Ése es el título de una fábula, que supuestamente procede de África, y que dice así:
Un escorpión, que deseaba atravesar un río, le dijo a una rana:
-Llévame a tu espalda.
-¡Que te lleve a mi espalda! -contestó la rana-. ¡Ni pensarlo! ¡Te conozco! ¡Si te llevo a mi espalda, me picarás y me matarás!
-No seas estúpida -le dijo entonces el escorpión-. ¿No ves que si te pico te hundirás en el agua y que yo, como no sé nadar, también me ahogaré?
Los dos animales siguieron discutiendo durante un rato, y el escorpión se mostró tan persuasivo que la rana aceptó cruzar el río con él. Lo cargó sobre su resbaladiza espalda, donde él se agarró, y empezaron la travesía. Llegados en medio del gran río, de repente el escorpión picó a la rana. Ésta sintió que el veneno mortal se extendía por su cuerpo y, mientras se ahogaba, y con ella el escorpión, le gritó:
-¿Ves? ¡Te lo había dicho! ¿Pero qué has hecho?
-No puedo evitarlo -contestó el escorpión antes de desaparecer en las glaucas aguas-. Es mi naturaleza.
Parece claro que los nacionalismos en general, y el vasco en particular, son el escorpión de esta rana llamada España. Muestran su verdadera naturaleza cuando no votan a favor de la moción de censura en Mondragón o cuando apoyan a ANV en numerosos municipios. Se engañan y nos engañan, con la verborrea del escorpión, cuando rectifican tímidamente esa postura al hacer balance de las pérdidas. Pero siempre son palabras. Sólo actúan para clavarle el aguijón a la ingenua y tonta rana. Es su naturaleza. Pero a diferencia de la fábula, el escorpión nunca se ahoga, mientras la rana muere día a día bajo una lenta agonía.
6 comentarios:
El problema que veo en el caso del nacionalismo vasco es que no son ni escorpiones ni ranas, son veletas que se mueven dependiendo del número de votos y escaños que pueden arañar. No son claros ni con ellos mismos.
Y lo peor es que con el sistema democrático que tenemos (afortunadamente) hemos dependido, dependemos y dependeremos siempre (o casi) de ellos.
Saludos.
Saludos.
Ya te lo decia yo.Saludos
Sólo le digo una cosa,tenga usté cuidado con los cocos que son igual de complicados que la politica.
En fin ni cocos ni politica que siga bién .........
La Canina seguirá cavilando .....
Mucho me temo que no son veleta. Que sí saben lo que quieren, pero -como el escorpión- se lo guardan cuando les interesa, hasta que no aguantan más.
Yo empiezo a plantearme, por puro hastío, el concepto de España.
Perfecto símil, amigo Tato; se lo pondré a mis alumnos como muestra de argumentación a través de un ejemplo.
Honor que me haces, profe.
Saludos
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