jueves, 11 de junio de 2009

Variaciones bajo un paraguas ausente (III): Impostura

Llovía afuera y yo sin paraguas, pensó preocupado mientras mantenía el equilibrio a duras penas y su vieja maleta, sucia y desvencijada, rodaba desde el cuarto piso escaleras abajo desnudándose a cada golpe. Recogió a trompicones el reguero de ropa y se sentó resoplando en el suelo húmedo de pisadas del zaguán. Sin paraguas, llegaba tarde y llovía a mares. No pudo contener las lágrimas. La lluvia apagaría sus brillos, desperezaría los rizos de su peluca naranja y convertiría en un borrón multicolor su alegre cara de payaso antes de llegar al cumpleaños. Y volvería a ser él.


7 comentarios:

pilar dijo...

buenísimo también. Mucha belleza-energía positiva fluye hoy por tu blog.......qué terror el del que para vivir se tiene que poner un disfraz si un día se le tuercen las cosas.
Qué bien coses tabernero
Besos, Pilar

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Me gusta ese "yo sin paraguas" con el verbo ausente. Entre pasados nos acerca más la historia.
Desolador momento el del payaso, por varias circunstancias: no podrá ejercer su maravillosa función (lo que le hará cuestionarse su identidad) y será descubierto por los niños, que quedarán decepcionados.
Pero además, la imagen gráfica del desteñido con el agua, que le volverá una cara grotesca.
Lo mejor será que se quede en casa.
Besos.

Juanma dijo...

Querido Tato, estas "Variaciones" son verdaderamente luminosas. Me encantan, me tocan.

Un fuerte abrazo.

Claudia Brocoli dijo...

LLovía afuera y yo sin paraguas, pensó El Tato delante del ordenador, a punto de iniciarse en la aventura de su blog: "Pues nada, a mojarse". Y aquí está él, mojándose con tanta genialidad. Un sonoro chupetón. CB.

Er Tato dijo...

Bueno, querida Pilar, últimamente no te quejarás de la energía positiva de la taberna. Ya sólo queda una entrega, la V, y volveré a dar un poquito de caña, que si no algunos se me amuerman en la barra.

Será descubierto por los niños y por él mismo, que es lo que más le aterra, Parsimonia.

¿Te tocan, querido Juanma? Entonces ya me doy por bien pagado.

Vaya, Claudia ¡cuánto tiempo! Ahí llevas tu vodka con naranja y un chupetón sin marca.

Besos a discreción

Reyes dijo...

Que suerte tener valor para tirar esa maleta escaleras abajo...