viernes, 18 de noviembre de 2011

Profundo, hondo... simplemente Gabilondo

"El otro día leía a un experto, a un comentarista francés muy experto (¿quién será, será...?) en temas políticos, que venía a decir que un país que no tiene libertad para hacer sus propios presupuestos ha perdido su soberanía" (Iñaki Gabilondo, el demócrata de aquel "a mí me parece que os conviene muchísimo")

Es lo que tiene confundir libertad con libertinaje. El libre albedrío, la libertad, requieren, para que sean tales, de la otra cara de la moneda: la asunción de responsabilidad. No puede afirmarse que una sociedad que, en el uso de su libertad, ha tomado determinadas decisiones en los últimos años lo ha hecho democráticamente, y decir a continuación que asumir las consecuencias de las decisiones tomadas suponga el fin de la democracia. O en ambas situaciones existe democracia, o en ninguna existió. Porque digo yo que habrá que tener la misma soberanía -o sea, los mismos soberanos cojones-, para derrochar que para pagar lo derrochado.¿O no?

Me temo que el señor Gabilondo ha llegado demasiado tarde para certificar la defunción de la democracia, defunción que, curiosamente, va a coincidir con la llegada al poder de la derecha. ¿O es la llegada de la derecha al poder la que va a certificar la defunción de la democracia? En fin, no sé, este Iñaki me confunde...
  

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