miércoles, 2 de julio de 2014

Ni un solo español...

Dice nuestro presidente que "no hay ni un solo español que ya el año que viene vaya a pagar lo mismo o más impuestos, todos menos".

Debe ser que cuando uno se acostumbra a mentir, a no decir lo que piensa, termina por no pensar lo que dice. Manipular sobre asuntos opinables es relativamente cómodo porque siempre se podrá decir que es una cuestion de perspectiva. Pero mentir sobre asuntos absolutamente objetivos y comprobables es de estúpidos. O de gente que se sabe por encima del bien y del mal. Comprobemos la afirmación del presidente.

Imaginemos un contribuyente, por ejemplo un director de Recursos Humanos de una empresa mediana, con una base liquidable de 60.000 euros. Imaginemos que este contribuyente vende por 75.000 euros un pisito que tiene en la costa y que adquirió en 1.986 por 13.000 euros, unos dos millones de pesetas. Imaginemos que tiene unos ahorrillos invertidos en acciones de Telefónica que le han reportado este año 1.000 euros en dividendos. Imaginemos, finalmente, que la empresa le entrega un incentivo anual por cumplimiento de los objetivos en forma de acciones propias por un valor de 9.000 euros.

Cuando en 2015 haga la declaración de la renta correspondiente a 2014, arrojará el resultado que se refleja a continuación. Obviaremos las deducciones en los cálculos por simplicidad, aunque el resultado no variaría sustancialmente si las contemplásemos y, en cualquier caso, lo haría en perjuicio del contribuyente.
  • Por la base liquidable general de 60.000 euros pagaría 20.231,19 €.
  • Por la ganancia patrimonial procedente de la venta de la vivienda no tendría que tributar, pues al haberla adquirido en 1.986, esa ganancia patrimonial sería cero aplicando los coeficientes de actualización y abatimiento en vigor. Estos coeficientes pretenden eliminar el efecto de la inflación a lo largo de los años y que el contribuyente no tribute por ganancias ficticias resultado de una variación nominal y no real del patrimonio.
  • Por los dividendos recibidos de la acciones no deberá tributar, pues los primeros 1.500 euros recibidos están exentos.
  • Por el salario en especie que supone la entrega de acciones por parte de la empresa tampoco deberá tributar, pues hasta los 12.000 euros están exentos siempre que se mantengan al menos durante tres años.

Si aplicáramos a este mismo ejemplo el anteproyecto de ley, los cálculos serían los siguientes:
  • Dado que se ha eliminado la exención de tributación de la entrega de acciones al trabajador, la base liquidable pasaría de 60.000 euros a 69.000 euros, al tener que contabilizar dicha entrega de acciones como rendimiento del trabajo. La cuota que correspondería a esa base liquidable asciende a 23.545 €.
  • Por la ganancia patrimonial procedente de la venta de la vivienda deberá tributar, pues la reforma elimina los coeficientes de actualización y abatimiento. Así, el importe de esa ganancia, que se integra en la base del ahorro, ascendería a 62.000 euros, correspondiéndole una cuota de 13.760 €.
  • Por los dividendos recibidos de la acciones deberá tributar, pues se ha eliminado la exención de los primeros 1.500 euros. Dado que este importe viene a incrementar la base del ahorro calculada en el punto anterior, tributará por el tipo marginal resultando una cuota de 240 €.

Sumando todos lo conceptos, la cuota ascendería a 37.545 €. Comparando lo que pagaría ese contribuyente antes de la reforma -20.231,19 €-, y después de la reforma, queda meridianamente claro que el presidente miente.

Alguien podría pensar que he elegido a un contribuyente con las condiciones necesarias para que mi tesis se corrobore. En primer lugar, aunque así fuera, lo cierto es que es una situación perfectamente posible y, por tanto, suficiente para que la rotunda afirmación del presidente quede desmentida. En segundo lugar, he elegido este supuesto porque me permite ilustrar fácilmente las modificaciones más importantes realizadas en el anteproyecto, y no sólo las que se ha encargado de airear el gobierno porque favorecen al contribuyente. Y en tercer lugar, existen realmente muchos contribuyentes que tienen sus pequeños ahorros en acciones, que perciben una parte de su salario en especie o que generan ganancias patrimoniales por venta de parte de su patrimonio. Porque si no existiera ese perfil de contribuyente, ¿para qué iban a realizar esas modificaciones en la ley?


2 comentarios:

Dyhego dijo...

Todos los políticos mienten, lo tengo más claro que el agua, don Tato.
Tendremos que volver a guardar el dinero en un calcetín, jajajaja.
¡Hatajo de sinvergüenzas!

Salu2 desgrava2.

Er Tato dijo...

Bueno, yo tengo la seguridad de que existen políticos honrados y honestos. El problema es que esos no suelen llegar muy lejos y se quedan en las trincheras.

Tendríamos que preguntarnos los ciudadanos por qué eso es así.

Saludos reformados