miércoles, 26 de agosto de 2009

De donde no hay... (X)

Resulta obvio que ni todos los que obtienen un título académico son listos, saben expresarse y argumentar, tienen criterio o son razonablemente cultos, ni todos los que no lo tienen son tontos y manipulables, no saben debatir seriamente o son unos ignorantes. Doy fe de ambas circunstancias. Y además, para los incrédulos ahí están las hemerotecas.

Sin embargo, no me negarán que es mucho más probable que los primeros sean más brillantes y eficientes que los segundos. Imagino que tampoco dudarán de que es preferible que quienes nos gobiernen sean los mejor preparados, los más formados y los más honrados, aunque esto último nada tenga que ver con su nivel académico.

Viene todo esto a que el Ministerio de Política Territorial ha hecho pública una nota de prensa -ya me gustaría a mí echarle un vistazo a los datos completos, pero curiosamente no están disponibles-, en la que se describe el perfil de los concejales españoles. Y lo primero que llama la atención es que más del 26% de los concejales y del 22% de los alcaldes No saben/No contestan (NS/NC).

Puede que no sepan leer, o que no sepan escribir, o que se avergüencen, o que pasen olímpicamente de los ciudadanos aunque sean licenciados. En cualquiera de esos casos, y especialmente en el último, serían merecedores de estar incluidos en uno de los tres primeros apartados, lo que arrojaría el siguiente resultado: más de la mitad de los concejales y alcaldes de este país, o carecen de estudios o sólo poseen los estudios obligatorios, y sólo alrededor del 25% posee estudios universitarios.


9 comentarios:

mangeles dijo...

Está claro que la política, y la política municipal en particular, no es algo a lo que se dediquen profesionales muy cualificados. Supongo que es normal. Un arquitecto, un ingeniero, o un psicólogo,o un licenciado en derecho, pueden conseguir mejores ingresos económicos dedicándose a sus respectivas profesiones.

Lo de ns/nc es una barbaridad...lo más seguro es que no tengan estudios y por ello no contestan.

Un beso Tato.

Y ponme un gazpachito fresco anda....

José Miguel Ridao dijo...

Es normal, Tato, la vida política requiere una preparación intensiva y a tiempo completo desde muy temprano, y eso no deja hueco para la universidad. Les pasa como a los futbolistas, pero trabajando todavía menos.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hay gazpachito? ay yo quiero uno, bueno Tato, así es, doy fe de ello en algunos casos, puedo asegurarte que la secretaria misma del alcalde y algunos concejales del pueblo donde me crié, cerquita de la capital, no tienen ni el graduado, y los concejales no saben ni hablar y no disponen de cultura alguna, y eso lo sé... y uno en concreto, acaba de ser detenido por delitos de robo y falsedad de documentos en el beneficio de una de sus empresas y aparte de eso, ha estado en tratamiento psicológico durante años, entre otros diagnósticos el de ser bipolar, te imaginas? eso no puede ser, y lo sé muy bien. Hay a quienes no solo les falta cultura sino razonamiento y ahí están, velos... de concejales... aggg.
Tú siempre al pie del cañón Tato , tenías q estar en otro sitio tú eh...
UN besote. Karol_a

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Estoy de acuerdo con tu planteamiento pero discrepo de que el tener estudios sea condición de lograr ser más brillante y eficiente como consideras probable.
Yo no tengo ninguna titulación oficial y mis conocimientos y experiencia profesional hacen que sea una persona bastante considerada y valorada en mi profesión.
Por mi trabajo tengo relación con muchos licenciados y diplomados y el que es tonto lo más que consigue es ser un tonto ilustrado.
Ponme un tintito por favor, que ya va siendo hora.
Un abrazo

Er Tato dijo...

El problema Mangeles es que la política en este país está, a la vista del personal que nos gobierna, excesivamente bien pagada, pero muy mal pagada si nos gobernasen los mejores. ¿Solución? Que se pague más, pero que los ciudadanos seamos muchísimos más intransigentes con los inútiles y los que sean y parezcan deshonestos. Yo estoy dispuesto porque, a la larga, nos saldría más barato.

¡A usted le cabe el Mani atravesao, señor Ridao!

Pues claro que hay gazpachito, querida Karol_a. Ahí va una jarrita fresquita para la parroquia.

Bueno Rafael, no tengo tan claro que discrepemos, salvo que tú opines que una persona sin formación tiene más posibilidades de hacer mejor su trabajo que una formada, porque entonces sí que discrepamos absolutamente. Pero vamos, que ahí va ese tintito y lo que haga falta.

Besos y abrazos

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Está claro que la formación siempre es necesaria.
Lo que quiero decir es que la formación se puede adquirir sin haber ido a una universidad.
Yo he dedicado muchos estudios a la formación que tengo profesional ahora, pero no hay nada que lo certifique salvo el desarrollo de mi trabajo diario.
Tuve un compañero que me lo decía muy claro: Siempre estaba preguntándome como abordar problemas y cuestiones que sabes se dan en las obras y un día le dije: Eduardo, el Ingeniero Técnico eres tú de modo que algún día tendrás que empezar a tomar decisiones. Me respondió: Yo ya tengo el papel que dice que el Rey me ha concedido el título para poder firmar el proyecto así que si me lo haces tú, eso que me ahorro.
Creo que esta anecdota muestra a las claras lo que quiero decir.
Un abrazo

Juan Carlos Garrido dijo...

Donde nacio un servidor, la mayoría de los pueblos no pasan de doscientos habitantes, y es alcalde quien se resigna a serlo (no aventuro a imaginar peor oficio, si es que esta tarea masoquista estuviese remunerada).

Bastante tienen los pobres con lo suyo.

Er Tato dijo...

Pues ese compañero tuyo, amigo Rafael, es un pésimo profesional, pero su problema es de actitud y ésa, por desgracia, no tiene nada que ver con los títulos.

Es cierto lo que dices, Juan Carlos, pero esos alcaldes no necesitan mucho más que ser buenas personas y sus decisiones no hunden a un pueblo. Yo me refería al 90% de los alcaldes y concejales restantes.

Abrazos

Juan Carlos Garrido dijo...

Tato:
Mi experiencia me indica que esos alcaldes que citamos tienen que saber más que un doctor de la Iglesia: deben conocerse al dedillo los vericuetos administrativos nacionales y autonómicos para no perder ni una subvención y que el pueblo se asfalte y le arreglen los caminos. Tiene que saber dónde están las tomas de fuerza cuando vienen los músicos, dónde se corta el agua cuando se hace alguna obra y si se puede edificar de este modo o del otro (no hay perito municipal).

En fin, la lista es demasiado larga, pero, desde luego, se ganan más el sueldo que los que lo cobran.