domingo, 24 de junio de 2007

Homofobia y sentido común

Según la prensa, una asociación de gays y lesbianas denominada Colega ha hecho público un estudio, denominado "colegómetro", sobre tolerancia y homofobia realizado a jóvenes de entre 14 y 30 años. Tengo la sana costumbre de buscar la fuente original cuando leo noticias que interpretan los resultados de encuestas o estudios. Me ha parecido extraño no encontrar absolutamente nada, más allá de noticias de prensa, así que he tenido que conformarme con las distintas versiones periodísticas de ese supuesto trabajo.

Algunos de los resultados que se pueden leer en diversos medios son los siguientes:
"La homosexualidad puede ser hereditaria (11% de la población), es una enfermedad contagiosa (11,5%), los padres son culpables de que sean homosexuales (34%) o prefieren no tener homosexuales como vecinos (25%)"

"El 15% de los jóvenes considera que la homosexualidad debería erradicarse"

"Al 37% les costaría tener un amigo que sea o parezca gay, lesbiana, bisexual o transexual y mas del 65% reconoce que sí preferirían que sus hijos fuesen heterosexuales"
De todos estos resultados, sólo dos son indicadores de una cierta homofobia: los que prefieren no tener vecinos homosexuales y los que no quieren tener amigos homosexuales.

Otros cuatro (enfermedad hereditaria, contagiosa, responsabilidad paterna y deseo de que se erradique) sólo son indicadores de burricie superlativa.¿Pero a quién coño le han preguntado?

Y el último, el de preferir que tus hijos sean heterosexuales, no es indicativo de homofobia, sino de sentido común. Si preguntamos a cualquier padre si prefiere que su hijo sea guapo, alto e inteligente, contestará afirmativamente sin dudarlo. Si es feo o bajito, lo querrás igual, pero si puedes elegir.... Parece claro que los homosexuales se enfrentan a lo largo de su vida con más dificultades que los heterosexuales. Y los padres queremos que nuestros hijos tengan los menos obstáculos posibles en el difícil e incierto camino hacia la felicidad.

Aun a riesgo de ser tildado de homófobo, para mí la homosexualidad, como el lesbianismo o la transexualidad, es una anormalidad en el sentido literal del término. Tener un coeficiente intelectual de 200 también lo es. Vivimos en una sociedad que no tolera lo diferente, lo que se aparta del pensamiento único, lo que nos descoloca. Pero ¿por qué rechazamos algunas diferencias como la homosexualidad y admiramos otras, como ser superdotado? Posiblemente porque en el primer caso se ha subrayado injustamente una cierta asociación entre depravación y homosexualidad, olvidando tres cuestiones fundamentales. La primera, que esa correlación no existe y por ello no es representativa del mundo homosexual. La segunda, que esos comportamientos también se producen en las relaciones heterosexuales, pero en este caso no se colectivizan; se habla de que tal o cual es un vicioso o un depravado, pero no de que todo el colectivo heterosexual lo es. Y tercero, no existe ninguna conducta sexual reprobable cuando es libremente consentida por quienes la practican.

Por último, felicitar a los sevillistas por su victoria de ayer, y especialmente a una que nació con la copa bajo el brazo y pesó más de 3 kilos (la niña, no la copa). Enhorabuena a sus padres y bienvenida al mundo, Daniela.


45 comentarios:

Reyes dijo...

A mi es algo que realmente no me preocupa, te lo digo sinceramente.
Tengo dos hijos, y si alguna vez tuviese yerno en vez de nuera, te digo de verdad que no me importaría.
Mas me preocupan otras cosas para mis hijos en el futuro.

Anónimo dijo...

Lo de las encuestas cada vez lo entiendo menos.
Si toda la gente que a mi me rodea a diario ( creedme que veo a mucha gente) dicen que tiene un amigo homosexual o que han asistido a una boda gay o compran ropita para el bebe que han adoptado, ¿a quien narices le preguntan?

bogar dijo...

En esta sociedad,existen las verdades,las mentiras y las estadisticas.Quien hace las estadisticas de que en España se hace poco el amor,pues las empresas de preservativos.Dejemos a un lado las encuestas y vivamos mas de cerca con la gente que nos rodea que hay de todo como en la viña del Señor.
Saludos

el aguaó dijo...

¡El maravilloso mundo de las encuestas!
Parece que la gente está aburrida y se dedica a hacer encuestas. Llevas razón en el detalle de esta sociedad que no tolera lo diferente, que suele aislarlo para contemplarlo desde fuera, como si se tratara de un animal encerrado en la jaula de un zoo.

Querido Tato, parece que las encuestas son un arma más en algunas ocasiones. Un abrazo.

bogar dijo...

Las encuestas son de quienes las pagan.Habeis visto alguna vez encuestas del PP que le den perdedor o encuestas delPSOE que digan que van a ganar los otros.Aquí el unico que gana es IU,que con 3 concejales manda en casi todo, sobretodo en Economia.
P.D.Cuando me referia a que las encuestas de que en España se hace poco el amor las hacen las empresas de preservativos,es solo y exclusivamente para que la gente se dé por aludida y compre mas sus productos.Saludos

del porvenir dijo...

