Siete intérpretes, siete. Dos de catalán, dos de eusquera, dos de gallego y uno de valenciano, para debatir mañana con Don Manuel Chaves en la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado. El señor Vicepresidente tercero comparece para explicar a qué se dedica su ministerio. No sé yo si siete serán suficientes para interpretar el verbo fluido y la brillantez dialéctica del ex presidente de Andazulía.
Bromas y dispendio económico aparte, a un debate se acude a argumentar las ideas de uno, a hacerse entender para convencer, a sacar conclusiones y, si es posible, a ponerse de acuerdo, si no en todo, al menos en parte. Si todos hablan perfectamente castellano ¿por qué empobrecer aún más el debate, máxime cuando acuden a una institución española a la que nadie les obligó a presentarse? Parece claro que la prioridad de nuestros políticos no es entenderse. ¡Valiente debate de besugos!
10 comentarios:
Pero a ellos les gusta. Y les gusta que se hable de ellos, aunque mal.
Mira tu propio ejemplo.
Serán chupatintas los políticos¡¡¡
Siendo verdad lo que dices, Javier, yo creo que la cuestión va a más allá. Creo que no son conscienes del ridículo que hacen. Y lo que es peor, que hagan el ridículo no tiene consecuencias.
Un abrazo
Dos de catalán, dos de eusquera, dos de gallego y uno de valenciano...
Falta el traductor de Chaves a castellano.
Qué hartura de gilipolleces. Y después hablan de moderación y ajustes económicos...
Un abrazo, Tato
La primera finalidad de una lengua es la comunicación, claro que algunos la utilizan para todo lo contrario.
Nivelazo el de nuestros políticos.
Y sobre si hacen o dejan de hacer el ridículo... ellos están (o al menos se creen que están) por encima del bien y del mal.
Por eso digo que no sé si siete serán suficientes para interpretar a Chaves, amigo Panduro.
Pues eso mismo digo yo, Octavio.
Bueno Maese, la lengua se puede usar para muchas cosas más, pero esa es otra historia... ;-)
Abrazos a discreción
Otro artículo te recomiendo hoy. El de Ignacio Camacho, también en ABC.
Comienza igual que el tuyo...
Un abrazo.
Gracias Juanma. A Ignacio Camacho siempre es un placer leerlo.
Un abarzo
Ay, qué pena que muriera Azcona y que Berlanga ya no esté en forma o unos Monthy Pyton hispánicos. En fin, será cuestión de niveles.
Por cierto, lo de mi nick viene porque donde empecé a escribir fue en Canalrancio, y quise hacer un juego de palabras entre ese término y Benedicto XVI, aunque no es que le tenga unas grandes simpatías a este papa.
Un saludo.
No tiene desperdicio. Primero porque hay que explicar a que se dedica un ministerio, la cosa tiene tela, pero ademas con siete traductores ¿se ha evaluado cuantos senadores hicieron uso de este servicio?, lo digo porque lo mismo nos sale mas barato pagarles unos cursos de castellano para que puedan desempeñar el trabajo por el que se les paga, no sea que la cosa cree afición y tenga que pasar de anecdota a algo habitual. Saludos.
Publicar un comentario