viernes, 5 de diciembre de 2008

Hay amores que matan

Cuarenta y cinco días de cárcel y un año de alejamiento. Del cachete ocasional al maltrato, sobre todo cuando se trata de un niño difícil y desobediente que además te acaba de tirar la zapatilla a la cabeza y se encierra en el cuarto de baño, hay un trecho. Seguramente la magistrada aplicó la ley, pero se dejó en casa el sentido común.

La reforma del artículo 154 del Código Civil, la impunidad con que actúan muchos menores en la calle sabiéndose intocables, la permisividad de padres, educadores y vecinos o la ultraprotectora neopedagogía progre, quedan reflejadas en una sentencia que, aun reconociendo que se trata de un hecho puntual, pretende proteger a un chaval ¡separándolo un año de su madre y metiéndola en la cárcel!

Es que hay amores que matan. Y el del Estado, en demasiadas ocasiones, es uno de ellos.


20 comentarios:

María_azahar dijo...

Me ha encantado la entrada y cómo enfocas la grave problemática de esos delincuentes de poca monta en edad pero de mucha en maldad y peligrosidad que se amparan a las grandes lagunas e incongruencias de las leyes españolas.

Un saludo.

Er Tato dijo...

Muchas gracias, María Azahar. Disculpa que la taberna ande manga por hombro y no esté en su mejor momento, aunque la higiene es la higiene y los vasos están recién fregaditos. Y como la tradición es la tradición, a la primera ronda invita este humilde tabernero porque, si no recuerdo mal, es la primera propina que dejas sobre la barra.

Besos renacentistas

Pasión dijo...

Pobre Familia, creo que el Padre está todo el día fuera de Casa Trabajando.

Qué lástima de Mujer, como es de Pueblo, sus facultades: "medio sorda, medio muda".

En Andalucía: Somos Muchísimas Mujeres que nos tratan como conejillos de India.

Y como siempre tengo que dejar mis experiencias: Para que mis hijos estudiaran, hasta he tenido que cortar con tijeras el cable de la "Play Esteichon", sólo en Vacaciones.

Tenía un niño tan nervioso que me "suplicaba, que le diera un zapatillazo, con mucho cariño, porque no se iba solo a dormir".

Manupé dijo...

Creo que algo de culpa tenemos los padres.No se puede descargar todo el peso de la educación de los hijos en los profesores y por extensión en las instituciones.
Evitar que esta generación crezca con una absoluta falta de valores es una labor conjunta.

Somos muchos los que buscando una más que dudosa calidad de vida,visto el precio que tenemos que pagar, dedicamos doce horas al día a trabajar mientras nuestros hijos se crían solos, o en el mejor de los casos, de clase extraescolar a clase extraescolar.

Luego llega el fin de semana, donde nos convertimos en los padres ideales y cualquiera corrige, castiga o regaña al niño en cuestión.
!Pobrecito, que se tira la semana sólo!.
Y así nos luce el pelo.

A más ver.

Er Tato dijo...

Por cierto, magnífica la columna,La Cruz del Sur, de José Antonio Gómez Marín hoy en El Mundo.

Léanla. Si quieren, claro.

Y los padres, querido Manupé, no tenemos algo de culpa, tenemos mucha. Para la bueno y para lo malo.

Saludos

Juan Antonio González Romano dijo...

No es por ser agorero pero, cuando ese niño cometa un delito y vaya a la cárcel, ¿qué parte de la responsabilidad será de la magistrada -o de le ley actual, en definitiva- que hizo creer al niño que era impune? ¿Quién podrá educar ahora a este niño (un niño que pega zapatillazos a su madre, se va de casa y no acepta ningún tipo de disciplina?
Qué daño hace este tipo de pedagogía buenista, qué daño. Qué irresponsables los que se dejan engañar por el buenismo.

cibeles dijo...

La palabra maltratar,según el diccionario tiene dos acepciones, la primera es tratar mal a alguien de palabra u obra, y la segunda es menoscabar, echar a peder. Creo que ambas están presentes en la situación, la primera es evidente pero la segunda ¿no podria aplicase al chaval y a la relación familiar?.

sevillana dijo...

