martes, 22 de noviembre de 2011

¿En qué quedamos?

Quienes se rasgan las vestiduras por que AMAIUR haya obtenido representación parlamentaria harían bien en reflexionar sobre si es democrático dejar sin opción política a más de trescientos mil ciudadanos. Sobre todo después de que muchos de aquéllos se hayan desgañitado exigiendo que los simpatizantes de ETA abracen la política como único camino para defender sus ideas. ¿En qué quedamos?

Cuestión bien distinta es que la representación obtenida en el Congreso se compadezca con la proporción que sus votantes representan en el Estado.


10 comentarios:

Panduro dijo...

De acuerdo, pero tampoco hay por qué ponerle las cosas fáciles. Por ejemplo, sería ajustado al Reglamento del Congreso dejarlo sin grupo propio, y me parecería bien.

(¿No lo habíamos dejado en tablas?)

Er Tato dijo...

Es que ésta es otra partida, amigo Panduro. ;-)

Saludos

Anónimo dijo...

muy decepcionante esta entrada en un blog por lo demás muy interesante. Sospecho que tu condición de sevillano dificulta que veas en toda su crudeza moral lo que hemos sufrido/sufrimos los no-nacionalistas que vivimos en territorio comanche por culpa de estos tipejos, que no pueden 'quedar sin representación política', los pobrecitos.

Manupé dijo...

Mira que me j...., tabernero, estoy total y absolutamente de acuerdo con usted, incluso con la referencia a la ley electora.

Espero que no vuelva a ocurrir.

A más ver.

Zapateiro dijo...

Lo que habría que hacer, de una puñetera vez, es cambiar el tema de las circunscripciones provinciales. Otro gallo nos cantaría a muchos, sobre todo les cantaría a los todopoderosos nacionalistas.

Er Tato dijo...

Bueno, Anónimo, me alegra que el blog te parezca interesante. Y también que te decepcione esta entrada, aunque me gustaría conocer tus argumentos. Es más que probable que el hecho de no convivir con esos impresentables me otorgue una visión radicalmente distinta a la tuya, pero no necesariamente equivocada. Si la orientación ética de un partido político debiera tenerse en cuenta para permitir que se presentara o no a las elecciones, aviados estábamos. ¿Quién debiera decidir qué ideas son éticamente aceptables? ¿Tú, yo, el PSOE, el PP, 333.000 votantes...?

Sobre este asunto he hablado mucho por aquí. Si te interesa mi opinión al respecto, echa un vistazo, por ejemplo, aquí, o en las etiquetas Ley de Partidos o Terrorismo. Quizás siga decepcionándote mi opinión después de echar un vistazo por allí, pero al menos te decepcionará con conocimiento de causa.

Saludos y gracias por tu visita

Er Tato dijo...

No creas que por eso te voy a invitar a una ronda, Manupé, que está la cosa mala. Que Zapatero ha dejado esto hecho unos zorros. ;-P

Y deberías hacértelo mirar, pisha, no vaya a ser que sea contagioso.

Saludos

Er Tato dijo...

Bueno Zapateiro, si tuviéramos circunscripción única, AMAIUR hubiera obtenido 4-5 diputados y el PNV y CIU más o menos igual que ahora. El efecto importante y maquiavélico, la verdadera distorsión democrática -de acuerdo, Panduro, para ti no lo es...-, se produce entre los partidos nacionales pequeños y los partidos nacionales grandes.

Besos

canalsu dijo...

Aunque peligroso, era democrático. La ley de partidos se promulgó como medida defensiva contra agresiones salvajes de una banda jaleada por trescientos mil ciudadanos, que ya tuvieron voto y cargos institucionales con opción política en Batasuna, al principal bien de la Democracia: la vida de las personas (Recuerda que JosuTernera estaba en la comisión de derechos humanos del parlamento vasco)

Así las cosas, reconozcamos democráticamente que la representación obtenida es la justa, la que pide mayoritariamente la independencia de Euskadi.

Espero que a Cartagena no se le ocurra volver a las andadas.

Er Tato dijo...

Todo depende de lo que uno entienda por democrático, canalsu. Para defenderse de esos indeseables, con el Código Penal bastaba, pero no me voy a repetir.

De todas formas, alguna vez deberíamos reflexionar -cuando quede claro que las armas no son el camino y haya vencedores y vencidos-, sobre cómo afrontar el problema de que una mayoría de ciudadanos de una región dentro de un Estado quiera salir de ese Estado. Porque ahora es el 52% (AMAIUR + PNV) de los que han votado, pero ¿qué deberíamos hacer si fueran el 70% o el 80%? ¿Seguir enrocados en que somos todos los españoles los que tenemos el derecho de decidir por ellos porque así lo dice la Constitución? ¿Qué salida democrática les dejamos entonces?

Saludos