Me parece certero tu análisis Tato, es cierto que se confunde homofobía con burricie, yo escuché comentar la encuesta en la radio y también relacionaban homofobia con el hecho de no querer tener un hijo/a homosexual. Del mismo modo me llama la atención como en una especie de afán por "quedar bien" (no digo que sólo sea por eso) relativizamos la cuestión y llegamos a la postura de que, poco más o menos, "todo nos da igual", la postura de la Dama sin llegar al punto es un ejemplo de lo que digo: "Tengo dos hijos (yo 3), y si alguna vez tuviese yerno en vez de nuera, te digo de verdad que no me importaría" A mi sí. No por ello los iba a querer menos, pero no me da igual. Que hay cosas que me preocuparían mucho más, cierto, completamente cierto, pero me importaría y no poco.
Una cosas es que se asuma con la mayor naturalidad que te dé el alma y otra es que no te importe. A mi sí y no por eso soy nada enjuiciable por la nueva "buena ciudadanía"

Anónimo dijo...

Del mismo modo que en todas las encuestas hay un porcentaje de "no sabe/no contesta" debería haber otro que dijera "no sabe, pero contesta".

Yo siempre me he preguntado a quién le hacen las encuentas porque jamás me han hecho una en toda mi vida.

Anónimo dijo...

Yo también pensaba que nunca me habían hecho una encuesta hasta que caí en la cuenta de que cada vez que me iban a hacer una, sin saber de qué iba el tema la esquivaba amablemente.

Estoy en casi todo de acuerdo contigo, Tato, excepto en lo de que no se debe reprobar una conducta sexual aceptada por todas las partes. Me parece tan pervertido un violador como un bisexual. No tengo espacio (¿o ganas?) para explicar por qué me lo parece. Quizás en otra ocasión.

Y a mí no me parece que el rechazo a la homosexualidad sea homofobia. Puede serlo en algunos casos, pero no es condición suficiente para ser homófobo el rechazar la homosexualidad. Aunque sí necesaria.

Yo no le deseo a nadie el ser homosexual, pero no les rechazo. He tenido compañeros de trabajo y amigos en las vacaciones y seguro que alguno más, porque yo no voy preguntando.

Lo que creo que me costaría más es tener una amiga homosexual, pero más que nada por el tipo de relación que se puede crear. Si un dia descubro que lo que yo creía que era una buena amistad para la otra parte era otra cosa... no sé cómo reaccionaría. Por eso entiendo que a los hombres les cueste más tener amigos homosexuales hombres.

Por otra parte, veo en internet que cada vez aparecen más grupos de homosexuales que quieren dejar de serlo, incluso métodos para ello, y que se unen y apoyan para hacerlo. Por supuesto muy libremente. Y eso me hace que piense que... hay algo que ellos mismos rechazan dentro de ellos mismos, algo que no les hace felices. Y lo importante en este mundo es que la gente sea feliz.
Así que, si esa es una solución para ellos ¡bienvenida sea!.

Reyes dijo...

Repito: No me importaría.
Pero debe de haber todo tipo de opiniones, lo que no sabemos es qué le depara el futuro a tus hijos.
De entrada, no se deben cerrar puertas...
Es mi opinión.

Anónimo dijo...

Yo hay veces que leo comentarios y realmente y con todos mis respetos, alucino.
Quiero que alguien comparta la vida con mis niños (tengo cuatro y "ahí queó" que soy "muchica").

Er Tato dijo...

Pues mi querida Isabel, me dejas en ascuas, así que te rogaría que hicieras un hueco en tu agenda y me explicaras por qué te parece tan pervertido un violador como un bisexual y por qué te parecen reprobables algunas conductas sexuales aunque sean aceptadas por las partes que la practican.

Saludos

Ludwig Constantine dijo...

Si comparar a un violador con un bisexual no es homofobia ya me diréis. Un violador no es un pervertido, es un criminal, y que yo sepa, hoy, afortunadamente, ya no es un crimen la bisexualidad.

Mientras se trate de dos (o más) personas adultas y con un consentimiento mutuo, no hay nada reprobable. Otra cosa es que se compartan los gustos. Yo, por ejemplo, no acabo de entender la bisexualidad, pero no me parece nada comparable a un crimen.

Estoy de acuerdo con Dama, a mí también me daría igual que mis hijos fueran homosexuales, aunque entiendo el razonamiento del Tato. Pero no creo que el hecho de acostarse con un hombre en vez de una mujer (o viceversa) influya en la felicidad de mis hipotéticos hijos. Ya sé que no te referías a eso, pero es que no creo que sea tan importante.

Una cosa que no entiendo es el comentario de Isabel Riñón sobre la amistad con homosexuales. ¿Te costaría tener una amiga lesbiana por si siente algo por ti? entonces supongo que no tienes amigos varones ¿o es que tus amigos varones son todos homosexuales?
Yo soy heterosexual y no tengo problemas para tener amigos gays. Hasta ahora ninguno ha intentado propasarse conmigo (cosa que no puedo decir de alguna amiga heterosexual).

Anónimo dijo...

Pues es muy sencillo, Ludwig. Como mujer, para conseguir una buena amistad con un varón, ó parto de que no hay atracción sexual por ninguna de las dos partes ó establezco desde el comienzo que aunque la haya no va a haber una relación sexuada (porque yo distingo entre amistad y amistad sexuada) ó permites que derive a una amistad sexuada. En el caso de las mujeres no tengo este problema, y la relación es mucho más sencilla desde el principio porque no hay posibilidad de que la relación sea otra cosa que amistad.
Me ha pasado en muchas ocasiones que noto que a algún varón le resulto atractiva, por mi parte no hay nada y si no quiero tener problemas ni crearlos, me tengo que alejar de ellos. Me da mucha pena, pero más pena me daría dejar que se hagan ilusiones y luego chafárselas. Y, lo que sí que evito son las confidencias, contar lo más íntimo. Eso con mis amigas no me pasa.

Debo de ser muy rara.

