domingo, 14 de septiembre de 2008

Que cada vela aguante sus palos

Hace unos días me adherí en esta entrada a lo que un vecino de este barrio virtual escribió en su blog sobre la sanción, judicial y popular, al juez Tirado. Algún parroquiano discrepó entonces, enriqueciendo el debate. Es difícil saber si la sanción es o no justa y si se ajusta o no a la legalidad, que ambas cuestiones no siempre viajan de la mano. No conocemos, o al menos yo no he conseguido encontrarlo, el informe que el juez instructor elevó al CGPJ más allá de lo que dice y escribe la prensa. Tampoco el contenido detallado de la resolución de dicho Consejo.

Lo que se planteaba en aquel artículo no era si la sanción era o no adecuada, sino la desfachatez de nuestros políticos, responsables últimos de que la Justicia tenga los medios materiales adecuados. Lo que se reprochaba era el cinismo de quienes se ponen torticeramente detrás de la pancarta de unos padres destrozados por el dolor.

Nuestro sistema judicial es el resultado de la gestión de nuestros políticos. De los recursos que el Poder Ejecutivo proporcione a otro poder del Estado, el Poder Judicial, en forma de funcionarios, formación, instalaciones o tecnología. De las leyes que el Poder Legislativo ponga a disposición de los jueces y que les deja la capacidad de maniobra que esas mismas leyes contemplan.

Cuando se culpa al sistema, no se está culpando a un ente abstracto con vida propia al margen de la voluntad política, sino a un conjunto de elementos que son como han querido o permitido que sean quienes tienen el poder y los medios para cambiarlo o mantenerlo.

En la medida, mucha o poca, en la que el error del juez Tirado se haya debido al caos administrativo que impera en el sistema judicial, no parece justo que el único que pague sea el juez. Que sancionen al juez si cometió un error, sí. Pero pongamos todas las cartas sobre la mesa.

Argumentar que la sanción debiera ser ejemplar porque la consecuencia del error ha sido el asesinato de una niña, no es más que pura demagogia. Al margen de que para afirmar eso es imprescindible que condenen al presunto asesino, si se hubiese ejecutado la sentencia en tiempo y forma, éste hubiese estado probablemente en la calle en la fecha en que se cometió el asesinato. Y lo hubiese estado porque la ley, sancionada o ratificada implícitamente por nuestros políticos, los mismos que ahora se rasgan las vestiduras, así lo permitía. La Junta de Andalucía, junto con el Ministerio de Justicia, es la responsable del número, calidad, formación y eficacia de los funcionarios que trabajan con el juez. ¿Y sólo va a pagar el juez? ¿Y si su error era inevitable, provocado por la carencia de medios? ¿Qué hay de la responsabilidad de quienes permiten que los jueces trabajen en condiciones tan lamentables? ¿Y de quienes aprueban y permiten tal laxitud en las leyes?

Es una obscenidad que el gobierno, con el presidente a la cabeza, y la oposición, que gobernó este país durante ocho años y gobierna actualmente en varias comunidades autónomas con las competencias de justicia transferidas, pidan sanciones "infinitamente más graves", muestren su "disconformidad más profunda", "tiriten de dolor" o tachen de "humillante" la sanción. Es de un fariseísmo demoledor que quienes acaban de rematar a cara descubierta la ya moribunda independencia del Poder Judicial, señalen con el dedo acusador al juez Tirado. Ellos, que tienen una responsabilidad directa en el asunto, se parapetan cobardemente tras unos padres que, rotos de dolor, muestran su comprensible indignación contra el responsable más visible. Ellos, sabedores de que el crimen perfecto es aquél en el que condenan a un inocente, actúan en consecuencia.

Es todo tan grotesco que, cuando se apartan los visillos que apelan a los sentimientos y se abre la ventana para que entre el aire fresco, uno se pregunta si éste no habrá sido el último pago que el CGPJ saliente le ha hecho a nuestra clase política, atrayéndose las iras del respetable y proyectándolas multiplicadas sobre el menos culpable. Puestos a ser cínicos...


9 comentarios:

Ignacio Díaz Pérez dijo...

