miércoles, 11 de abril de 2012

Lo veo y doblo la apuesta...

Ha dicho la Consejera andaluza Mar Moreno que, en lugar de hacer recortes, es mejor eliminar las bonificaciones fiscales que ascienden a unos 38.000 millones. Se refiere, imagino, a estas partidas de los PGE de 2012. Bien, lo compro. Pero no para evitar que el tamaño del Estado se adecue a lo que realmente podemos pagar -lo que vulgar y despectivamente llaman recortes-, sino para, por ejemplo, amortizar deuda pública por ese importe. ¿Cuántos miles de millones adicionales nos ahorraríamos en intereses, no sólo por el principal amortizado, sino también por la bajada de los tipos de interés que la mayor confianza en nuestra economía generaría?

Esto último supondría aumentar la presión fiscal, pero bienvenida sea si se usa íntegramente para desapalancar al Estado, es decir, a todos nosotros. Lo que dice la Consejera es simplemente una más de las boutades a las que nos tiene acostumbrados la señora Moreno y el gobierno al que pertenece: elevar la presión fiscal para seguir financiando un Estado hipertrofiado y manirroto. ¡Con dos cojones!


2 comentarios:

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Joe Tato, ¿pero la más presión fiscal será para todos, no?
Tu dale idea a esta gentuza, que al final interpreta siempre, que los que tienen que pagar más son los mismos de siempre.
Saludos

Er Tato dijo...

Que conste, Rafael, que la idea no ha sido mía, sino de la salada de la Mar... En cuanto a quiénes afectaría, pues depende de la partida que se quitara. Si echas un vistazo al enlace, verás que hay donde elegir.

Saludos

P.S.: Por cierto, te borro uno de los comentarios, que ha salido duplicado y no está el patio para ir tirando cosas. ;-)