Yo no digo que se persiga la bisexualidad, pero sí me parece una perversión por muchos motivos. Y también me parece una perversión el que se engancha al porno (y muchos de los pederastas comienzan por otro tipo de conductas sexuales).

Yo creía que crimen era matar, no violar. Violar es un delito, a parte de una canallada.

No comparo la violación con la bisexualidad, sino que digo que ambas son una perversión.

El tema de la sexualidad humana no es para tratarlo así en cuatro palabras. Mis ideas acerca de la sexualidad humana tienen que ver mucho con mis ideas acerca del hombre y eso requiere no hablar a tontas y a locas. Yo sé que está muy al uso admitir que si uno no daña a los demás puede hacer lo que quiera. Yo veo una persona drogada y se me cae el alma a los pies. Ya sé que no me hace daño, pero podría ser feliz y se está aniquilando, se vuelven piltrafillas humanas y ¡me duele!, me duele que la gente sufra innecesariamente. Y las perversiones hacen daño. Preguntad a los psiquiatras cuando ven en sus consultas gente enganchadas a ellas que no logran salir de esa prisión.

A quien le dé lo mismo que la gente a su alrededor se esté ahogando, pues vale. Pero a mi no me da lo mismo.

Ludwig Constantine dijo...

Después de tu explicación sobre las amistades homosexuales sigo con las mismas dudas que antes, la verdad. Es que no acabo de ver las diferencias. Supongo que tenemos formas distintas de enfocar el tema.

Es cierto, no comparas violación y bisexualidad, las equiparas, que es peor.

Por cierto: crimen.(Del lat. crimen).

1. m. Delito grave.
2. m. Acción indebida o reprensible.
3. m. Acción voluntaria de matar o herir gravemente a alguien.

Si la violación no te parece un delito grave (teniendo en cuenta que lo equiparas a la bisexualidad) entonces no es un crimen.

Desde mi punto de vista, lo que haga cada cual y con quién en su dormitorio, siempre que no infrinja las leyes, es asunto suyo.

del porvenir dijo...

Yo también me he quedado con las "patas colgando". ¡Que análisis!. Muy bien traído el diccionario Ludwig.

Anónimo dijo...

Seria todo mas fácil si se pudiera experimentar lo que se siente cuando se ha visto de frente la mirada de una persona que ha sido violada y además se comparten cafés y charlas con personas cuya orientación sexual es diferente. Mucha gente ampliaría sus horizontes .
En fin ... libertad, hermosa palabra.

Anónimo dijo...

Mañana miércoles 27 se edita (por fin) en dvd "Persiguiendo a Amy". Una reflexión muy interesante sobre la amistad y la homosexualidad.
La recomiendo, aparte de que trata este tema, porque es una magnífica película.

Er Tato dijo...

Buenos días Isabel:

Ya veo que te has metido en un avispero y eso, al hacerlo en un blog como el mío es, cuando menos, signo de valentía. También de un convencimiento profundo sobre tus ideas, aunque sean equivocadas desde mi punto de vista.

De todo lo que dices, hay un par de cuestiones que me llaman la atención.

La primera, que no tengas espacio o ganas para explicar tu postura. El espacio, si lo quieres, te lo regalo. Incluso con una entrada en tu nombre en mi blog. Sobre lo segundo, poco puedo hacer, pero debes ser consciente de que algunas de tus afirmaciones, si no son explicadas, permiten hacer todo tipo de interpretaciones.

La segunda, que equipares, en lo que a perversión se refiere, la violación con la libertad de disfrutar la sexualidad de manera libre y consentida. Entiendo y respeto que tus convicciones te impidan defender o justificar comportamientos sexuales que se salgan de tus creencias católicas o los cánones marcados por la Iglesia, pero me parece injusto y tendencioso que insinúes que a los que defendemos la libertad individual con los únicos límites de la libertad ajena y el respeto a los demás, nos da igual que la gente se drogue o que se conviertan en "piltrafillas humanas".

Quizás, los que defendéis que hay que limitar las libertades individuales por el propio bien del individuo lo hagáis de buena fe. O quizás no. No estoy en condiciones de hacer juicios de valor sobre las intenciones de cada cual, pero arrogarse la facultad de decidir qué les debe estar permitido a los demás en el uso de su libertad sí que es perverso. Y lo es porque quienes lo hacen, en su mayoría, no se limitan a expresar una postura personal en el uso de su propia libertad ¡faltaría más!, sino que aspiran a que se usen distintos instrumentos del Estado (educación, legislación....) para imponer esas opiniones. Así ha sido a lo largo de la historia y, por desgracia, así seguirá siendo. Y quede claro que no hablo sólo de la Iglesia.

Saludos

bogar dijo...

Acabo de ver las noticias y compruebo como en el barrio de Chueca en Madrid,se estan engalanando para celebrar el dia del orgullo gay.Como he visto que somos todos muy progres y vemos las cosas con toda normalidad,que sin lugar a dudas lo son.¿Creeis que debe celebrarse el dia del orgullo gay o por el contrario al ser ciudadanos con los mismos derechos que los demas,podian integrarse sin ningun tipo de complejos? ¿O es que los complejos lo tenemos los demas? Saludos y perdon tato por la intromision.

el aguaó dijo...

Pues la verdad es que el amigo Bogar introduce una interesantísima pregunta... ¿por qué se debe celebrar el día del orgullo gay? Esto me recuerda un poco al día de la madre o el día del padre, o el de los enamorados... los "canis" parecen que solo están enamorados de sus respectivas novias el 14 de febrero, ¿esto es lo mismo?

Un abrazo a todos.

Anónimo dijo...

