jueves, 2 de septiembre de 2010

Invita la casa. Hoy: Los derechos de la lengua y el lenguaje de los derechos

Hace tiempo que sigo el blog de Juan Antonio García Amado, y aún no entiendo cómo no ha protagonizado ya algún "Invita la casa...", pues por calidad, por inteligencia, por provocador y, por qué no decirlo, por sintonizar bastante con muchas de mis opiniones, o viceversa, se hubiera merecido hace tiempo una mención en la taberna. Pero nunca es tarde si la dicha, y sobre todo la picha, es buena. Así que aquí les dejo una fantástica -y larga-, entrada sobre los derechos lingüísticos, con párrafos tan geniales como los que siguen. No se pierdan el artículo completo. Y ya puestos, lean también el anterior, que dice no sé qué de unos borregos y no tiene desperdicio. Si quieren, claro.

"...le vamos a prohibir hacer tal cosa que le apetece, o le vamos a obligar a hacer tal otra que no le hace ni pizca de gracia y, si no nos obedece como una cándida criaturilla, le meteremos un buen paquete, pero todo por tu bien, tontín, mi sol, que te quiero yo a ti más que a nadie, ciudadano mío. Así se las gastan los represores que dicen que nos protegen."

"Bueno, a la sentencia y ahora les cuento por qué esta airada presentación. La sentencia es del fecha 26 de febrero de 2010 y del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 9 de Barcelona. Se trata de un caso fácil de contar. Érase un comerciante en Barcelona que tenía un negocio y no había puesto los rótulos en catalán [...] lo que hizo que la Administración pusiera manos a la obra sancionatoria, comenzara con apercibimientos y expedientes y acabara castigando al señor empresario con 400 euros, dentro de los que sin duda es también una política de apoyo a las PYMES."

"Yendo al grano más de frente: ¿alguien me puede explicar por qué los derechos que se están protegiendo al atizarle al tendero que no rotula en catalán son los derechos de los consumidores?"

"Dice la sentencia que el art. 3 de la Constitución establece, respecto del castellano, “un deber de conocer a la vez que se reconoce el derecho a su uso”. O sea, digo yo ahora y por de pronto, que si hay deber de conocer el castellano para todos los españoles (perdón, ciudadanos del Estado español), ningún catalán podrá escudarse en que no lo conoce como razón para afirmar que sus derechos como consumidor son vulnerados en los casos que comentamos."

"Si de incentivar propiamente se tratara, podría la autoridad catalana dar un premio a cada empresario que use el catalán. Pero imponerle multas al que no lo hace es reprimir. Reprimir con disimulo y en nombre de los derechos, pero reprimir. Y con los derechos nada casa peor que la represión, razón por la que la gente decente lucha contra las dictaduras, sin ir más lejos. Que repriman si quieren los tirios o los troyanos, pero que llamen y llamemos las cosas por su nombre. Viene lo inmediatamente anterior a propósito de párrafos de la sentencia como éste: “Este precepto (se refiere al art. 32-3 de la Ley 1/1998, que ya hemos mencionado) responde claramente a la finalidad de incentivar el uso de la lengua catalana..."

"Pero sí, qué ingenuo es uno, lo sé: no se trata en realidad ni de incentivar ni de discriminar para bien ni de ponderar ni de gaitas: se quiere discriminar para mal, joder al prójimo que asome la cabeza por encima de la cortedad general, reprimir, asustar y crear espíritu de rebaño: con unos porque se sienten felices siendo masa y pueblo y nación, y con otros para que sepan quién manda aquí: los jefes de la masa, los machos y machas alfa de la tribu. Política tan vieja como vieja es la historia de la tiranía."

"...en la doctrina y la jurisprudencia constitucionales se contiene también la teoría de que la libertad de expresión tiene dos aspectos o caras, la positiva y la negativa. Lo que quiere decir que bajo ese derecho no sólo se ampara el que cada uno pueda expresar lo que quiera (dentro de un orden, esto es, en compatibilidad con los demás derechos fundamentales y bienes constitucionalmente protegidos), sino también el que nadie puede ser obligado a expresar lo que no quiere."


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu Alter Ego? ¿Otro? No, por favor, contigo tenemos bastante, y además tú eres de los nuestros: sevillano, bético, liberal de...no sigo porque me da la risa.

José Alfonso dijo...

Con el debido respeto que me merecen las instituciones, lo que ninguna se puede permitir es ordenar bajo castigo, determinada forma de cagar -no pido perdón-, cada cual lo hace como le viene en gana, en espiral, a modo de volcán o arenas movedizas -llámese diarrea-. No está bien; no es de recibo que las instituciones corten el agua de la cisterna si la mierda no ha salido a rayas bicolores. ¡Se arriesgan a que todo el país huela a perros muertos.

Muy tuyo.

Er Tato dijo...

No hay riesgo, Voy de anónimo, el país ya huele a perros muertos.

Saludos