miércoles, 6 de junio de 2007

La tinta del calamar

El otro día me contaron un chiste que, aunque me arrancó una sonrisa, no me hizo mucha gracia. Por lo que tiene de pedagógico, lo reproduzco a continuación:
Bush y Blair están cenando en la Casablanca y conversando
sobre asuntos políticos. Uno de los invitados se acerca a ellos
y les pregunta de qué están discutiendo. Blair le dice:

-Estamos haciendo planes para la Tercera Guerra Mundial.
-¡Vaya!- dice el invitado -¿Y cuáles son esos planes?

Bush responde:

-¡ Vamos a matar a veinte millones de musulmanes y a un
fontanero!

El invitado los mira extrañado y pregunta:

-¿Un fontanero? ¿Por qué un fontanero?

Bush le da un codazo cómplice en el costado a Blair y le
dice:

-¿Qué te dije? ¡Nadie va a preguntar por los
musulmanes!

Si cambian los protagonistas, el objetivo y la tinta que lo camufla, verán qué divertido. Aprovechen, que es época de chanchullos políticos camuflados con señuelos mediáticos. Ya saben, miren la luna y no se queden mirando el dedo.


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