Querido Tato,

Tenía una montaña de cosas que hacer antes de irme de vacaciones y perder horas de sueño no me viene bien. Ahora he vuelto descansada y voy a intentar contestarte, ya que eres más respetuoso que los que comentan en tu blog, a pesar de que presuman de ello y se situen en el lado de la línea de los que tienen amplios horizontes.
Conozco otra gente que se situa a otro lado de otra línea que ellos trazan y se sienten tan poseedores de la verdad como estos que escriben en tu blog, aunque piensan completamente distinto. Al fin yo me encuentro en una zona de nadie, escucho a unos y a otros, de todos los lados me tachan de dogmática y nadie se preocupa de saber qué pienso realmente de las cosas excepto tú, ¡oh! especimen raro. El dia que yo trace mi propia línea quizás te deje estar de mi lado en vez de en el de “los otros”.

Escribí: “yo no digo que se persiga la bisexualidad”, yo no defiendo que el Estado sea el que imponga unas opiniones. Por ejemplo, yo no fumo y no defiendo la ley del tabaco, aunque me reviente tener a un fumador al lado echandome el humo. También me molesta tener a una persona que no se lava al lado y a los hijos maleducados de quien no sabe educar a sus hijos y no por eso defiendo que haya que obligar a lavarse ni que haya que quitar la custodia de los hijos a quienes les maleduquen o quienes les mal alimenten y les llenen de grasas.

Dices: “Entiendo y respeto que tus convicciones te impidan defender o justificar comportamientos sexuales que se salgan de tus creencias católicas o los cánones marcados por la Iglesia.” Y aclaro, mi concepción de la persona humana no viene por mi fe, sino por convencimiento racional.

Yo no insinuo que a ti te dé lo mismo que una persona se haga daño con la droga o con un comportamiento sexual determinado, sino que digo que “está muy al uso admitir que si uno no daña a los demás puede hacer lo que quiera” y yo no acepto esta idea.

Hablas de libertad. Habría que aclarar este término. Yo no soy filósofa, sólo soy lectora de ensayos filosóficos. Haré lo que pueda.
Los seres humanos tenemos que tomar decisiones continuamente, hacemos uso de nuestra libertad una vez tras otra.
Ejemplo. Se encuentra una persona con una bifurcación de caminos y no sabe cuál tomar. Uno lleva a un pueblo que es al que quiere llegar porque le están esperando allí sus amigos y el otro a otro pueblo. No hay ningún cartel que le indique cuál es el que debe tomar. Pregunta a uno que pasa por allí y le dice “Toma el que quieras, eres libre. Mientras no me atropelles a mi, puedes hacer lo que quieras”. Decide algo “inteligente”. Llama a uno de los amigos que le esperan y el amigo le dice cuál ha de tomar para poder llegar. Entonces él se plantea ¿es que acaso ahora soy menos libre? ¿es que esta información que me están dando me quita libertad? Ahora me veo “obligado” a tomar el buen camino. ¡Cuánto mejor fue el consejo del que me dijo que tomando cualquiera era libre!.

Es un cuentito, pero nos hace caer en que a veces tenemos unos planteamientos un poco retorcidos. Ser libre no es carecer de información, carecer de inteligencia, actuar “al azar” y llegar al lugar donde no queremos llegar. Ser libre es decidir qué quiero ser, porque es bueno ser así, utilizar la inteligencia y la información que me dan otros para llegar a ser eso que quiero.
Los seres humanos somos libres. Podemos ser aquello que queramos ser. Podemos llegar a ser lo bueno, lo más bello, lo que merece la pena el esfuerzo es llegar a ser muy humano. Creo que tienes hijos y en la educación de los niños se ve muy bien. Se les “incita” a que sean trabajadores, se les educa para valorar el esfuerzo, la recompensa que tarda en llegar...
Porque el ser humano es trabajador y en el trabajo se desarrolla como hombre, desarrolla su creatividad, su capacidad de trabajar en equipo, su capacidad de servicio a los demás, etc. El buey al arar pone esfuerzo, el hombre al guiar los bueyes trabaja(aunque el esfuerzo físico sea menor). El buey sin el hombre sólo haría surcos al azar, eso no es arar.
Es bueno que los niños no piensen que el trabajo es un castigo porque no queda más remedio para vivir que ganar dinero hasta la jubilación, etc, etc. El pintor de cuadros también es un trabajador, aunque no tenga un sueldo ni unas prestaciones sociales, que ignoro si tienen derecho a ellas. Y cuando pinta y desarrolla su creatividad y estudia la luz, la forma, el color, el movimiento, etc se humaniza, porque hace lo que es propio del ser humano, a pesar de que parezca “un inútil” que hace cosas inútiles. El único inútil es el que no trabaja, el que vive del engaño, del cuento, de la extorsión, etc. El trabajo nos humaniza, es bueno trabajar.
El ser humano es libre de elegir trabajar, porque el trabajo le hace humano. Elegir vivir de las rentas y no trabajar en nada es una posible elección (para el que le sea posible), pero deshumaniza, no permite desarrollarse como persona, empequeñece... El que elige ser un vago es menos libre porque elige “el camino que le aleja de sus amigos”.

