miércoles, 29 de agosto de 2007

La cultura de la subvención y la subvención de la cultura

En su comparecencia de hoy en la comisión de Cultura del Congreso, el nuevo ministro de la cosa ha anunciado que incrementará el Fondo de Protección de la Cinematografía hasta los ochenta y cinco millones de euros. Todo ello con cargo a los presupuestos, "of course".

Y todo porque el cine español no gusta a los españoles. Tampoco a los foráneos, dicho sea de paso. Ni vamos al cine a ver nuestras películas, ni premiamos con la tan ansiada "cuota de pantalla" a las televisiones que las programan.

Resultado de todo ello: no es rentable hacer cine en nuestro país. Si el cine español es malo, que no digo yo que lo sea, ¿por qué hay que premiarlo regalándole el dinero de todos? Si lo que mi empresa produce no gusta a los clientes a los que van dirigidos mis productos, la solución no es que el Estado, que no el Gobierno, subvencione mi producción para que pueda seguir fabricando algo que nadie compra, sino ponerme las pilas para ser competitivo o cerrar la empresa.

Alguien podría argumentar que estamos hablando de cultura y no de algo tan "vulgar" como el comercio de bienes y servicios. Pero ¿es cultura aquéllo que, según dicen, no gusta a casi nadie?¿quién decide en esos casos lo que es cultura y lo que no? Si es posible hacer películas que permiten pagar a los actores, al director y al productor millones de euros cuando el resultado gusta al personal, habrá que concluir que la subvención de aquellas producciones que no gustan es un premio a la ineptitud.

No es sano para la sociedad que la cultura, y mucho menos la actividad económica en general, dependa de las subvenciones para su subsistencia. Cuando los ciudadanos no están dispuestos a pagar un determinado precio por ver una película, leer un libro o comprar un cuadro, se está poniendo de manifiesto que el valor percibido por aquéllos respecto de estos "productos" culturales, es considerado inferior al valor económico del dinero del que se tendrían que desprender para adquirirlos. Pretender eliminar ese diferencial a base de subvenciones creyendo que con ello se fomenta la cultura, es de una ingenuidad sólo digna de políticos demagogos.

Si de verdad se desean ciudadanos cultos, formados e informados, ofrézcanles una educación y una enseñanza pública exigente y de calidad. Lo demás, estar dispuesto a gastarse el dinero en un buen libro renunciando a otras alternativas de consumo, vendrá por añadidura.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Además, el artista se crece ante la adversidad. El artista ha de ser creativo, y la comodidad no estimula la creatividad. Es un hecho experimental. Así que lo que logran es que nuestros cineastas no se pongan a crear, a pensar, a buscar, a imaginar, a solventar impedimentos y saltar dificultades.

Muchas veces de toda la obra de un artista se salva un ejemplar, pero el artista es el que se pone a tiro de la musa inspiración y eso requiere una disposición creadora habitual.

Así que les están haciendo un flaco favor. Y si yo fuera independiente, me negaría a recibir dicha subvención.

canalsu dijo...

Isabel lleva razón a medias. El escritor que acaba de dejarnos no estaría de acuerdo con ella, el tio buscaba la comodidad para poder escribir antes que nada, otra cosa es el rigor.
Bien es cierto que no hay demasiados Umbrales en el cine, sino mucho traje "umbraliano" que llevan la "Cultura por güevos" como bufanda. Un adorno superficial, más que nada. Les dices, oye, ¿por qué no te quitas esa pijada con el calor que hace?. Porque se me vé el gañote.

el aguaó dijo...

El cine español no es el preferido de los usuarios de este medio de entretenimiento, y la prueba la tenemos en los beneficios obtenidos por películas extranjeras, que doblan y triplican algunas cintas castellanas. Si a esto le añadimos la posibilidad de obtener ingresos sin hacer nada por remediar su situación, podemos encontrarnos un mercado aún peor.

No creo que una subvención sea la panacea del cine español.

Un fuerte abrazo querido Tato.

Anónimo dijo...

Fomentar la cultura a base de subvenciones es ganas de tirar el dinero de todos y mas si esa subvención va para el cine español que no interesa a casi nadie y que su calidad deja mucho que desear.