Sonreía mientras miraba aquel papel amarillento y arrugado. Aún conservaba los flecos del desgarro que, con una ráfaga sorda y breve, le emancipó del viejo cuaderno escolar. La sonrisa mudó en una triste mueca cuando leyó de nuevo aquellos trazos ingenuos. Queridos Reyes Magos: sólo deseo ser el mejor sastre del mundo, se leía en la escueta carta que un niño de seis años escribió un treinta de diciembre de mil novecientos cuarenta y seis. Recogió su libro de notas, cargó al hombro el teodolito y se alejó satisfecho.
Bemoles
Hace 21 horas
9 comentarios:
Le había tomado la medida exacta a la vida...
Un abrazo.
Supongo que la vida le había deparado otra historia. No pensó que los Reyes no hacen regalos para el futuro.
Un beso.
Me gusta la frase de "los flecos del desgarro...".
Si breve y bueno...., pues eso.
A más ver.
Ayer es historia. Mañana un misterio. Hoy es un regalo ¡es por ello que es llamado presente!, aunque me temo que tu protagonista no lo ve asi. Sobre todo me quedo con la descripición de la hoja de papel, me ha gustado. Saludos.
Es mi primera visita a tu rincón, y la verdad que resulta muy interesante. Ya el título me lo parece...así que seré un asiduo visitante de este espacio.
Enhorabuena y encantado.
Pues sí, parece que la vida da demasiadas vueltas...
Se cansó de llevar la vida anotada en un papel amarillento, se cansó de llevar una vida a lo mejor, a la medida.
Besos milimetrados y encantados, como siempre.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. ¡Ay, qué haría yo sin ellos!
Y bienvenido a Alguien en la ciudad. Como es costumbre, a la primera invita la casa.
Por cierto, el cuentecito, como dice mi querida Dama, tiene más aristas de las que parece.
Besos, curvas de nivel y abrazos
¡Qué ternura! y qué importante, querer ser algo en vez de tener algo.....hace milnios que no escucho esta expresión si no es asociada a algún juego de la play.....realidad virtual.
Mis mejores deseos para este año, compañero de andanzas virtuales. Besos, Pilar.
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