El nuevo Ministerio de Igualdad no tiene apellidos. Aunque se intuye, no queda claro si se refiere a la igualdad de las mujeres con los hombres, de los capaces con los inútiles, de los afanosos con los holgazanes... No se sabe muy bien si la carencia de apellidos se debe a una calculada ambigüedad o a su naturaleza de hijo bastardo.
Preferiría pensar, aunque yerre, que ni lo uno ni lo otro. Que se refiere a la igualdad de derechos entre todos los ciudadanos. A la igualdad con i mayúscula. A la igualdad de oportunidades. Y entonces sí. Entonces sí que tiene tarea en esta España diversa. Empezando por la significativa paradoja que supone su propia creación.
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3 comentarios:
En su primera intervención, la ministra ha dicho que la igualdad es el valor más importante en una democracia.
Como diría Antonio Ozores: "no, hija no".
El valor más importante de una democracia es la LIBERTAD. Hay dictaduras en las que hay mucha igualdad.
Que la igualdad sea un valor importante, de acuerdo, pero no el que más.
No recuerdo que en lemas contra ninguna dictadura se grite "¡Igualdad!, ¡Igualdad!". Se grita: "¡Libertad!, ¡Libertad!".
Espero que al ministro de agricultura no se le ocurra decir que el valor más importante de una democracia sea la agricultura.
Ah, no, que ya no hay ministerio de agricultura.
Eso digo yo. ¡Vaya tela que tengamos que crear un ministerio así en un país que es referencia mundial en derechos sociales!. Es como si vas a que te trate la caída del pelo un médico calvo.
Mientras, aumentan las mujeres muertas después de una pomposa ley de violencia de "género", los menores acojonan a sus padres sin que este género, el de padres, esté contemplado en la igualdad y los accidentes laborales son el parte del tiempo, al final de telediario y por costumbre.
Hay que mirar al cielo.
A mi es un Ministerio que sinceramente me desconcierta...pero no solo por el nombre de pila.
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