domingo, 20 de julio de 2014

De la economía ideológica y otras manipulaciones

"Sin embargo, la solución a la crisis parecía estar en controlar el déficit público mediante severos recortes en los gastos públicos. Y así se hizo. O mejor, así se dijo que se hacía porque si analizamos lo ocurrido es que sólo ha habido un año de recorte del gasto público, 2010, coincidiendo con lo peor de la crisis. A partir de ahí, ha habido recortes selectivos en gastos autonómicos, pero el conjunto del gasto público no se ha reducido en el Estado central. Tenemos un déficit cercano al que había hace dos años, pero la deuda pública ha aumentado de forma espectacular. Dicho de otra forma, la austeridad en el sector público ha sido ideológica (recortes sociales), recesiva (caída en la inversión pública) y aparente (incremento de la deuda pública)." (Jordi Sevilla, ex ministro de Zapatero, en la prensa de hoy, cayéndose del guindo)

Parece que después de afirmar una y otra vez en sus numerosos artículos que el austericidio (sic) de este gobierno no era el camino -¡Qué alguien nos rescate del austericio...!, suplicaba hace apenas año y medio-, y de los datos oficiales de Contabilidad Nacional que desmentían una y otra vez esa austeridad, ahora resulta que la austeridad no ha sido tal, que ha sido sólo ideológica, que los únicos recortes se han producido en servicios sociales e inversión, y que la deuda, junto con el gasto público, no ha hecho más que incrementarse. ¡Coño, lo que algunos llevamos años denunciando con datos objetivos y públicos...!

Si acaso un matiz, y no menor, señor Sevilla. Los recortes no han sido ideológicos, sino defensivos. Todos, absolutamente todos los gobiernos -el nacional, los autonómicos y los locales-, y de todos los colores, han recortado en educación, sanidad e inversiones antes que en subvenciones políticas, burocracia y mantenimiento de su propio andamiaje institucional, léase mamandurrias. Y si no se lo creen, ahí va una muestra de un gobierno del mismo color que el del señor Sevilla y sus prioridades.


1 comentario:

Dyhego dijo...

La clásica explicación del "chocolate del loro".
Salu2, don Tato.