A mí lo que me da una rabia horrible es lo que está -y no se ve- a la “izquierda” de la foto, que es hacia donde miran y de lo que se ríen. Porque eso que está en tan ideológico lugar somos nosotros, un inmenso y estafado nosotros.
A la “vergüenza” de JLM, añado una tristeza enorme.
Al Tato le encanta provocar. Por eso ha abierto esta taberna desde la que vierte sus opiniones, cuenta sus vivencias o reflexiona sobre lo humano, que lo divino le queda algo lejos. Acodado en la vieja barra de madera ennegrecida con aroma a vino rancio, barrica y salitre de altramuces, espera curioso la polémica, el comentario o la opinión de alguien que discrepe, que para alabanzas ya tiene uno su ego.
5 comentarios:
No pongo un /*No Comment*/ para no repetirme, pero ciertamente, estoy de acuerdo, esto no tiene comentarios.
¿Y por qué será que tanta gente no le acaba de coger la gracia?
Saludos.
¡Qué vergüenza!
Saludos
A mí lo que me da una rabia horrible es lo que está -y no se ve- a la “izquierda” de la foto, que es hacia donde miran y de lo que se ríen. Porque eso que está en tan ideológico lugar somos nosotros, un inmenso y estafado nosotros.
A la “vergüenza” de JLM, añado una tristeza enorme.
No te preocupes, Lisset, puedes redundar mientras ellos rebuznan.
Suele pasar que cuando no tienes para comer, se te agria el carácter y claro, luego te acusan de esaborío, Juan Carlos.
Pues sí, JLM, pero a ellos no parece afectarles demasiado...
Si al menos fuera una tristeza elegida, amigo Antonio...
Besos y abrazos a discreción
Publicar un comentario