jueves, 9 de septiembre de 2010

De brechas, discriminaciones y otros lenguajes

El Ministerio de Igualdad vuelve a la carga con el asunto de la discriminación salarial entre hombres y mujeres del que ya se habló por esta taberna hace algunos meses. Y en esta ocasión viene con un interesante informe de 192 páginas debajo del brazo. Desmontar esa cantinela, que no por repetida se torna cierta, es relativamente fácil.

Por un lado, mediante el viejo procedimiento de reducción al absurdo. Si la conclusión a la que llegan -a saber, que existe discriminación salarial porque las mujeres ganan de media un 16% menos que los hombres por hora trabajada para idénticas funciones-, fuera cierta, los empresarios de este país emplearían prioritariamente a mujeres y su tasa de paro debería ser inferior a la masculina. Como no lo es, se podría concluir que la premisa es falsa. Es cierto que alguien podría argumentar que esa mayor tasa de paro podría venir explicada por otras variables, tales como la escasez de mujeres en determinadas profesiones mayoritariamente masculinas que dificultarían la sustitución de unos por otras, pero ese argumento es poco realista hoy en día.

Por otro lado, usando el informe presentado. Como la semántica en estos asuntos es muy importante, aclaremos desde el principio, como de hecho hace el propio informe, que una cosa es la brecha salarial o desigualdad salarial y otra la discriminación salarial. La brecha salarial puede traer causa de situaciones perfectamente admisibles y justas -jornadas diferentes, distintas funciones o aportación de valor a la empresa,...-, o absolutamente aberrantes como la discriminación salarial, entendida como una menor remuneración a la mujer para una misma o mayor aportación de valor a la empresa que el hombre. En la página 13 del informe, que habla de la metodología del estudio, se indica que el mismo se ha basado en tres tipos de técnicas de investigación -análisis documental de fuentes secundarias, explotación de datos de la Encuesta de Estructura Salarial y entrevistas a agentes-, aportando además un estudio realizado por la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Respecto de la primera y tercera técnicas, poco hay que comentar, pues se trata en la mayoría de los casos de opiniones sobre datos que no se aportan en el informe. Respecto de la segunda, explotación de la Encuesta de Estructura Salarial y otras fuentes estadísticas, y del Informe de la Inspección de Trabajo, sí hay mucho que decir.

Cuando en el capítulo 3 se muestran las encuestas europeas, se habla de brecha salarial, en ningún caso de discriminación salarial, puesto que los datos usados no corrigen las diferencias salariales causadas por puestos de trabajo y funciones distintas; es decir, sólo constata que el salario medio de las mujeres es inferior al salario medio de los hombres. En ese mismo capítulo, cuando se emplean los datos de la Encuesta de Estructura Salarial, tampoco se afirma que exista discriminación salarial puesto que en dicha encuesta no hay ningún conjunto de datos que compare salarios para una misma función y puesto de trabajo.

Por otro lado, del anexo donde figuran los resultados del informe de la Inspección de Trabajo antes mencionado, se pueden extraer las siguientes conclusiones:

1-. Se han inspeccionado 241 empresas y 46.239 trabajadores, de los que 19.373 eran hombres y 26.866 mujeres.

2-. De las 241 empresas inspeccionadas, en 12 se ha apreciado discriminación salarial por razón de sexo, un 4,98% de las empresas.

3-. El número de mujeres afectadas por la discriminación ascendió a 345, un 1,28% del total de mujeres contempladas en el estudio.

4-. Puesto que no se trataba de una variable a estudiar, no se aporta en el informe, y por tanto se desconoce, información sobre si existía en esas mismas empresas discriminación entre varones o entre mujeres, información que hubiese sido útil para concluir si la discriminación encontrada traía su causa del sexo del trabajador o de la arbitrariedad del empresario en cuestión.

En mi opinión, los datos suministrados por un trabajo de campo específicamente diseñado para detectar situaciones de discriminación salarial como el realizado por la Inspección de Trabajo, son bastante más fiables que los aportados por trabajos estadísticos no específicos y, desde luego, vienen a confirmar la afirmación con la que finalizaba una entrada de hace tres años: "De esta forma, sería más razonable concluir que sólo una mínima parte de las mujeres, al menos en lo que se refiere al parámetro "igual puesto de trabajo-menor salario", estaría discriminada. Desde luego esta conclusión es más acorde con mi experiencia personal en el mundo de la empresa."