Y yo me pregunto, amigo Tato, si con la actitud demostrada por los políticos de los principales partidos, en el Gobierno o en la oposición, si con el espectáculo de la conformación "parlamentaria" del nuevo CGPJ, si con todo esto... hay visos de que la Justicia pueda ser realmente justa.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Cierto que el político es el responsable último de que la Justicia tenga los medios adecuados.
Muy cierto que nuestro sistema judicial es el resultado de la gestión de esos políticos, dotando al Poder Judicial de los fondos, medios e instalaciones que necesitan
Tan cierto todo como esas voces que aparecen ahora, jueces, magistrados, procuradores, vocales, secretarios judiciales, sindicatos,etc etc, en resumen todo ese Poder Judicial diciendo aquello de ... ya lo deciamos nosotros que esto podía ocurrir, o aquello otro de.... este caso podía haber pasado en cualquiera de los otros 4.000 juzgados.
O sea que sabiendo que el error era más que probable, que sabiendo que podían cometerse injusticias a manojos, que sabiendo que el sistema hace aguas por todas partes, ni uno , ni un sólo Juez, Magistrado, Procurador, Vocal del consejo, Presidente de Audiencia etc etc etc, hizo nada, excepto alguna aislada reclamación por escrito, que más parece un brindis al sol.
No me lo puedo creer.
Venga, que sí, que se ha hecho demagogia con el caso, y que al político le ha faltado tiempo para ponerse en la cabecera de la pancarta, pero también creo, que en el seno del Poder Judicial, se impone una profunda reflexión.
NO todo es culpa del baranda de turno. Hay quien no hace bien su trabajo, y al parecer no sólo en el juzgado del Juez Tirado, sino según ellos mismos ¿en otros 4.000 juzgados?, y no lo hacen bien no porque se puedan saltar una requisitoria, una ejecución de condena o una citación , sino porque SON CONSCIENTES de que puede pasar y aun así...... la culpa es , por descontado,del político.
En cada uno de esos legajos, hay vidas, personas con nombres y apellidos que no se merecen-merecemos esta Justicia.

A más ver.

Er Tato dijo...

Me alegra discrepar de nuevo, manupé. El político es el responsable último y primero de dotar de medios.

Las voces del caos judicial llevo escuchándolas y leyéndolas años y años, no es algo de ahora.

En cuanto a alguna aislada reclamación, para muestra un botón.

Finalmente, si hay una clara responsabilidad política en el asunto, como bien dices, y yo añadiría que hasta posiblemente penal ¿se puede saber a cuántos políticos van a demandar o sancionar?

Saludos

Anónimo dijo...

¿Alguien de verdad en su sano juicio pensaba que las sanciones iban a ir más arriba del Juez Tirado?

Ignacio Díaz Pérez dijo...

Eso es lo malo, maese rancio. Que todo, al final, termina descubriéndose como una pura pantomima: la justicia, la política... ¿la democracia ésta que tenemos?

Pasión dijo...

nsYa le he dicho que lo descubrí: Gracias al Gran Canalsú y a éste gracias a www.votoenblanco.com; ¿sigo?.

Cada vez que entraba en su Blog, usted me "agradaba", sentía que es un verdadero Sabio. Pero muy Desperdiciado.

Usted no tiene que ganar ningún "premio" y menos en el "Veinte Minutos", a no ser que éstos les estén tomando el pelo, muy propio en nuestra Ciudad.

Siga tal como es. Ya le lloverá el maná, no se venda nunca.

Juan Carlos Garrido dijo...

Permítemé que parafrasee tu título: nuestros políticos marchan a toda vela, mientras que los que aguantamos los palos (en las costillas) somos los de siempre.

Anónimo dijo...

Mire tabernero, este caso (el de asunción de responsabilidades) es el arquetipo hispánico.
El político carga contra los jueces, y estos a su vez hacen lo mismo en dirección contraria.
El caso es que nadie quiere asumir su parte de culpa.
Lo que le reprocho a mi sistema judicial, a los que tienen que impartirme justicia, para hacer que convivamos con cierto equilibrio taitantos millones de personas, es la perdida de confianza en ellos que han provocado, y eso no es una cuestión política.
Cuantas más excusas, quejas, evasivas y declaraciones corporativas, más perdida de confianza.
La mujer del Cesar no sólo ha de serlo, sino parecerlo.
Del político ya lo esperábamos, no engañan, eso creo, a nadie.
Pero de los jueces... hombre, vamos a dar la cara... pidan disculpas y vamos a reconocer que algo no se hizo bien y que además pondrán todo su empeño en que no sucederá jamás.
La gente es mucho más inteligente de lo que piensan y probablemente se hubiese entendido mejor que con esa investigación y posterior sanción.
A más ver.

bogar dijo...

Quien le pida coherencia los politicos,es que es un poco iluso,con perdón.Saludos