay un problema, no hay un problema. La realidad es lo de menos.
O cuando el periodista insiste con otra pregunta de similar corte en la que recaba su opinión sobre el hecho de que un gobierno presidido por un socialista, miembro de su Ejecutiva, multe a los comerciantes que no rotulan en catalán. Yo no he tenido quejas de comerciantes, responde sin el más mínimo pudor. Si las quejas no le llegan a él, no hay quejas, no hay injusticias ni falta de libertades. ¿Este hombre lee los periódicos y escucha los telediarios?
Ante la solicitud de Pedro J. de que concrete a qué errores se refiere cuando el presidente le reprocha la falta de autocrítica de su periódico en el asunto del 11-M, éste le responde: Yo procuro ser un buen demócrata. Yo hablo de mis errores y espero que los demás hablen de los suyos. Vamos, que él nunca habla de los errores ajenos y además, opina que hacerlo no es de buen demócrata.
Ahora viene algo que me dejó desconcertado. Y aún lo estoy.
Pregunta: ¿Usted hoy en día se considera cristiano?
Respuesta: Sí...estoy bautizado... Me amparo en mi derecho constitucional a no responderle. ¿Me lo va a respetar?
¿Qué significa esto? ¿que es cristiano y le avergüenza reconocerlo? ¿que no lo es, pero abraza sus ritos? ¿que está pensando en las próximas elecciones y prefiere nadar y guardar la ropa? ¿Y qué es eso de que se ampara en su derecho consitucional a no responder? Valiente gilipollez.
Hablando de la paridad, Pedro J. afirma que él es partidario de la igualdad, pero no a través de la imposición, no a través de las cuotas. Nuestro presidente le responde escuetamente: Yo soy partidario de la paridad. Y yo añado ¿aunque genere desigualdad de oportunidades e injusticia?
El final de esta primera parte de la entrevista, que reproduzco porque es difícil ser más cursi y fariseo, dice así:
Pregunta: ¿Cuál es la mujer más atractiva que ha conocido usted desde que es presidente del gobierno?
Respuesta: Sonsoles
Pregunta: Le digo desde que es presidente del gobierno
Respuesta: Sonsoles. Para mí la persona atractiva es Sonsoles
Pregunta: Bien, digamos entonces ¿cuál es la más interesante que ha conocido desde que es presidente? (parece que ya no sabe cómo preguntárselo)
Respuesta: (¿a que no lo adivinan?) Sonsoles
Y ahora la traca final. A los postres, Zapatero pide melón y comienza a echarle sal. Pedro J. le pregunta sorprendido: ¿melón con sal?. Lo tomo siempre así, es una costumbre de mi abuelo, responde el presidente.
4 comentarios:
Querido tato:Tengo algunas cositas pero las dejo para cuando lea la segunda parte de la entrevista.Saludos
La parte de la escolarización en castellano es la que más me llamó la atención. La exigencia formal de una sentencia firme para admitir los hechos contrasta con su disposición para interpretar las normas, relajarlas o tensarlas, incluyendo a jueces penitenciarios y otras instituciones del Estado en el caso De Juana Chaos, del cual hablaron unos párrafos antes.
Juan y juanillo, lo que convenga en cada caso. No me fío de este hombre.
¿Y si se produjera una sentencia y la recurrieran, tampoco serviría?
Tato despues de leer la entrevista al Presidente del Gobierno,la conclusión que saco es que tiene el ego por las nubes y no se culpa de nada,algo muy propio de los españoles que siempre le echamos la culpa al otro.
Me ha llamado mucho la atención cuando hablando del terrorismo,dice lo siguiente:
1º.Nustro diálogo democratico de personas civilizadas no tiene nada que ver con quienes usan la violencia y matan.
2º.Aún sabiendo que tenia enfrente a una banda terrorista,no era pensable que pudiera cometer el atentado de la T-4 de Madrid.
Con todos mis respetos,este hombre o es muy bueno muy bueno o es muy tonto muy tonto.Como puede pensar que los demócratas y los que solo utilizan las armas para hablar estemos al mis mo nivel,me parece fuera de lugar estas dos frases del Sr. Zapatero.
P.D.Por lo que pueda ocurrir,juzgo conductas no personas.Saludos
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