No es la primera, ni la segunda, ni la tercera vez que lo escribo. Ni lamentablemente será la última. Ya se intuía con la sentencia del Supremo en la que hubo cinco votos en contra y se confirma con la sentencia por unanimidad del Tribunal Constitucional: es legal que Iniciativa Internacionalista se presente a las elecciones europeas. Y la Ley de Partidos, de tan al filo de lo imposible que la parieron, sigue dibujando estos lamentables retratos tanto de la justicia como de la democracia. Y de las dos más altas instancias judiciales del Estado.
Después, cuando algunas decenas de miles de ciudadanos los hayan votado en Europa, algunos sacarán lápiz y papel, harán algunas cuentas y concluirán que las últimas elecciones autonómicas del País Vasco no fueron trigo limpio. ¿De verdad había necesidad de trucarlas? De cualquiera que sea la respuesta que se le dé a esa pregunta, se concluye más debilidad para la democracia.
3 comentarios:
Si. Somos espléndidos. Se ha visto después, cuando se han tomado la píldora del conocido d
Me ha faltado el final: "ía". Es un simple fallo de teclas. No una marcha atrás.
Además, ha sido sin querer. Te lo juro.
Sí, sí. Eso se lo dirás a todas...
Un abrazo
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