Y llegamos al tema de la sexualidad. Que los seres humanos somos sexuados está claro, no necesita explicación. Hay animales que son asexuados, pero no es nuestro caso.
Yo soy mujer y no soy sólo mujer porque tengo órgano reproductor de mujer, sino que mi rostro es de mujer, mis manos son de mujer, mi forma de pensar es de mujer, mi forma de querer es de mujer, mi forma de afrontar la vida es de mujer. Ni lo puedo ni lo quiero evitar. Una persona cuando llega al mundo lo hace en la forma de varón o en la de mujer. Al igual que lo normal es venir al mundo con dos manos y nacen niños con una sola, se puede dar el caso de venir al mundo sin una identidad sexual clara, es una anomalía. Nadie es capaz de decir que es propio del ser humano tener una sola mano porque conoce casos en que han nacido así. Lo propio del ser humano es tener dos manos y tener una identidad sexual clara.

Cuando estudiamos a los animales decimos que nacen, crecen, se reproducen y mueren. Es el ciclo de la vida. Los hombres tenemos una parte común a los animales, aunque nos diferenciamos mucho de ellos. En el caso de la sexualidad la parte común es que tenemos unos órganos reproductores (de tanto hablar del placer sexual se nos olvida para qué sirven los órganos de la reproducción) y una atracción hacia el otro sexo. La parte diferente, en el caso de la sexualidad nos hace muy distintos a los animales (en el caso de la alimentación hay menos diferencias).

¿Qué nos diferencia de los animales?
No tenemos época de celo. Existe atracción entre el varón y la mujer en todas las épocas del año. La mujer es fértil durante todo el año (salvando los dias del ciclo ovulatorio en que no lo es).
La atracción entre un varón y una mujer es un instinto (en los animales gracias a este instinto las especies se mantienen), pero como el hombre es libre e inteligente no tiene por qué dejarse llevar de ese instinto. Si no fuera así, al no tener época de celo, estaría todo el día reproduciéndose.
Además de una atracción, hay una relación. Los seres humanos somos seres sociales, establecemos relaciones unos con otros de diversos tipos. Nos necesitamos unos a otros, por eso nos organizamos. Una de esas relaciones que establecemos es la relación sexuada, que es un tipo de relación que surge precisamente de la condición sexuada del hombre. Varones y mujeres somos complementarios, no sólo en lo puramente físico, sino también en lo psicológico y en lo espiritual. Somos distintos y complementarios y sentimos atracción y eso nos lleva a unirnos (no hablo sólo de la unión física) buscando aquél/aquella que nos complementa y completa.

Además, el ser humano no busca esta complementariedad en cualquier varón/mujer, sino en “esta mujer determinada” (a partir de ahora todo lo que diga del varón lo digo de la mujer y vv. salvo que indique lo contrario) y no se dirige hacia ella sólo en cuanto al placer, en cuanto al apaciguamiento del instinto, sino que se dirige a ella en cuanto persona concreta y la quiere en sí misma, por lo que ella es. La ama. No concibe el mundo sin ella. (Aquí interviene la inteligencia para elegir a la persona adecuada. Podemos sentir atracción por muchas, pero no todas son convenientes.) La ama con un amor sexuado. No es el amor con el que ama a sus amigos, ni con el que ama a sus padres. A ellos también les quiere por sí mismos, pero a la mujer la quiere para unirse con ella, para darle todo y para tenerla del todo. Para complementarla y para que le complemente a él mismo. Para hacerse más humanos juntos. Su plenitud como ser humano depende de que la persona amada consiga la suya.

Copio:
“Lo decisivo del eros es que es la forma de relación interpersonal en la cual la sexualidad adquiere su sentido. Si ese amor no está presente, la sexualidad no alcanza su plenitud, y se degrada. Sin embargo, la peculiaridad del eros le viene de ser un amor-dádiva que, sin dejar de serlo, se transforma en amor-necesidad. Estar enamorado es, por decirlo así, un amor-dádiva-necesario, algo paradójico, pero fuente del encanto que tiene un estado en el que todos quisiéramos vivir: «En el eros una necesidad en su máxima intensidad ve su objeto del modo más intenso como una cosa admirable en sí misma, algo que es importante mucho más allá de su mera relación con la necesidad del enamorado» C.S.Lewis, Los cuatro amores”.
Ricardo Yepes Stork y Javier Aranguren Echevarría, Fundamentos de Antropología. Un ideal de la excelencia humana.

De esta unión surge un proyecto de vida en común. Ya no se conjuga el yo, sino el nosotros. Todo mi proyecto de vida comienza a ser nuestro proyecto de vida.

En esta relación difícilmente cabe un tercero. Nadie puede entregarse del todo a dos personas, pues o bien favorecerá a una o a otra. Por eso la poligamia y la promiscuidad no caben en este modelo de amor exclusivo, complementario.

Tampoco cabe el me entrego a ti un mes si y otro no. Si me entrego del todo, entrego todo mi tiempo. Ni tampoco cabe aquí un te amaré mientras el amor dure, sino haré que el amor dure porque te voy a amar, porque el amor es la tarea que tengo de que tú seas feliz, de que seas más humana, de darme a ti todos los dias, de amarte por ti misma, cambien las circunstancias como cambien. Del mismo modo que me puedo comprometer en una empresa a trabajar unas horas, me puedo comprometer a la tarea de amarte, y si te he dicho que soy tuyo, lo soy para siempre. Y si no es para siempre es que no soy tuyo, soy un préstamo.
“Si el amor conyugal fuera una unión a prueba, el gesto sexual sería como una sonrisa falseada por una reserva interior.” Ricardo Yepes Stork y Javier Aranguren Echevarría, Fundamentos de Antropología. Un ideal de la excelencia humana.

Además, no podemos olvidar que este amor erótico surgió del hecho de que los seres humanos somos sexuados y no nos reproducimos por esporas. La consecuencia natural de la unión sexual física son los hijos. Sólo si existe una vida conyugal en común esos hijos tienen su hogar, su familia.

