Seguiremos creciendo a un ritmo medio superior al 3%. La ligera desaceleración irá acompañada de un reequilibrio del patrón de crecimiento, que será más sano y más sostenible, con una reducción continuada de la aportación negativa de la demanda externa.
Se creará mucho empleo, y mejorará la capacidad adquisitiva de los salarios, dado que, además del aumento de los mismos ligado a la productividad, se producirá una notable inflexión de la inflación a partir de la primavera.
Aumentará la disponibilidad de individuos y hogares, porque la buena situación de las cuentas públicas permitirá abordar nuevas reducciones fiscales que seguirá favoreciendo a las rentas del trabajo y, especialmente, a las más bajas.
Seguiremos avanzando en dotarnos de capital físico, humano y tecnológico para ponernos al nivel que le corresponde a la octava economía del mundo. Mantendremos incrementos importantes en las políticas de I+D+i y educación, y proseguiremos con implementación del Plan Estratégico de Infraestructuras de Transporte (PEIT)
Continuaremos reduciendo la deuda pública y dotándonos de margen suficiente por si fuera necesario, mejorando la sostenibilidad a largo plazo de nuestras finanzas públicas. En solo dos años seremos el país con menos deuda entre las potencias económicas del mundo.
Esta es y será la realidad. Y frente a ella, y frente al mero sentido común, hay quienes, más que profetizar, predican ya la existencia de una recesión. El asunto no merece gastar mucho tiempo y esfuerzo..."
(9 de Enero de 2008, el Presidente del Gobierno de España)