Ayer bastó con que el BCE amenazara con comprar deuda española para que los mercados de deuda se relajaran un poco. ¡Maldito neoliberalismo...!
Hacerle el boca a boca una y otra vez a quien ha decidido no aprender a nadar y seguir tirándose a la piscina a pesar de todo, es la mejor manera de garantizar que nunca aprenda a nadar. Y de que en una de ésas se quede en el sitio.
Hacerle el boca a boca una y otra vez a quien ha decidido no aprender a nadar y seguir tirándose a la piscina a pesar de todo, es la mejor manera de garantizar que nunca aprenda a nadar. Y de que en una de ésas se quede en el sitio.
2 comentarios:
Prueba irrefutable de que, como ya he afirmado en más de una ocasión, los mercados se comportan como un corrillo de comadres histéricas.
Saludos.
Pues vuelvo a discrepar, Juan Carlos. En general, los mercados atienden a cuestiones bastante racionales.
Si los mercados aprietan demasiado exigiendo a la deuda española un 6% de rentabilidad y el BCE amenaza con intervenir, prefieren aflojar un poco, ganar un 5% y evitar que el BCE intervenga, a seguir apretando y obligar al BCE a intervenir realmente y que sólo puedan ganar un 3%.
El problema es que es una mejora ficticia, que no responde a la capacidad real de pago del país y que permite pegarle una patada hacia delante a los problemas.
Saludos
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