jueves, 23 de octubre de 2008

Y ni siquiera se pone colorao

El cuarto poder del Estado, el presidente del Senado, ha propuesto que cuando un diputado falte a causa de una baja por maternidad, paternidad o enfermedad, salga otro diputado de la otra parte. Dice que eso se hace con toda normalidad en otros países, pero no dice en cuáles. ¿Algunos de los parroquianos lo sabe para que nos ilustre?

Después de lo que ocurrió en el Parlamento andaluz a cuenta de las bajas, las votaciones y el miembro de Zarrías -que no me digan que no es clavadito a Pilón, el de Popeye-, no es extraño que anden preocupados. Lo que no explica el señor Rojo, cuya evolución respecto de su postura frente al terrorismo y el nacionalismo vasco ha sido tan meteórica como interesada, es quién deberá salir, si uno del PP, del PNV o de UPyD. Tampoco explica, cuando dice que debería salir un diputado de la otra parte, si se refiere a alguien que iba a votar distinto, para lo que debería preguntársele previamente el sentido de su voto, o si sólo es uno de distintas siglas, aunque el sentido de su voto coincidiera con el enfermo. Ni qué trozo de diputado del otro bando -el miembro o la miembra-, debiera salir, porque no pretenderá insinuar que si enferma un diputado del PSOE, que es menos del 1% de su representación parlamentaria, salga por ejemplo un diputado, en este caso diputada, de UPyD, que supone el 100% de su representación.

En cualquier caso, reducir la actividad parlamentaria a ganar o perder votaciones sólo es una muestra más del concepto que de la democracia tienen nuestros partidos y, por extensión, nuestros políticos. ¿Dónde queda el debate parlamentario? ¿dónde la voluntad de acuerdos por el interés general? Y por cierto, ¿después de treinta años se dan cuenta de este pequeño detalle, que en palabras del señor Rojo crea una "situación de injusticia y poco entendible"? Hombre, para situación injusta y poco entendible, nuestro sistema electoral ¿alguna propuesta, señor Rojo?


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que ya lo dije una vez por tu taberna, pero viendo como se toman algunos el papel de diputados o senadores propongo una cosa.

Un sólo representante de cada partido en el Congreso o el Senado y que cuyo voto valga el número de diputados o senadores que haya conseguido dicho partido en las elecciones. Nos ahorramos los bochornosos espectáculos como ver los escaños vacios en pleno debate sobre la crisis. Y también nos ahorramos un dinerillo.

Sobre Zarrías yo siempre pensé que cada día se parecía más a su caricatura, pero lo de Pilón está bien visto, claro que éste comía hamburguesas y Zarrías come los frutos del mar.

Margarita dijo...

Yo creo que, a juzgar por lo que pagamos a sus señorías, éstos deberían asistir siempre a los plenos, las sesiones y los debates... sin excusa. Debería estar prohibido parir y si paren, que se paguen una señora que se quede con la prole, pero que vayan a trabajar como hacermos l@s autónom@s y profesionales liberales, que no nos damos los lujos de las bajas; si se ponen malitos, que les acompañe el médico al congreso, que seguro que el sueldo le das para eso y más y si se ausentan simplemente porque están con la querida (lo que ocurre sin duda más de lo que suponemos), que sean expulsados sin más trámite, porque ciertamente, es un escándalo bochornoso ver cómo los diputados pasan ampliamente de cumplir con sus obligaciones, incomparecen al congreso y, a pesar de todo, tienen apartamento en Madrid, coche oficial, guardaespaldas, móvil institucional, sueldo millonario y miles de prevendas presentes y futuras. Y los de a pie, pasando fatigas para llegar a fin de mes.

Tato, lo siento, esto es una intrusión... pero me han hablado mucho de tu blog y me picó la curiosidad. Prometo no molestar.

Jesús qué coña

Er Tato dijo...

Hombre, maese, lo que le faltaba al Zarrías es jartarse de hamburguesas. Tú dale ideas y termina mandando a los de Delphi al McDonald para que aprendan inglés...

Bienvenida a la taberna, Margarita. ¿Qué es eso de no molestar? Aquí, o se viene a molestar o no se viene. Por cierto, a la primera ronda invita la casa.

Abrazos y besos

Pasión dijo...

En España el Senado no vale para nada, hasta que no demuestren lo contrario: LA SABIDURÍA.

Está lleno de estúpidas/os, vámos que nos cuesta un dineral.

Y, ¿qué decir de los Parlamentos Autonómicos, con reunirse una vez al año?, ya sería suficiente. Nos ahorraríamos muchísimo dinero.

Desde Andalucía cambiemos la Ley Electoral.

Juan Antonio González Romano dijo...

El símil con los autónomos que propone Margarita me parece muy acertado. ¿Por qué han de preocuparnos las bajas de los diputados, que tan poco hacen, mientras a la administración le importa un bledo la baja de un autónomo, un secretario judicial, un maestro, un médico, etc, etc? ¿Acaso no son mucho más necesarios para la vida de un país los trabajadores de a pie que los políticos que se lo llevan calentito por el hecho de darle al botoncito siguiendo las instrucciones de sus jefes?

Juan Carlos Garrido dijo...

Si a los diputados los eligen los partidos y los ciudadanos nos limitamos a ratificarlos, es normal que el parlamento sólo sirva para hacer acto de presencia en las votaciones.

En cualquier caso, a los senadores se les elige directamente, razón por la cual suelen salir los que su apellido empieza por A, ya que en las listas van por orden alfabético y el votante medio no conoce a ninguno de los candidatos, pues viven en un olimpo político y parlamentario que raras veces roza con el mundo real.

Lo ideal, como sucede en otros sitios, es que tu tengas tu representante de distrito, que se elija a título personal, que sea quien te reciba cuando tienes alguna pega y defienda tus intereses en el parlamento y dentro del partido.

Eso sí que es democracia representativa; lo nuestro es una forma de representar estadísticas (como los gráficos de barras)

Saludos.

canalsu dijo...

Estamos gobernados por el delegado de aula del instituto y su pandilla.