Creo desorbitada la sentencia impuesta a esa madre, ¿quién de nosotros no se ha ganado un cachete siendo niño? y nunca nos pasó nada, no nos tuvieron que llevar a un psicólogo, nuestros padres no fueron juzgados por ello ¿tanto han cambiado las cosas?
La verdad Tato es que no lo entiendo.
Saludos

dave dijo...

perdonad la intro,pero quién ha sido el/la que fue con el chisme a la juez? No se está excediendo un tanto el asunto, dentro de casa un cachete o dos en su momento, que pedagogo psmoderno pueda decirnos que es aviso de navegantes: Dejad que se equivoquen por sí ya se darán cuenta
aunque sea tarde

canalsu dijo...

Los niños aprenden rápido. A diferencia de los mayores, no miden las consecuencias. Dicho en plata, esto puede resultar el coño de la Bernarda.

Es gracioso lo que me pasa con tus verificaciones de palabra al publicar mis comentarios. No es la primera vez, con éste me ha pedido que introduzca "redies". Substituye la "s" por la "z" y… ¡guay!

Anónimo dijo...

Qué pena me da de los maestros que vaya a tener ese niño de aquí en adelante...

pilar dijo...

Los casos de violencia doméstica hasta ahora sólo se han ocupado de penar aquellas en las que hay una relación de poder claro (hombre sobre mujer, adulto sobre niño), pero se tendrá que contemplar muy pronto este tipo de violencia del aparentemente débil, porque este (graciosamente) "terrorista de hogar" también va a ser un terrorista escolar...y laboral....Si en casa no se ponen límites y en el cole tampoco...qué fin van a tener estos infantes-infantas. Y con esto no digo que justifique el castigo físico. Como dice tu amigo Manupé, no queremos educar porque eso nos hace perder el buen rollo con nuestros "dejados" hij@s. Pero hacer la vista gorda y no pringarse es peor.

Pasión dijo...

El Tirano/a del Hogar:

Siempre han existido, existen y existirán y generalizo porque ya está bién de tanta tontería, somos todos/as responsables.

No hay debates por el castigo físico.¡Vámos, ni que estuviéramos todavía en el Siglo Pasado!.

Lo que les enseñemos con mucho cariño a nuestros hijos/as en un fín de semana, lo pierden en media hora de recreo en el Colegio/Instituto.

Juan Carlos Garrido dijo...

A esto se le llama cumplir con la letra de la ley y cagarse en el espíritu.

Saludos (y haga usted el favor de poner una de bravas, que se la pedí hace media hora).

Néstor dijo...

Vamos a ver, nos hartamos de decir que los jueces son esclavos de la ley y que no pueden aplicarla a su antojo... Pues este es el resultado. Estas cosas deberían llevarnos a pensar en las consecuencias maliciosas de leyes estúpidas.
Con todo y con eso, lo peor es que en ese juicio un fiscal ha pedido la condena de la madre. Y lo ha logrado. Eso sí es lamentable.

el aguaó dijo...

Yo es que con estas cosas me quedo... sin palabras prácticamente.

Vamos a ver, como dice mi amiga Sevillana, ¿quién de nosotros no se ha llevado un cachete en el culo?... quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.

Otra cosa es el magnífico apunte del amigo Néstor, muy acertado.

Aún así... creo que estos temas deben pulirse.

Un fuerte abrazo mi querido Tato.

Anónimo dijo...

Perdón por entrar tarde a este artículo, pero es que me da la impresión de que ninguno de ustedes se ha leído la noticia entera y se ha quedado solo en los titulares... por aquí hablan ustedes de simple cachete, o de que quien se fue con el chisme al juez...