En este contexto hablar de “conductas sexuales” está fuera de lugar. Encontrar un placer sexual de este o aquel modo, utilizar a otra persona para lograrlo, es una baratija comparado con la maravilla de construir un amor eterno y exclusivo que fluya en los hijos y en el que el sexo es para el amor.
pervertir.
(Del lat. pervertĕre).
1. tr. Viciar con malas doctrinas o ejemplos las costumbres, la fe, el gusto, etc. U. t. c. prnl.
2. tr. Perturbar el orden o estado de las cosas.

Según el diccionario y mi manera de entender el ser humano y su sexualidad en concreto, tanto perturbaría el orden de las cosas el forzar a una mujer para lograr un placer como buscar el placer por el placer de forma consentida.

Todo lo que no humaniza al hombre le deshumaniza.

Del mismo modo que digo que un drogadicto es una piltrafilla humana, también digo que el que se engancha al porno o a la búsqueda de nuevas experiencias de placer es otra piltrafilla humana. Y me dan pena porque teniendo una vocación a la excelencia se conforman con la esclavitud. Y porque la sociedad les deja en la cuneta con las teorías de que como son libres, como ellos lo han querido... Eso una madre nunca lo pensaría.

El bien no se impone, no se puede obligar a nadie a que sea bueno. El mal tampoco se debe imponer. Lo más que se puede hacer es presentar unas conductas como adecuadas al hombre y otras como dañinas. Presentar la parte atractiva de la virtud, no sólo la parte que tiene de esfuerzo. Educar a los hijos en este sentido y poco más. Lo terrible ocurre cuando la mentalidad dominante tiene un modo de concebir al ser humano como un ser hedonista a la búsqueda del placer inmediato a toda costa. Y no se aclara que el precio es alto.

Ludwig Constantine dijo...

Veo que esta vez has encontrado tiempo para explayarte. Tras leer tu comentario me han llamado la atención varias cosas, pero me limitaré a las que guardan relación con el tema de la entrada original o los comentarios anteriores.

No sé si al decir que los que comentan en este blog son irrespetuosos me incluyes a mí, aunque después de revisar detenidamente mis comentarios no veo falta de respeto alguna. De todas formas, si así fuera, no era esa mi intención.

Dices: "Según el diccionario y mi manera de entender el ser humano y su sexualidad en concreto, tanto perturbaría el orden de las cosas el forzar a una mujer para lograr un placer como buscar el placer por el placer de forma consentida."

Veo que ahora pasas de equiparar violación y bisexualidad a hacerlo con violación y sexo consentido sin amor. Bien, vamos avanzando.

Desde luego es tu forma de pensar. Y sólo eso. Por mucho que se retuerza el diccionario no hay forma de relacionar conceptos. El placer es intrínsecamente bueno, siempre que no redunde en el sufrimiento de otros. El forzar a una mujer (o un hombre) es un acto aberrante y criminal. Si en tu orden ambas cosas son equivalentes, me temo que es inútil que sigamos esta conversación.

Ah, sobre la parábola de los caminos, creo que partes de un error de base. El hombre que se encuentra en la bifurcación ya ha elegido, ha elegido llegar al lugar donde se encuentran sus amigos.

Er Tato dijo...

Querida Isabel:

Me alegro de que hayas descansado en tus vacaciones y más aún de que te hayas decidido a rematar la faena. Antes de continuar me gustaría aclarar que no he visto ningún comentario irrespetuoso, al margen quizás de algunas expresiones producto más del asombro que pueden provocar algunas de tus afirmaciones que de un verdadero ánimo de ofensa.

Y no, no soy un espécimen raro. Soy un curioso patológico. Siempre me han interesado enormemente las razones por las que la gente piensa distinto a mí o viceversa. En política, en sexualidad, en moral, en educación, en religión...... en todo. Además, a diferencia de lo que pudiera pensarse, esa actitud no tiene nada que ver con inseguridades personales o con la intención de desmontar convicciones ajenas, aunque a veces, pocas, haya algo de eso, sino fundamentalmente con un intento de comprender actitudes ajenas, "apropiarme" de las que me convenzan y mudar las equivocadas.

Tu postura sobre la sexualidad, la propia y la ajena, ha quedado clara. No la comparto y me parece absolutamente equivocada, pero la respeto siempre que no salga de tu esfera personal.

Y aquí enlazamos con la idea de libertad. Me explico.

Que yo piense que no es una perversión que dos personas del mismo sexo mantengan relaciones sexuales consentidas o que tú pienses que es una perversión, no tiene mayores consecuencias si se queda ahí. Pero si yo tratase de imponer las relaciones homosexuales, fomentarlas mediante leyes o educar a los niños en los colegios para que menosprecien a quienes opinan como tú, estaría cruzando la línea que separa la libertad personal del adoctrinamiento y la manipulación. De la misma forma, si tú pretendieras que se enseñara a los niños en clase que la homosexualidad es una aberración, que el sexo sin amor es dañino o que el Estado prohibiera determinados actos inmorales desde tu punto de vista, tus opiniones dejarían de ser dignas de respeto. A eso me refería en el párrafo final de mi último comentario.

Saludos

Anónimo dijo...

Querido Tato,

Seguro que tú estás convencido de que matar a otro ser humano está prohibido en las leyes de muchas naciones porque es un acto "malo".

Sin embargo hay quienes no opinan ni como tú ni como yo y creen que en algunos casos y por algunos motivos es lícito quitar la vida a otro ser humano. Un ejemplo cercano: los terroristas de ETA.

¿Crees que hacenos mal por imponerles nuestro modo de pensar?


