Anda el PSOE indignado con la patada que el PP le ha dado al tablero de ajedrez de RTVE. Y el PP anda ocupado y preocupado por el reparto de poder en el ente -¡qué nombre más apropiado...!-, mientras sigue crujiendo a los ciudadanos. Además, cuatro meses, cuatro, ha tardado en poner sobre la mesa la posibilidad de cerrar las televisiones autonómicas. Y mediante un proyecto de ley, no como los crujíos al personal, que se hacen mediante Decretos-Leyes.
Aplicar el sentido común y racionalizar la educación, la sanidad, y todo lo que se ponga por delante, sí. Pero los ahorros que se van a obtener con ambas medidas son inferiores a los que se hubieran obtenido cerrando o privatizando todas las radiotelevisiones públicas. El problema de este gobierno es de prioridades desordenadas, de confusión entre lo urgente y lo importante. Y de cobardía, claro.
¿Peleítas y navajeos para ver quien manda en RTVE? No, hombre, no. Dejen de insultarnos, tiren de una puñetera vez el juguetito a la basura y no nos toquen más los huevos. Alguno pensará que qué obsesión tengo con las televisiones públicas. Desde luego no más que la de nuestros políticos, aunque al menos la mía nos ahorraría un potosí sin tocar los fundamentos del Estado.
Aplicar el sentido común y racionalizar la educación, la sanidad, y todo lo que se ponga por delante, sí. Pero los ahorros que se van a obtener con ambas medidas son inferiores a los que se hubieran obtenido cerrando o privatizando todas las radiotelevisiones públicas. El problema de este gobierno es de prioridades desordenadas, de confusión entre lo urgente y lo importante. Y de cobardía, claro.
¿Peleítas y navajeos para ver quien manda en RTVE? No, hombre, no. Dejen de insultarnos, tiren de una puñetera vez el juguetito a la basura y no nos toquen más los huevos. Alguno pensará que qué obsesión tengo con las televisiones públicas. Desde luego no más que la de nuestros políticos, aunque al menos la mía nos ahorraría un potosí sin tocar los fundamentos del Estado.
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