Pues fíjense que a mí lo que me preocupa de la Disposición Final Primera de la Ley de Economía Sostenible (LES) no es que ponga en peligro la libertad de expresión en internet -¡qué exagerados somos...!-, sino que manifieste de forma descarada -porque saberlo ya lo sabíamos-, la existencia de ciudadanos de primera y de segunda, de derechos aupados interesadamente, privilegiándolos en su tratamiento jurídico, sobre otros derechos más dignos de protección.
Y todo para nada, porque por mucho que legisle nuestro gobierno sobre si debe o no llover, si tiene que llover, lloverá. Y sólo habrán conseguido hacer el ridículo y dejar constancia una vez más de su absurda prepotencia. ¡Qué torpeza, Dios mío!
3 comentarios:
¡Qué cara le está saliendo a Zapatero la campaña de la "cejita"¡
Eso para que aprendan los políticos...siempre los habrá más interesados y listillos que ellos.
Besos, Tato.
Pero mientras que hablesmos de la ley de economía sostenible, no lo hacemos de la economía que se cae y no hay ley que la contenga.
Saludos.
La deunda histórica, cada vez lo es más. Empezaron ellos.
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