miércoles, 9 de julio de 2014

Oler, lo que se dice oler, huele que apesta...

Eso de que es una propuesta irreprochablemente democrática -Rajoy dixit-, que el alcalde sea el de la lista más votada será según y cómo. Sobre todo conociendo el percal.

Porque si de cinco partidos, uno obtiene el 21 por ciento de los votos y los demás menos, ¿es irreprochablemente democrático que gobierne aquél, si el 79 por ciento de los votantes no desean que lo haga? ¿O lo irreprochablemente democrático es que, cuando no ha habido mayoría absoluta, los votantes decidan en segunda vuelta ?

Cuestión bien distinta es que sea el momento oportuno, porque de esto ya hablábamos por aquí hace más de siete años. Tiempo ha habido, pero allí seguimos siete años después.

En fin, que oler, lo que se dice oler, huele que apesta... Pero a lo mejor sólo es mi olfato, que se ha vuelto demasiado delicado.


2 comentarios:

Dyhego dijo...

Don Tato:
Me gustaría poder elegir al alcalde como se elige a un presidente en una república: mayoría absoluta o si no, segunda vuelta. Pero nada de listas cerradas.
En fin, soñemos.
Salu2.
¿Pone usted un café descafeinado? Gracias.

Er Tato dijo...

Y a mí también, pero no sé por qué me da en la nariz que no es eso lo que plantea Rajoy...

Ahí va ese descafeinado.

Saludos