Que digo yo, que si ni el gobierno es capaz de meter la tijera donde hay que meterla -que no, que no estoy pensando ni en sanidad ni en educación...-, ni la oposición de animarlo a hacerlo, cuanto antes nos intervengan, mejor.
En cuanto lo hagan, vendrán a hacer por nosotros lo que nosotros no hemos sido capaces de hacer. Al carajo las cajas de ahorro y bancos inviables. Al carajo las televisiones públicas. Al carajo las comunidades autónomas. Al carajo las diputaciones y los ayuntamientos de la señorita Pepis. Al carajo el Senado. Al carajo las jornadas anuales de los funcionarios inferiores a la media del sector privado. Al carajo los dineros públicos para sindicatos y patronales. Al carajo las subvenciones. Al carajo...
En cuanto lo hagan, vendrán a hacer por nosotros lo que nosotros no hemos sido capaces de hacer. Al carajo las cajas de ahorro y bancos inviables. Al carajo las televisiones públicas. Al carajo las comunidades autónomas. Al carajo las diputaciones y los ayuntamientos de la señorita Pepis. Al carajo el Senado. Al carajo las jornadas anuales de los funcionarios inferiores a la media del sector privado. Al carajo los dineros públicos para sindicatos y patronales. Al carajo las subvenciones. Al carajo...
O eso, o se irá también al carajo el cogollo del Estado del Bienestar. Intervéngannos ya, y sálvennos de nosotros mismos. Lo de ahora no es más que una muerte lenta, pero muerte al fin.
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4 comentarios:
Joder, Tato, sí que estás apocalíptico.
Un abrazo, para que te animes.
Más que apocalíptico, decepcionado y preocupado.
De todas formas, puede que tengas razón, Ridao. Es más, ojalá que tengas razón.
Otro abrazo, para que no te desanimes.
Sólo con la gorra, el estado del bienestar valdría tanto como Apple si todo lo que refieres se fuera al carajo… como ese Consejo de Estado, por no hablar de los altos cargos de la Unión Europea que cobran en un mes el sueldo medio de un español en un año,¡coño!
Digamos que un Estado del Bienestar limpio de polvo y paja, racional, sostenible y concebido para ciudadanos -y por políticos-, responsables, costaría menos que Apple, pero valdría infinitamente más.
Saludos
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