domingo, 16 de septiembre de 2007

El falso debate de las cuatro asignaturas

Se han escuchado en los últimos días diversos argumentos, a favor y en contra, de la decisión del gobierno de permitir que un bachiller pueda pasar de curso con cuatro asignaturas suspensas.

De entre los argumentos favorables, el que me ha parecido más razonable es el que le escuché a Rubalcaba, a la sazón uno de los padres de nuestro deteriorado sistema educativo actual. Dijo que de lo que se trata es de que un alumno que ha suspendido entre una y cuatro asignaturas, no tenga que repetir también las superadas y pueda matricularse sólo de las suspensas, completando la carga lectiva con asignaturas del curso siguiente. En definitiva, trasladar el modelo de la Universidad al bachillerato. Según él, esto permitiría no desincentivar a los alumnos, cosa que ocurriría si les obligamos a cursar asignaturas aprobadas y les lanzamos el mensaje de que los esfuerzos realizados para éstas no le han servido de nada.

Estoy de acuerdo. Me parece más razonable exigir que se aprueben todas las asignaturas, aunque un alumno tenga que emplear tres años para aprobar dos cursos, que permitir la aberración de que pasen de curso "limpios" aunque no aprueben algunas asignaturas si ya han repetido una vez, como sucede en Primaria. De esta forma, el alumno aplicado verá cómo se penaliza al vago con un año más y el vago se sentirá tratado de una manera más justa.

Ahora bien, la flexibilidad que aporta la nueva medida debería venir acompañada de un endurecimiento de los contenidos del bachillerato (también del resto de ciclos), porque si no, el resultado final percibido por el alumno será el de una suavización de la exigencia y del esfuerzo. Y los jóvenes, y no tan jóvenes, de este país no andamos precisamente sobrados de referencias que transmitan esos valores.

Para muestra del deterioro del nivel académico, un botón. Ojeo un libro de mi hijo, que ha elegido la opción A del último curso de ESO (antiguo 2º de BUP). La asignatura se llama Matemáticas Avanzadas y se supone que es la de mayor nivel de exigencia. Se me ocurre desempolvar mi libro de matemáticas de 2º de BUP, cuyo contenido debiera ser equivalente e incluso inferior, y compararlos. Ni rastro de un mísero logaritmo; los límites finitos, tanto de sucesiones como de funciones, brillan por su ausencia, no digamos los infinitos; y qué decir del concepto de derivada y sus métodos de cálculo, que ni se intuyen.

Fajarse en el debate de si se debe o no pasar de curso con cuatro asignaturas obviando el nivel de las mismas es perder el tiempo. El verdadero debate debería centrarse en las medidas a tomar para que el nivel de exigencia de los contenidos aumente de forma considerable, en un país donde nuestros adolescentes son más altos, más fuertes, más sanos y más inteligentes que las generaciones anteriores porque se alimentan mejor, tienen acceso a más tecnología y tienen a su disposición cantidades ingentes de información.


4 comentarios:

el aguaó dijo...

"Nuestros adolescentes son más altos, más fuertes, más sanos y más inteligentes que las generaciones anteriores porque se alimentan mejor, tienen acceso a más tecnología y tienen a su disposición cantidades ingentes de información" sí, sí, pero el nivel de formación es inferior al antiguo. Parece que conforme avanzamos en el tiempo se hacen las cosas peor. El nivel de exigencia es mínimo y se van derribando las 'barreras' de dificultad.

Si se va a instaurar una nueva flexibilidad, como bien dices, se debería exigir más.

Un fuerte abrazo.

canalsu dijo...

A mi no me parece bien, tato. En la universidad tienes varios años para estudiar "por asignatura". En Bachiller sólo tienes dos, tres… La sensación bastante extendida entre los chicos es la que se acentúa: no pasa ná.

Otra cosa, como bien dices es la de los contenidos. Mejor ni hablar. Antes, las universidades ponían el grito en el cielo por la base que traían los chicos, ahora se van acostumbrando. Lo malo es cuando los universitarios llegan, por ejemplo, a la empresa donde trabajo. Creo que no hará falta que te lo cuente.

Er Tato dijo...

En efecto no es necesario que me lo cuentes, pero sí me gustaría que me contestases por qué no te parece bien que chavales de 16 años tengan la opción de cursar sólo las asignaturas suspensas. ¿Qué ventajas tiene que vuelva a cursar las aprobadas?

Y no me digas que es cuestión de transmitir disciplina y el valor del esfuerzo, que sin duda hace falta, pero no así. Cuando un chaval suspende en primero de bachiller 3 asignaturas o es un vago o tiene alguna dificultad.

En el primer caso, deberían ser los padres los que les pusieran las pilas y no exigir que sea el sistema educativo (¿siempre papá Estado al rescate?) quien les obligue a repetir las asignaturas aprobadas. Incluso podría plantearse que fuese opcional por parte de los padres que repitieran o no las aprobadas.

En el segundo, el propio sistema aportaría la flexibilidad suficiente para no penalizar injustamente a los alumnos que se esfuerzan, pero que tienen alguna dificultad. Y esta medida podría cumplir ese objetivo.

Hasta podría ser interesante extenderla al último ciclo de ESO.

Eso sí, debería incrementarse simultáneamente el nivel académico y de exigencia de manera importante.

Saludos

canalsu dijo...

¡Cómo no voy a estar de acuerdo con no tener que repetir lo que tienes aprobado! Pero ese no es el tema, tato, el asunto es qué te hace creer que esos mismos chicos no volverán a suspender esas cuatro al año siguiente. No es problema de cantidad, sino de calidad. Me pongo el primero, hablamos de ellos desde nuestros recuerdos y hoy eso no es así. Esto no es más que una medida para salvar el culo a los políticos que no saben cómo afrontar el problema que se les presenta cada vez que se alternan en el poder y tienen que justificar que la semilla de un país no les importa ua mierda.