Dice Pepiño en su blog que si la jerarquía eclesiástica quiere jugar a hacer política, lo que debería hacer es presentarse a las elecciones. Se refiere obviamente a la manifestación convocada el pasado Domingo por la Iglesia en defensa de la familia cristiana. Ahora resulta que para hacer política es indispensable presentarse a las elecciones. En nuestro país, por desgracia, la sociedad civil organizada apenas existe pero, por lo visto, si existiera no tendría derecho a hacer política. Aviados andamos con la estrechez intelectual de nuestra clase política.
No termino de entender muy bien el tremendo cabreo de los Bermejos, Pepiños y Llamazares que aportan colorido a nuestra fauna política. Expresiones como "actuación intolerable", "duro ataque al sistema democrático" y similares dicen mucho sobre el concepto de libertad que tienen quienes dicen representarnos.
Imagino que a la concentración, acto, manifestación o lo que fuera que la Iglesia organizara el Domingo, asistieron quienes estuvieran de acuerdo con las tesis de los convocantes. A los que, como a mí, ni nos iba ni nos venía lo que allí se cocía o simplemente no comulgamos con esas ideas, nos debería importar un pimiento lo que opinaran los que acudieron, siempre que lo hicieran dentro de la legalidad y respetando los derechos de cada cual. Y parece que así fue, porque no me consta que nadie intentara imponer sus criterios por la fuerza.
Esa reacción tan visceral de toda la izquierda de nuestro país en contra de la manifestación pacífica de unas ideas, deja bastante claro el concepto que de la democracia tienen nuestros políticos. Claro que todo esto no viene sino a confirmar una vez más la escasa calidad democrática de nuestra sistema y la absoluta falta de respeto por las libertades individuales.
Si alguna vez la Iglesia se presentara a las elecciones y, Dios no lo quiera, las ganasen, los que hoy consideran estas ideas como un ataque a la democracia ¿qué dirían? Las ideas, defendidas con el uso exclusivo de la palabra, ¿pueden calificarse de ataque a la democracia? ¿Y dejan de ser antidemocráticas si el pueblo las vota?
Por cierto, muy instructivo lo que Jordi Sevilla dice en su blog. Si esto no es una partitocracia....
4 comentarios:
Dicen que fueron un millón y medio de personas. Igual no estaban todos o estaban todos los que son en realidad pero más decididos que los habituales mitineros. Es complicado saberlo viendo la plaza del Vaticano llena hasta la chimenéa cuando murió el Papa.
A mi no me gustó el discurso de los obispos, y menos que algún botarate se haya plantado en el escaparate de las rebajas, desnudo, como Dios lo trajo al mundo si excetuamos los calconzillos que es donde radica su concepto de democracia, por detrás, en lo marroncillo.
Lo siento Tato, esta vez haré un "Copy-Paste" para no decir lo mismo de dos formas diferentes. Básicamente estamos de acuerdo pero difiero en cuanto a que lo del Domingo no fue solo una opinión o una exposición de ideas. Ahi queda:
Obispos, Cardenales, Curas, laicos, que mas da. Opinar opina todo el mundo, mentir miente todo el mundo y medias verdades (mas peligrosas que las mentiras) las dice todo el mundo, en este caso Sus eminencias también. Para mi ese es el único hecho relevante de una "Convivencia de Familias Cristianas", en la que no se iba a hacer ninguna declaración institucional y acabo siendo un "meeting" como la copa de un pino. Opinar si, señalar con el dedo no, opinar si, culpabilizar al gobierno por garantizar derechos cívicos no, aunque choquen con los derechos "teologicos". No olvidemos, y ya va siendo hora, que las leyes son para todos y no solo de uso exclusivo de los cristianos y estas deben garantizar la igualdad de derechos al margen de las creencias. Resumiendo Aborto si y los cristianos, como yo, obraremos en consecuencia y acorde a nuestra fe.
Mas en mi blog.
Amigo Salvador, dices que lo del Domingo no fue sólo una opinión o una exposición de ideas. Entonces ¿qué fue? Que yo sepa, los allí reunidos se limitaron a exponer su modelo de convivencia y a criticar a quienes ellos entienden que lo ponen en peligro. Exactamente lo mismo que hace cualquier partido político, asociación o grupo de ciudadanos que tengan intereses o planteamientos comunes. Y se hizo de manera democrática y pacífica. ¿Dónde está el problema? ¿Que a otros grupos de ciudadanos, entre los que me encuentro, les parecen mal esas ideas? Pues que las critiquen, que las cuestionen, que las discutan o que las ignoren, pero que no intenten convertir la libertad de expresión, uno de los pilares de la democracia, en un ataque a la misma cuando no les gusta lo que escuchan.
Dices también que para ti el único hecho relevante es que la jerarquía
eclesiástica mintió y dio un mitin. ¿Y qué? Como si fuera la primera vez.
Y como tú dices, más en tu blog, donde continúo con la respuesta.
Saludos
Creo que coincidimos en casi la totalidad. Solo el hecho de que a mi me parezca inapropiado que la iglesia "acuse", como de facto hizo, al gobierno de la nación de pérdida de valores democráticos,de favorecer ciertas conductas "nocivas" y de deteriorar la convivencia, es lo que nos diferencia en este caso. Al menos es lo que yo percibo.
El hecho de que por parte de la jerarquía eclesial se pretenda mezclar religión con política a esos niveles es lo que no me agrada, es más, en mi opinión es un fallo garrafal pero, allá ellos y sus intenciones.
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