viernes, 25 de abril de 2008

¡Qué ilusión!

Ni van ni vienen, devienen. Ni entran ni salen, se mantienen. No son lo que parecen. Parecen, sin ton ni son. Giran sin orden, ¡qué obedientes!. Desilusiones ópticas. Credos de ilusos. Defectos de percepción. Ojos que mienten a las crédulas mentes. Divina imperfección disfrazada de espectáculo. De arte. De cine. De divertimento. De ciencia.

Democracia borrosa. Urnas que lavan pecados. Trasvases desecados por captaciones puntuales de agua. Libros blancos que torturan la realidad. Libros oscuros que antaño fueron inmaculados. Crisis? What crisis? (Supertramp, 1975- Zapatero&Cía, 2007).






Y aquí les dejo algunas apariencias. Bien pudieran ser un adelanto de las ofertas electorales en un futuro no muy lejano. Cuando las mentiras no parecezcan mentiras. Cuando las verdades tengan complejos. Cuando nos den la razón los espejos. Cuando nos compren por menos de nada. Cuando nos duerman con cuentos de hadas. Perdón por el plagio -obra derivada que diría un moderno-, a mi admirado Sabina, poeta canalla donde los haya. Y últimamente, dócil ciudadano de los de ceja en mano, verbo ambiguo, pernil flaco y talante en derredor.


2 comentarios:

bogar dijo...

Como siempre me descubro.Saludos

Anónimo dijo...

Leo en tu taberna mientras escucho esto en el portátil.
Tu entrada complementa la imagen de lo que escucho.

Una experiencia alucinante, digna de una gran fusión.