Querido Ludwig,

Dices que no me has faltado al respeto. Me has llamado homófoba, ¿me podrías explicar qué has querido decir con ello? Seguro que lo he malinterpretado.

Comparar dos cosas no quiere decir equiparar. Si comparo una pera y una manzana y digo que ambos son frutos de árbol, no digo que son iguales, sino que tienen algo en común. Si digo que me parece tan pervertido el violador como el bisexual no digo que sean iguales, sino que en cuanto al “desorden sexual” sí que lo son y en cuanto a que uno es un delito y otro no, son distintos.

Dices que el placer es intrínsecamente bueno. ¿De ahí podría deducir yo que el placer que busca el violador también es bueno?.

En cuanto al cuento de los caminos, si el hombre que ha elegido llegar donde los amigos al llegar al cruce de caminos decide no llamarles y elegir al azar (¿no dicen que a los hombres no os gusta preguntar?, yo no lo creo), ha hecho una segunda elección, la de no preguntar... y puede que no llegue por mucho que la primera elección sea clara.

Un saludo a los dos,

Isabel

Er Tato dijo...

Hola de nuevo, Isabel:

A pesar de que lo repito constantemente cuando hablo o escribo sobre lo que entiendo por libertad, incluso con riesgo de ser pesado y reiterativo, me preocupa que no haya sabido hacerme entender.

Insisto una vez más. El único límite a la libertad individual que me parece aceptable es el del respeto a la libertad y los derechos de terceros. En ese contexto, resulta una obviedad afirmar que el que una persona practique el tipo de sexualidad que desee, siempre que sea consentida por su contraparte, no atenta contra la libertad de nadie y, por tanto, no es una actitud que requiera regulación legal alguna.

El ejemplo que pones, el del asesinato, como el de la violación, el robo, la agresión o cualquier otra actuación del individuo que invada la libertad de otros, debe sin duda ser prohibida por la sociedad usando los instrumentos que existen para ello: las leyes y la coacción que debe ejercer el Estado para hacerlas cumplir.

Mi distinta posición ante ambos supuestos es perfectamente compatible con mi idea de libertad. Cuando se prohíbe el asesinato, no estamos imponiendo al asesino nuestra forma de pensar, sino estableciendo límites a aquellos actos que violentan la libertad de otras personas. De hecho, no se puede condenar a nadie por pensar que el asesinato es lícito, sino por cometerlo o incitar a ello. No se impone pues una forma de pensar, sino una forma de actuar que limita o impide a los demás el uso de su libertad y sus derechos.

Saludos

Ludwig Constantine dijo...

Hola de nuevo. No te he llamado homófoba, he dicho que equiparar violación y bisexualidad es una afirmación homófoba. En todo caso, repito, no pretendía faltar al respeto a nadie.

Insisto, has equiparado un crimen con la bisexualidad primero y con el sexo sin amor después. Equiparar, puesto que lo pones al mismo nivel:

"Me parece tan pervertido un violador como un bisexual"

"tanto perturbaría el orden de las cosas el forzar a una mujer para lograr un placer como buscar el placer por el placer de forma consentida."

Si dices que la manzana está tan buena como la pera, las estás equiparando.

En cuanto al comentario sobre el placer, o bien no has leído la frase entera o bien has preferido quedarte con lo que te interesaba. Por si acaso la repito aquí:

"El placer es intrínsecamente bueno, siempre que no redunde en el sufrimiento de otros. El forzar a una mujer (o un hombre) es un acto aberrante y criminal."

Anónimo dijo...

Ya, Tato, pero un terrorista te puede decir que él piensa que la libertad del País Vasco está por encima de las libertades de unos individuos, que tú también estás coartando su libertad y su manera de pensar cuando defiendes que "tus" terceras personas (las víctimas de sus asesinatos) son más importantes que "sus" terceras personas (los vascos y su independencia). Y también te puede decir que esa teoría tuya de que tiene que respetar la libertad de los demás que tururú. Que él no piensa así, que él piensa que es absolutamente libre.

Ludwig,

Lógica pura.
A es B -Isabel ha equiparado violación y homosexualidad.
B es C -El que equipara violación y homosexualidad es homófobo.
Luego A es C – Isabel es homófoba.

¿Me puedes explicar qué entiendes por homofobia?

No sé si me estás tomando el pelo con el asunto de la equiparación.

equiparar.
(Del lat. aequiparāre).
1. tr. Considerar a alguien o algo igual o equivalente a otra persona o cosa.

“Si dices que la manzana está tan buena como la pera, las estás equiparando.”

No, las estoy comparando y digo que en cuanto al sabor son buenas, pero una es más redonda y la otra más alargada.

La violación y la bisexualidad son dos cosas distintas. La primera es un crimen (como muy bien me hiciste notar) y la segunda no. Pero en cuanto al orden, las dos son actos desordenados, pervertidos. No hago más que repetir lo mismo.

Si algo es intrínsecamente bueno no acepta excepciones porque lo es en su esencia. Decir que algo es intrínsecamente azul salvo en los casos en que es rosa es una contradicción.

El placer no es intrínsecamente bueno. El placer de descansar cuando uno tiene que estudiar es gustoso, pero no bueno. De forma repetida lleva al suspenso y la ignorancia. Y no hace daño a nadie más.

Aparte, que no sé por qué te empeñas en estar dale que dale con el tema. Pensamos distinto y punto. Pero ni me llames homófoba, que no lo soy, ni digas que equiparo lo que sólo comparo. No pongas en mi boca cosas que no he dicho.

Saludos.

Ludwig Constantine dijo...

