El sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda emitió ayer una nota de prensa -no hay enlace directo porque no la he encontrado en la propia página del sindicato, aunque hay amplias referencias a ella en la prensa-, en la que afirmaba que la subida de impuestos a las rentas más altas -las superiores a 60.000 euros al año-, sólo representan el 3,7% de la recaudación, por lo que carecen de potencia recaudatoria. Vamos, pura demagogia.
Pero si menciono esa nota no es por las obviedades que contiene, sino por la gravedad de lo que afirma. Abogan por otras medidas. Fundamentalmente, la necesidad de combatir el elevado fraude fiscal, que cifran en 90.000 millones de euros al año. Y añaden que España es actualmente el tercer país de la UE de los 15 con mayor fraude fiscal, tras Grecia e Italia. Y que bastaría con utilizar los recursos disponibles y seguir los modelos de prevención implantados en otros países como Alemania, para reducir hasta en diez puntos el volumen de la economía sumergida, lo que supondría una recaudación extra de unos 38.000 millones de euros. Y que-¡ojo al dato!-, "no existe voluntad política ni decisión para luchar contra el fraude"
No olvidemos que todo este invento del Estado gira alrededor de los impuestos que pagan los ciudadanos, y que la equidad debería ser uno de los pilares sobre los que se apoye cualquier sistema fiscal democrático. Si estos señores del sindicato lo tienen tan claro ¿qué pierde el gobierno poniendo en marcha sus propuestas? En el peor de los casos, nos quedaríamos como estamos, así que poco hay que perder. Porque la acusación es de tal gravedad, que en cualquier otro país distinto de España provocaría un escándalo capaz de defenestrar a un gobierno. Y aquí, ni están ni se les espera. Es más fácil tensar los nudos de quienes ya están atados y tirar por la calle de en medio. Sobre todo cuando no se sabe callejear.
Ya veremos como al final, el verdadero esfuerzo de mantener este hipertrofiado Estado del Bienestar y enmendar los monumentales errores de la panda de inútiles que nos gobiernan recaerá, una vez más, en la clase media trabajadora: los profesionales más cualificados que están encadenados a una nómina. Porque la propia naturaleza del impuesto implica que los trabajadores menos cualificados -con menores salarios-, y los ricos -sin nómina y con sofisticados instrumentos financieros y jurídicos a su servicio-, apenas paguen IRPF.
9 comentarios:
Pues es un alivio. Mi jefe antes de irse de vacaciones nos dijo, que en Diciembre la crisis iba a ser desorbitada en España. Y al escuchar a Zapatero decir que van a subir los impuestos a las rentas más altas, he dicho, juer...¿hasta ese punto no tenemos pasta?.
Si solo es demagogia...podemos respirar.
Un beso, Tato
DIOS MÍO QUE MIEDO.
Espero que no lleguemos a ese punto, si no pobre de los que tenemos nóminas... siempre estamos pillaos, qué injusto.
:)
Es más que probable que tu jefe, que por lo que alguna vez has contado debe ser un cabrón con pintas, tenga razón, querida Mangeles. De todas formas, si tú eres mileurista no tienes nada que temer. ;-)
Querida Karol_a, ya estamos en ese punto.
Besos acojonados
Illo, Tato, qué es la teoría de los seis grados.
Abrazos.
Vale, vale, ya lo sé. Entre Serrat y yo hay sólo una persona, fíjate. Y entre el rey y yo hay...a ver...dos, quizá tres. ¡¡Te cagas!!
Para que los que entren no se pierdan, Juanma se refiere a esto, sobre un comentario que hice en un blog vecino.
Fíjate, querido Juanma, que entre tú y yo, que no nos conocemos, sólo hay un grado. Desde luego, muy poco para una juerga. ;-)
Un abrazo
Parece que hemos tenido telepatía cuando pensamos estas entradas, la tuya y la última mia, en el mismo sentido.
Yo tengo claro y así lo digo de a quienes nos toca de nuevo el apretón.
Saludos
Al final, se subirán los impuestos a las rentas más altas, de cara a la galería, y los impuestos indirectos (una vez más),para llenar la saca.
Saludos.
Sin duda, Juan Carlos, política progresista donde las haya.
Un abrazo
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