miércoles, 23 de julio de 2014

Dime de qué presumes...

Al final lo consiguieron. Con la inestimable ayuda de un gobierno liberticida presidido por un presuntuoso liberal de fachada. La alegría les durará poco a los supuestos beneficiarios. Seguro. Porque las puertas al campo nunca dan abasto. Y porque terminarán pagando su falta de imaginación, su soberbia, su exigencia de que la realidad se amolde a sus culos.

Como dijo ayer Carlos Martínez Gorriarán en el Congreso de los Diputados, se trata de una ley demasiado conservadora e intervencionista que renuncia a adaptar la legislación al mundo real, y que pretende privilegiar y mantener modelos de negocio que han preferido no adaptarse.

En fin, ellos sabrán.


2 comentarios:

Dyhego dijo...

Interesante, como siempre.
Salu2, don Tato.

Er Tato dijo...

Muchas gracias, Dyhego.

Sobre todo porque debes ser el único al que le interesan mis entradas. O al menos el único que pierde su tiempo en hacerme saber que me lee.

Y eso se merece un buen gintonic fresquito. O dos.

Saludos