Partiendo de la base de que a mí también me parece desmedida la sentencia, quiero decirles que la cosa no fue un simple tortazo de la madre al niño, como se comprueba enterándose bien de la noticia. Estamos de acuerdo en que el niño se merecía un buen castigo por no hacer caso de su madre, y encima tirarle una zapatilla, tras lo cual se intentó encerrar en el cuarto de baño. La madre, que a estas alturas estaría ya muy cabreada, para evitar que el niño cerrase la puerta del baño le dió tantos empujones a ésta que en uno de ellos se la llevó por delante junto al niño que, logicamente, estaba tras la puerta. El niño fue a parar al suelo golpeándose la cabeza y la madre lo levantó del suelo cogiéndole por el cuello (de forma bastante violenta por lo que se verá después), y ya de pié le dió un coscorrón en la parte de atrás de la cabeza tan fuerte como para hacer que el niño cayese hacia adelante y se golpease la cara con el lavabo echándose abajo la nariz...

Cuando el niño acudió al colegio al día siguiente, aún tenía rastros de sangre en la nariz, por lo que un profesor se alarmó y le preguntó qué le había pasado. El niño le dijo que su madre le había pegado, por lo que el profesor le miró mejor y apreció las marcas que la madre le había dejado en el cuello, que aún las tenía también. Y fue este profesor el que dio aviso a la policía, que supongo que constataría que los hechos fueron algo más que un simple cachete, y estaría más cerca de un comportamiento anormalmente violento, porque de otra forma no hubiese detenido a la madre...

Esos son los hechos completos... necesarios para enfocar bien el tema y opinar sobre él.

Er Tato dijo...

Hombre carrascus, insinuar que opinamos a la ligera sobre estos asuntos y que ninguno de nosotros se ha leído la noticia entera...

Lógicamente yo sólo puedo hablar por mí y te puedo asegurar que antes de opinar tengo por costumbre informarme lo mejor posible, máxime cuando esa opinión la plasmo por escrito en un blog público. Y en esta ocasión no iba a ser diferente.

Así que,antes de escribir la entrada, leí la noticia completa en varios periódicos, hasta el punto incluso de detectar contradicciones entre ellos (en unos decían que el crío tenía 10 años y en otros 12, en unos hablaban del juzgado de lo penal 2 de Jaén y en otro del 3, en unos que fue el profesor quien avisó a la policía y en otros que fue el centro de salud al que el profesor lo llevó quien la avisó), pero en todos, el relato era fundamentalmente el que tú expones.

No obstante, quizás te falten algunos detalles en tu relato, y no precisamente menores. Como que ha sido una actuación excepcional y puntual de la madre, según afirma la propia magistrada en la sentencia. O que ambos son rdomudos, con la dificultad que esa circunstancia añade a la ya de por sí complicada labor de educar a un hijo. O que ese hijo sea especialmente conflictivo. O que la sentencia juzga hechos acaecidos ¡hace más de dos años! ¿Es que estos dos años, la madre no ha supuesto un peligro para su hijo?

Y para colmo, ahora, el fiscal, que no debe tener mejores cosas que hacer, ha recurrido la sentencia porque le parece demasiado benévola. ¿No han hecho ya suficiente el ridículo? ¿No han agredido ya al chaval mil veces más fuerte que la propia madre, con los agravantes de que lo hacen en frío, con conciencia del daño, y, ahora además, con ensañamiento?

Saludos

Anónimo dijo...

Pues hombre... a la vista de lo que se lee en los demás comentarios, no es que lo insinuase, es que lo decía claramente...

Espero que no te moleste mi tono, pero con el comentario que tú mismo has subido ahora se ve que todo este asunto es mucho más complejo que el de la "simple bofetada" sobre la que todos se apoyaban a la hora de opinar. Y no me refiero solo a los comentaristas de aquí, sinio también a buena parte de la prensa.

Y vuelvo también a repetir, que a mí, tanto la forma de llevar el asunto legal, como la sentencia, me parecen totalmente inadecuadas. Pero supongo que todos ellos conocen mejor que yo las circunstancias, y tampoco quiero valorar una cosa sobre la que no sé demasiado.

Por mi parte, cierro ya el tema.

Saludos.

Er Tato dijo...

Por supuesto que no me ha molestado tu comentario. Todo lo contrario. Faltaría más.

Saludos