Nuestros políticos, todos, anuncian a bombo y platillo un plan de austeridad y contención del gasto público para afrontar la crisis ¿es que hasta ahora estaban tirando nuestro dinero? ¿es que no debería ser ésa una actitud permanente de quienes administran los dineros ajenos? ¿no deberían ser la eliminación de gastos superfluos y la mejora constante de la eficacia los principios rectores de quienes tienen la obligación de obtener el máximo rendimiento de los recursos que recaudan?
Y entonces ¿por qué les aplaudimos cuando nos dicen que van a hacer lo que es su deber hacer, haya o no crisis, y no los corremos a gorrazos? ¿por qué se ha incrementado casi en un diez por ciento el personal al servicio de las administraciones públicas desde Enero de 2004 a Enero de 2008 (pág. 13) a pesar de las mejoras de productividad que las TIC debieran haber producido en este sector? ¿por qué la jornada anual de los empleados públicos es claramente inferior y su salario medio superior al del sector privado?
3 comentarios:
Aplaudimos cuando se anuncia una mejor gestión del gasto, porque por regla general, alguno se salvará, los políticos son unos nefastos gestores de la cosa pública y claro ante tal declaración de buenas intenciones uno no puede más que alegrarse.
Este personal laboral contratado por cuatro años ( eso es un político) rinden cuentas ante sus jefes, que somos nosotros, una vez cada cuatro años y claro así nos luce el pelo.
Si por cada céntimo tirado,despilfarrado,mal gastado,tuvieran que responder primero ante sus votantes y después ante un tribunal,tal vez se acabaría tanta publicidad institucional, coche oficial y bombo y platillo de su brillante gestión.
Mientras sólo nos queda rezar para que esta declaración de contención no la hagan mediante 50.000 trípticos informativos, una campaña de radio y televisión y mil vallas publicitarias, más que nada, porque el ciudadano debe estar informado.
¡Aaaaaahhh, amigo…!
Perdona, Tato, es un telegrama que acabo de recibir de Chaves
Dicen que el mal defensa es el que llega tarde siempre, no toca y balón, pero arrea al delantero. No sé si pensar que estamos dirigidos por malos defensas.
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