martes, 16 de septiembre de 2008

Miserias políticas, valga la redundancia

Cuando lo dice será porque lo cree de verdad -¿se enterará de algo este hombre?-, o porque piensa que eso le da votos a su partido -¡valiente concepto tiene de nosotros!-, o simplemente porque anda falto de cariño y necesita el aplauso incondicional de sus fans. Elijan ustedes.

No es que Rajoy sea santo de mi devoción, pero hay que ser malnacido para, a raíz de una mala frase, afirmar de él cosas como éstas: "Se veía venir pero ya hemos comprobado la realidad del centrismo de Mariano, que ha resultado ser el Rajoy xenófobo", "Cuestionar este derecho (el cobro del paro), no es sólo una discriminación sino que es considerarles como esclavos", "Rajoy utiliza las armas de la mentira y la exageración para incitar a la xenofobia".

En fin, una vez más, nivelazo de nuestros políticos. Pero qué se puede esperar de estos hombrecillos.


6 comentarios:

Reyes dijo...

Rosa Aguilar, esta tarde en "La Ventana", lo ha puesto en su sitio.

Pasión dijo...

Comparar al Jefe de la Oposición con un hombrecillo que está para hacer oposición a la Oposición con esos "con-setos", no tiene lógica. Si el que está en el Poder defiende el "cobro del paro", no ya de los inmigrantes, que están en todo su derecho, se sobreentiende los/as que HAN TRABAJADO, sino para todos los españolitos/as, ahí es donde se ve el verdadero nivel del personaje, éso es lo que "le pone", mientras más desempleados haya, "más razón para seguir existiendo, más comilonas, más corrupción", más amigüismos. Anda que voy a ir a un mitin a escuchar a este personaje, ¡hay que ser corderito!

Anónimo dijo...

En relación con el tema, ayer escuché la respuesta de Zapatero sobre el comentario desafortunado (para no decir otra cosa) de Rajoy.
Zapatero decía algo así como que no se trata del color de piel, etc... queriendo señalar un racismo que en ningún momento había mostrado el líder del PP, ya que los extranjeros abarcan un grupo mayor que el de africanos y magrebíes.
Pero ya se sabe que unos políticos y otros son expertos manipuladores de la lengua que procuran llevar al pobre ciudadano por la senda que a cada cual les interesa.
Un beso, Tato.

canalsu dijo...

Es un hermoso relato, aguaó. Y siento ser aguador, pero yo tenía el cuadro como la rendición incondicional de ambos dos ante el desprecio. Se trata del estado terminal de una enfermedad que manifiesta sus primeros síntomas con el aburrimiento y la frustración.

Nada que no se cure con cariño y asimilando adecuadamente el espíritu de un par de píldoras como las que has escrito hoy.

-No se entretenga en leer las instrucciones
-Ni consulte con ningún matasanos. Imagine.
-Láncese sin temor, hombre por Dió… o mujer.

Anónimo dijo...

Hace no mucho, los dos grandes partidos tenían a sus "dobermans" particulares: el PSOE tenía a Alfonso Guerra y el PP a Álvarez Cascos.
Te podrían caer mal, bien o regular, pero tenían nivel político.

José Blanco no llega ni a caniche.

Uno entiende como está el patio político cuando un especimen como el señor Blanco llega a número dos del partido más votado en España.

Er Tato dijo...

No sé por qué, amigo Canalsú, pero me parece que este comentario no iba aquí, sino para mi querido aguaó.

Saludos