Dicho lo cual, cabría añadir que en el informe se dicen cosas muy interesantes, pero ninguna de ellas apoya la existencia sistemática de discriminación salarial contra la mujer. Otra cuestión bien distinta es que haya quienes manipulen lo que realmente refleja el informe haciendo afirmaciones inexactas e interesadas, e identificando torticeramente brecha salarial con discriminación salarial.


14 comentarios:

Juanma dijo...

Supongo, querido Tato, que lo que planteo a continuación se me quedará algo simple, que algo se me escapa en el planteamiento. Pero es lo que da de sí un tío como yo, tan torpe para tantas cosas...

Y digo: la discriminación salarial hombre/mujer, de darse, sólo puede hacerlo en el mundillo de la economía sumergida y los trabajos no declarados, ¿no? En el resto rigen los Convenios y ahí, obviamente, no se hacen distinciones. Con lo cual (y a falta de tu explicación para que me aclares dónde fallo) el problema matriz no sería esa discriminación, sino la existencia de la ilegalidad laboral.

Te juro que no voy fumaíto.

Un abrazo.

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Eres el tabernero con más cojones de España.
Leerse, pensar y deducir sobre un informe de 192 páginas del ministerio de Aido, no sé de qué está más cerca: del heroismo o del masoquismo.
Ojú, ojú. Ponme una tilita anda, que na más de pensarlo me pongo nervioso.

Er Tato dijo...

Tienes razón a medias, Juanma, tan torpe para algunas cosas y tan brillante para otras. Como todos nosotros, cojones.

Dejando al margen las situaciones ilegales, si tú contratas por ejemplo a un Oficial de 1ª correspondiente a un determinado convenio, el salario mínimo es obligatoriamente el mismo sea hombre o mujer, pero resulta que un empresario puede, y de hecho lo hace, pagar por encima del convenio porque el rendimiento o las responsabilidades del trabajador -incluso el propio mercado laboral porque escaseen esos perfiles profesionales-, así lo requieran. En ese caso se produciría discriminación salarial por razón de sexo si pagara menos a una mujer cuya aportación a la empresa fuera idéntica a la de otro compañero hombre. Y esto ocurre, sin duda. De lo que discrepo es de que sea una situación habitual o de que la magnitud del problema requiera de tantas alharacas.

Por otro lado, si se hiciera un estudio sólo para hombres o sólo para mujeres, es probable que el porcentaje de discriminación entre unos hombres y otros fuera similar al que ha resultado de comparar hombres con mujeres y, si fuera así, quedaría demostrado que no es un problema de desigualdad entre sexos.

Otro abrazo

P.S.: A pesar de lo que dice a continuación nuestro amigo Rafael, yo tampoco estaba fumao cuando decidí leerme el informe.

Er Tato dijo...

Bueno, Rafael, el informe es bastante ameno e interesante para los que nos gustan estos asuntos, así que haberlo leído no tiene ningún mérito, pero te agradezco que me lo atribuyas. ¿Una tilita? Venga, hombre, una palomita con agua fresquita.

Un abrazo

Manupé dijo...

"....que existe discriminación salarial porque las mujeres ganan de media un 16% menos que los hombres por hora trabajada para idénticas funciones-, fuera cierta, los empresarios de este país emplearían prioritariamente a mujeres y su tasa de paro debería ser inferior a la masculina..."

De lo que se deduce:
Que sinverguenzas son todos los empresarios o cuan maquiavélico es su pensamiento, tabernero.

A más ver.

Er Tato dijo...

De lo que se deduciría, Manupé -deberías emplear mejor los tiempos verbales, pisha-, que si hubiese realmente discriminación salarial, los empresarios que la practicasen serían unos sirvengüenzas. ;-P

Saludos

Manupé dijo...

He dicho lo que he dicho, con sus tiempos verbales.
No excluyo a unos u otros, de su comentario no se puede extraer, o al menos no lo hago yo ( siento no entenderlo como usted pretende que lo haga) una distinción entre unos y otros, esto es, entre los que pudieren o pudiesen practicar la discriminación y los que no.

Usted ha dicho lo que ha dicho, y yo he entendido lo que he entendido.
Haga el favor de no hacerse el condescendiente conmigo, no lo necesito.

A más ver.

Er Tato dijo...

Yo no he dicho que usted no haya dicho lo que ha dicho, sólo digo que yo no he dicho lo que usted dice que dije. Ahora bien, usted es libre de entender lo que quiera, siempre que no diga que lo he dicho yo, sobre todo cuando ya le he aclarado lo que dije o pretendía decir.

