martes, 7 de octubre de 2008

Además de parecer coherente, hay que serlo

La pasada semana tuvo lugar un encontronazo en la Comisión Constitucional, protagonizado por Rosa Díez -mi querida Rosa Díez-, un tal Torres Mora y el incombustible Alfonso Guerra, presidente de la Comisión. Tuve conocimiento del navajeo barriobajero a través de un vídeo, extracto de la sesión de la citada Comisión, que circulaba por la red. Cuando lo vi, lo que me llamó la atención no fue tanto la vergüenza ajena que me provocaba una parte de la intervención de ese tal Torres Mora -razón de ser del vídeo en cuestión-, sino un breve pero contundente comentario, no exento de sarcasmo, del Presidente de la Comisión en contestación a los reproches de Rosa Díez. "Yo le he admitido la máxima contradicción, sostener lo blanco y lo negro en esta Comisión en el día de hoy", contestaba el señor Guerra a la queja de la brava diputada.

Picado por la curiosidad de esas palabras -sostener lo blanco y lo negro...-, busqué la transcripción de la sesión. Y allí estaba. Resulta que uno de los puntos del orden del día era una proposición no de ley, presentada por el Grupo Parlamentario Mixto y defendida por Rosa Díez, con la que se pretendía erradicar la práctica del mailing. En el diario de sesiones se puede leer la intervención de la señora Díez (pág. 24 y ss.) y en el vídeo de la sesión, si avanzan hasta las 2h:46m:48s, la pueden escuchar.

Desde luego, hasta un buen escribano echa un borrón, pero presentar una proposición no de ley y aceptar simultáneamente una enmienda que propugna todo lo contrario, convirtiéndose de facto en una enmienda a la totalidad, cuestiona la coherencia de la señora Díez y del partido que la sustenta. Y lo digo con tristeza porque daña el mayor capital político de la señora Díez: su coherencia. Quienes, desde sus filas, han dado publicidad a este video, no han medido bien las consecuencias. Airear los errores ajenos pensando que, de paso, no se van a airear las vergüenzas propias es un error del que debieran tomar buena nota. Es cierto que desnudando la propuesta y la enmienda de partidismo y mala leche -¡qué iluso!-, se comprueba que aparentemente persiguen un objetivo similar: intentar reducir el ventajismo de partida -¿quién dijo aquello de igualdad de oportunidades?- que en cada proceso electoral poseen los partidos que ya están en el poder. El problema estriba en que impulsan ese objetivo desde posiciones totalmente antagónicas, por lo que resulta difícilmente entendible el planteamiento de la señora Díez.

Y una última cuestión. ¿Cómo se explica que en la votación sólo haya habido un voto a favor (pag. 29) cuando debieran ser dos, el de quien hace la proposición no de ley y el de quien propone la enmienda que es asumida por la autora de la proposición?

En fin, alguno pensará, ¡con la que está cayendo y el tabernero se pone en plan tiquismiquis! Vale. Acepto la crítica. Pero háganla extensiva también a estos pollos de la Comisión Constitucional. Y continúen con el resto de Comisiones, pasando por algunos ministerios y terminando por el propio Parlamento.


1 comentario:

bogar dijo...

Sabes que el Presidente del Gobierno tiene prohibido que le dirijan la palabra fuera del Congreso a todos los "señores" del PSOE y el mismo no la llama por su nombre de pila.Ademas de parecer incoherentes y serlo,son unos indignos.Saludos y gracias por tenernos al dia sobre la lamentable actualidad.