miércoles, 10 de diciembre de 2008

¡Será malaje!

Ando de viaje por las islas, ésas a las que llaman afortunadas aunque realmente sean sus gentes quienes lo sean, y no me resisto a compartir con ustedes el espléndido paseo por la playa de "Las Canteras" que acabo de regalarle a este cuerpo serrano tras la cena. Una cena que, por primera vez, todo hay que decirlo para ser justos, no ha estado a la altura a la que estos lares me tienen acostumbrado. A la escasa calidad del pescado -un bocinegro mal vestido y peor planchado-, se sumó la impertinencia del camarero que, al ver el destrozo de la pieza en el plato cuando le indiqué que ya había terminado, no se le ocurre otra que adornarse con un risilla conejil y preguntar ¿no le ha gustado el pescado o es que no ha sabido comérselo? Comencé a contar hasta diez, pero no me dio tiempo de alcanzar ni el cuatro cuando de mi boca salió a empujones un no es que no haya sabido, es que no he podido. Y en lugar de postre, pedí una manzanilla, la cuenta y pagué dejando tras de mí el hueco de la propina. Quienes conozcan mis gustos culinarios entenderán la ofensa.

Como no podía irme a la cama con ese mal sabor de boca -es sólo una forma de hablar, que conste-, y me había quedado sin postre, me zampé un agradable paseo por la playa y, ¡sorpresa!, me di de bruces con un belén de arena. Y aunque pueden verlo mejor aquí, no me resisto a colgar alguna de las fotos que hice con el móvil y que, a pesar de no tener demasiada calidad, tienen el encanto de la inmediatez -apenas hace un par de horas que se han cocinado-, de la nocturnidad y del cariño con el que este tabernero las ha hecho para sus parroquianos, a los que últimamente tiene un poco abandonados.

Por cierto, a las diez de la noche, diecinueve grados, una brisa reconfortante y mujeres dulces como el ron con miel adornaban el paseo marítimo. Y ya ni me acuerdo del único camarero malaje de la isla.









14 comentarios:

el aguaó dijo...

Todo como estaba previsto -o casi-, con paseo incluído y sorpresa inicial y final. Remate de arena artística para concluir la noche. Ya me lo dijiste...

Las fotos son increíbles. No te preocupes por la calidad, que están perfectas.

Un beso mi querido Tato.

P.D. Yo sí entiendo la ofensa.

pilar dijo...

Menudo postre...al final disfrutaste de la fortuna de aquellos lares. Saludos, Pilar

sevillana dijo...

Aunque la cena no fue lo que esperabas al menos la noche no terminó nada de mal ante aquel Belén magnifico, y al menos te quedará ese buen recuerdo
Tus fotos también estan bien.
Saludos

Anónimo dijo...

Se agradece el detalle gráfico "recien cocinado"...

Un abrazo , Tabernero.

cibeles dijo...

¡Que envidia!, sana eso si, pero a fin de cuentas envidia.

Pasión dijo...

Hace unos años fuí a Gran Canaria.

¡Qué encanto de Las Gran Canarias¡.

Me sorprendió que el Avión salió a las diecinueve horas y llegamos a la misma hora; (A ver si nos ponemos de acuerdo, me encantaría).

Nosotros deseosos de Desayunos: Pan con mantequilla y Mermelada, ¡Ay que rica!.

Espero que como buen Tabernero, (aunque no me gustan los Bares y las Tabernas), haya usted descubierto a mi cantante preferido, (Un Indio Mejicano).

Carlos RM dijo...

Qué lástima, el miércoles estaba yo también en Las Palmas.

Corina dijo...

Hola Tato!
Pa que se te quite el mal gusto del camarero y del pescao, que al fin y al cabo cerebralmente serían lo mismo, te ofrezco la gracia y el salero de la hostelería trianera. Sé que también le hará gracia al Aguaó.
Felices Fiestas a los dos y a los demás (Néstor, el profe, Isa, etc...)

Er Tato dijo...

Bueno, ayer me desquité con un Abae a la sal, unas papitas arrugás y una botellita de Malavasía blanco seco muy frío. ¡Qué maravilla!

Gracias por vuestros comentarios

Besos y abrazos

Anónimo dijo...

Como no actualizas, tengo que aparecer con doble personalidad.
He vuelto, si quieres.

Juan Carlos Garrido dijo...

Seguro que fuiste a cenar a una terraza de la Puntilla, como un turista de pro.

Saludos envidiosos.

Reyes dijo...

Menos mal que tu paciencia contando hasta diez se compensó con esas mujeres dulces como el ron miel.
Me pirran las papas arrugás, dele usted muchos recuerdos.

Besos plataneros.

Er Tato dijo...

Oído cocina, Parsimonia. En cuanto moje la tiza en los restos de cerveza del mostrador, te vuelvo a apuntar en la pizarra, guapetona.

Ya me gustaría ser un turista de pro por esas hermosas islas, pero es trabajo, y mucho, querido Juan Carlos, el que me lleva varias veces al año desde hace quince por aquellas aguas. Y sí, fue en una de las terrazas de la Puntilla, en las que por cierto, casi siempre he cenado bastante bien. Además, me pilla cerca del hotel y el paseo pre y post cena es impagable.

A las papas me las zampé, querida Dama, pero no se preocupe, que la próxima vez que vaya por las islas me comeré una racioncita a su salud. Además, seguro que usted no desentonaría por el paseo marítimo...

Besos enormes y abrazos discretos.

Reyes dijo...

Muy galante... gracias, caballero.