Y no era mi intención ser condescendiente con usted, sólo clarificar lo dicho de una forma más o menos simpática -emoticón incluido-, sin demasiado éxito por lo que se ve. En todo caso, si a usted no le interesa lo que yo intentaba decir, sino lo que a usted le hubiera gustado leer, a saber, que todos los empresarios son unos sinvergüenzas, puede afirmarlo con toda tranquilidad sin necesidad de apoyarse en mi texto. O apoyándose en una interpretación torticera del mismo. O como le dé la real gana. Faltaría más.

Saludos

candela dijo...

La táctica es repetir hasta la nausea una mentira o una falacia, pero no por ello resulta cierta. Es lo habitual en la secta.
Aido no tiene pinta de saber escribir informes ni de dos fólios, seguro que se los dan hechos.
Tergiversar conceptos se les da bien porque hay muchos que no entienden la diferencia entre brecha y discriminación salarial.
Un saludo.

Naranjito dijo...

Este humilde currito de una sevillana fábrica "puntera" en su sector (esto es cierto, algún día comentaré cual es, si mis mas de cincuenta jefes y jefas me lo permiten) te comento que en muchos de los puestos de responsabilidad y en los puesto de otro tipo de responsabilidad como es el mio, existen trabajadores y trabajadoras. Y en cuestión de salarios no existe la discriminación. Lo compañeros de mantenimiento, mecánicos y electricistas, han tenido hasta hace poco tiempo una Jefa. Yo mismo tengo compañeras que ganan mas que yo y con el mismo trabajo (cosa de la antiguedad). No sé donde coño hacen estas encuestas. A lo mejor tengo la suerte de trabajar en una empresa europea aunque esté al lado de Torreblanca.

Manupé dijo...

No ha sido el fondo, sino la forma lo que, debo reconocer, me ha sentado mal.

Discutir contigo y sobretodo estar en desacuerdo, al margen de alguna que otra entrada de indudable calidad, es lo que me atrae de tu taberna.

Déjame que te lea e interprete como libremente quiero y Dios me de a entender, y no como tu quisieras que te lea e interprete.

De lo tuyo, habitualmente saco una segunda lectura, muchas veces sacada de contexto e incluso llevada al extremo de lo absurdo, pero que creo da otra visión del asunto.

No tengo que estar y de hecho no lo estoy muchas veces, de acuerdo con la interpretación "torticera" que hago, pero le da cierta salsa al temita en cuestión y le quita algo de tensión, que permíteme que te diga, se adivina en más de una entrada.

Es indudable que estamos en un país crispado, que la economía, el mercado de trabajo, la educación, la igual dá que más me da, los asuntos exteriores, defensa o fomento no andan por los derroteros deseables y para ti en concreto son muy a menudos dignos de crítica, cuando no mofa y befa, pero también me gustan los enfoques optimistas y el puntito paradójico que le quita hierro al asunto.

Eso es lo que busco, el click que te hace saltar a menudo con una respuesta brillante o con chispa y no, perdóname de nuevo, aprovechando para corregir uno u otro tiempo verbal y la capacidad propia para expresar lo que quiero.

Un abrazo, miarma.

A más ver.

Er Tato dijo...

Bueno Candela, el informe es de una consultora que hemos pagado entre todos. Y el informe es bastante correcto. El problema son las conclusiones erróneas -por incapacidad de asimilación o interesadamente- que algunos transmiten en base a ese informe.

Saludos

Er Tato dijo...

Las encuestas dicen lo que dicen, Naranjito, pero son otros los que les hacen decir lo que no dicen.

Saludos

Er Tato dijo...

Las formas incluían un emoticón, amigo Manupé. En todo caso, a veces uno no puede evitar que lo que dice o hace le siente mal a su interlocutor, y menos en este medio, sino tan sólo aclarar a toro pasado la ausencia de mala intención.

Por otro lado, y yendo al fondo del asunto, en un debate no puedes pedir a la otra parte que no intente explicar o clarificar lo que pretendía decir. No responder debidamente a argumentos ajenos basados en interpretaciones indebidas de los argumentos propios sólo puede desembocar en una conversación de besugos y no en un debate serio y enriquecedor, que es lo que yo busco, entre otras cosas, en esta taberna. En ese sentido, y lo sabes bien, mi respuesta iba mucho más allá de la mera corrección de los tiempos verbales que, como también sabes, no dejan indiferente el mensaje oral o escrito sino que, muy al contrario, pueden hacerle decir lo que no dicen, y para eso ya tenemos a los miembros del gobierno.

Otro abrazo, pisha

P.S.: Y si hacen falta disculpas, ahí las llevas, aunque pensaba que, como buen gaditano, tu piel era más gruesa. ;-P