martes, 30 de septiembre de 2008

Inocencia perdida

Los niños jugaban a atrapar la luz y la luz a no dejarse atrapar. Sabía que era un juego peligroso. Que la tozuda convicción de aquellos ingenuos chiquillos podía jugarles una mala pasada. Correteaban tras ella infatigables y envalentonados por la progresiva oscuridad, inexplicable en aquel mediodía sin nubes y que ellos achacaban al cansancio de su presa. Y sucedió. En el mismo instante en el que aquel pelirrojo pecoso colocó la tapa sobre la vieja caja de zapatos, se hizo la oscuridad más absoluta y un aullido victorioso e inquieto rasgó sus gargantas. Sólo la lenta agonía de aquel eclipse total de sol los dejó mudos.


14 comentarios:

Isa dijo...

Bueno...creo que soy la primera en comentar... y me da mal rollo...
Pero no importa. Buen post.
Muchos besos:
Isa

Corina dijo...

Tato, muy hermético y no sé si lo he llegado a entender del todo. Incluso he tenido que consultar sin mucho éxito el significado de tu relato.
¿Son bichitos en una caja? ¿Son niños reales que pretenden guardar de forma ilusoria la inocencia, que tiene apariencia de luz y que es intangible una vez que se pierde?
No me gusta preguntar porque se rompe el ambiente mágico que transmites.

Juan Duque Oliva dijo...

Lo he leido varias veces y a mi también se me escapa un poco pero no importa me ha encantado leerlo y releerlo

Saludos

el aguaó dijo...

Y dejaron de ser niños...

Hay veces que, cuando llegas a la meta de algo que creías intangible, pierde todo valor y sentido, pero sobre todo, pierde todo el interés, y es entonces cuando te hubiera gustado no correr tanto tras ese objetivo. Pero si volvieras atrás... lo volverías a hacer.

El problema es que... esto no lo sabes hasta que ya lo has hecho.

Me ha gustado mucho la entrada.

Un fuerte abrazo mi querido Tato.

pilar dijo...

Me encanta el relato. No sé como lo concebiste pero yo lo entiendo como la interrelación entre planos de realidad diferentes. Original y diferente. Tu blog ya está lleno de energía positiva.....Pero como escribas eso que estás pensando se va a manchar...Pero sé que no lo vas a poder evitar....Zapatero en el Senado, las dos segundas damas de los dos partidos enzarzadas....venga, comenta que te va a dar algo
Muchos besos y muchas gracias por hacer caso a esta costurera loca.
Pilar

Pasión dijo...

Después de unos días retirada por un "virus", aquí estoy de nuevo leyéndolo.

No sé qué le deben los que opinan que no haga "entradas políticas".

Le animo a que lo haga todos los días y a ellos/as también, a ver quién se atreve.

pilar dijo...

Hola Pasión, soy Pilar y me apasionan los microrrelatos del tabernero y lo insto a que los escriba, pero no tengo ningún interés en que deje la política, también leo todo lo que escribe de política. Me entristece que hayas entendido tan mal lo que pongo y espero que el Tato me haya leído con sentido del humor....tal y como yo le escribo.
Besos
Tato, perdona que use tu espacio para contestarle a Pasión, pero me llama la atención la lectura que hace de mi post. Rezo (si supuera) para que te rías con guasa de lo que te pongo. ODIO LA CENSURA.
bESOS, pILAR

pilar dijo...

Deberías visitarme porque se está liando Troya en mi casa por mor de la educación para la ciudadanía...energía negativa en mi blog
Pilar

Reyes dijo...

Me encanta tu historia, pero no se, si son niños o son hombres, lo que es indudable es que leerte es una delicia.
Y si no trata de política, tanto mejor.
Pero no seré yo quien te diga lo que escribas... ¡faltaría mas!
Un besazo luminoso, tabernero.

Er Tato dijo...

Como podéis comprobar, tengo la taberna un poco abandonada. Nada grave, sólo trabajo. Mucho trabajo y la cabeza bien caliente. Pero no podía dejar de pasar por aquí, aunque sólo sea un instante, para agradeceros vuestros comentarios.

En cuanto tenga algo más de tiempo y se me enfríe la cabeza, os devolveré las visitas e intentaré volver a mi ritmo normal de entradas. Y como excepción -prometo que nunca más lo haré- explicaré el cuento, aunque decepcione a más de uno y a más de una.

Por lo pronto, muchas gracias por atribuir al relato cualidades mucho más profundas de las que tiene. Sólo se trata de unos niños que jugaban con la luz - la que entra por una rendija, la que se refleja en una pared...-, e intentaban ingenuamente atraparla en una caja de zapatos. Mientras que el paulatino oscurecimiento del día les hacía intuir que estaban a punto de conseguirlo, uno de ellos cierra la caja victorioso creyendo haberlo conseguido al hacerse repentinamente la oscuridad. Cuando el eclipse de sol pasa, se dan cuenta de la realidad, dejándose algún jirón de inocencia en el camino. Ya ven que la cuestión era algo más prosaica. Y también parece obvio, visto lo visto, que no es precisamente uno de mis mejores relatos.

Insisto. Muchas gracias por vuestros comentarios, porque me ayudan a entender otras formas de leer mis relatos, a corregir errores, a hacerlos mejores...

Besos veloces

P.D.: Pilar, sobran las explicaciones y disculpa que, de momento, no pueda visitaros en condiciones ;-)

Anónimo dijo...

Avisa el dia que vayas a explicar el cuento para no leerlo...

Un abrazo querido tabernero.

Corina dijo...

Tato, es muy bonito y lírico, lo que pasa que nos tienes acostumbrados a mensajes ocultos y a personajes simbólicos y cuando llegó el relato pensamos que estaba disfrazado, pero que no necesita otro atuendo que su natural historia.
Besos nada decepcionados.

el aguaó dijo...

A mí no me decpeciona mi querido Tato, pues yo sigo pensando lo mismo.

Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Yo estoy con Glauca, mejor sin explicaciones y que vuele nuestra imaginación.