El mensaje era claro y olía a chorizo, pero los interventores del PP no se dieron por aludidos y pelearon por la validez del voto. Debieron pensar aquello de dame pan y llámame tonto.
Sin duda, el votante tenía toda la razón aunque le saliera el tiro por la culata. Porque ya hay que ser chorizo para querer apropiarse del voto de alguien que ha expresado sus preferencias políticas con esa contundencia y retranca tan gallegas.
2 comentarios:
Pues no sé yo quién ganó a retranca gallega.
Y a ver si nos aclaramos, ayer quejándonos de los votos que se van a la basura, y hoy criticando que se saquen de ella.
Saludos.
¡Si el de la foto fuera el único voto que sacan de la basura, amigo Panduro...!
Es sólo que la noticia, amén de divertida, me ha parecido una fantástica alegoría de la indecencia política y el incivismo ciudadano.
Saludos
P.S.: ¡Y a ti no te cabe ná...!
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