Intentaré aclarar un par de cosas y zanjar un tema que se está enquistando demasiado.

Repito que no te llamé homófoba, sino que dije, y así lo mantengo, que llamar pervertido a un homosexual por el hecho de serlo me parece una actitud homófoba. Si para ti no lo es, de acuerdo, tenemos formas distintas de verlo.

El asunto de la equiparación o comparación es un poco absurdo. Desde mi punto de vista, si dices que un violador es igual de pervertido que un bisexual, los estás equiparando, porque para ti, en ese aspecto son lo mismo. Pero si a tu forma de ver es una comparación, es que lo enfocamos desde ángulos diferentes (otra vez).

Está visto que podríamos seguir así eternamente y sólo estaríamos repitiéndonos. En eso sí estamos de acuerdo, mira por dónde.

Sólo una puntualización para acabar. Yo no he puesto nada en tu boca, de hecho te he citado con tus propias palabras. Si alguien ha reinterpretado las palabras del otro has sido tú en tu comentario anterior.

Espero que no te tomes a mal ninguno de mis comentarios, porque no es mi intención faltarte al respeto. Simplemente tenemos opiniones opuestas, que espero podamos seguir exponiendo en otros temas. Para mí éste ya está cerrado.

Un saludo.

Er Tato dijo...

No termino de entender a dónde quieres llegar, aunque puedo intuirlo. Como ya he dicho en muchas ocasiones, para mí la libertad no es un concepto absoluto, sino que tiene unos límites claros. El derecho a la libertad individual está condicionado por una obligación: el respeto a la libertad del otro. No es posible exigir ese derecho sin asumir esa obligación.

El ejemplo con el que pretendes poner de manifiesto las supuestas contradicciones de mi modelo de convivencia es completamente inconsistente porque sigue un razonamiento circular. Se basa en admitir que alguien que no acepta las reglas del juego, que no asume la obligación principal, puede exigir su derecho a ser respetado en el ejercicio de su libertad en aplicación de unas reglas que no acepta y, por tanto, no puede exigir. Alrededor de esa premisa, completamente ilógica, construyes tu argumento.

Saludos

Anónimo dijo...

Tato,
Lo del razonamiento circular me supera, no sé qué es y si lo sé hacer es inconscientemente.

Estoy haciendo de abogado del diablo.
Dices que aceptas todas las formas de pensar (me parece bien), que no se puede imponer la propia (también bien) y que todo el mundo ha de aceptar que la libertad propia tiene el límite de la libertad del de al lado. Y te pregunto ¿en razón de qué va a aceptar una persona este pensamiento tuyo? ¿por qué este lo tenemos que aceptar todos?.

Tú ves claros los límites de la libertad y yo te digo (como abogada del diablo) que eso es una opinión tuya, que yo los límites que tú ves no los veo. Que no me impongas tu modo de ver las cosas.

Simplificando,
1.-hay gente que no ve ningún límite en sus actuaciones
2.-Tú ves claramente que el límite está en no invadir el terreno de los demás, que a su vez han de respetar el tuyo
3-Y yo pienso que no sólo no hay que invadir el terreno de los demás sino que además tenemos responsabilidad respecto a nosotros mismos.

Así que... no sé cómo lo vamos a arreglar para poder convivir. Sobretodo con los primeros.

Anónimo dijo...

Ludwig, pillín, no mientas. Me dijiste que era homófoba por comparar la violación con la bisexualidad.

Y por lo visto el diccionario sólo sirve a veces. Mira que yo reconocí mi error, ¡anda! humíllate un poco y reconoce el tuyo, que pareces un político (uff! esto sí que suena a insulto).

No tengo fobia ni a los homosexuales ni a los negros ni a los judíos ni a nadie. Generalmente sólo tengo cierta manía a los que conozco y no me caen bien, pero de ahí a querer liquidarles ó meterles en la carcel, aún no he llegado.

Hay un tal Ludwig al que a lo mejor un dia... je, je, je.

No te lo tomes a mal, quería meter un poco de humor en el asunto.

Saludos

Er Tato dijo...

Buenaaaaaaaas:

Empezando por el principio, que es por donde se debe empezar. Yo no pretendo imponer mi criterio, sólo lo expongo y aspiro a que la sociedad evolucione en ese sentido. Si lo hace, magnífico. Si no lo hace, intento convencer a todo el que quiera escucharme o leerme. Sin frustraciones ni desencantos.

En cuanto a los límites, la situación la has simplificado magistralmente:

1-. Para aquellos que no ven límite alguno en sus actuaciones, está el Estado y las leyes. Por si no lo recuerdas, en ningún momento he planteado un modelo anárquico (menuda contradicción), sino un modelo donde el Estado debe regular las relaciones interpersonales que supongan una invasión de derechos, pero en ningún caso aquellos actos individuales que no afecten a los demás.

2-. Exacto

3-. Aquí está la gran diferencia entre tu postura y la mía. Si no te he entendido mal, tú piensas que aquellos actos o comportamientos que consideras inmorales, inadecuados, antinaturales......., aunque no violenten derechos de otros y sean consentidos, deberían prohibirse. ¿Te he entendido bien? Fíjate en un detalle importante. Sólo con que no estuvieras de acuerdo en que se prohibieran esos comportamientos, ya estaríamos de acuerdo en el modelo de convivencia. ¿A que es fácil?

Saludos

Anónimo dijo...

Tato,
Parece que nos estamos acercando al "quid".

Primer punto.
Voy a empezar por el final y enlazo con el comienzo (acabo de aprender qué es el razonamiento circular). Yo no quiero imponer mis ideas a los demás por vía de ley ni de manipulación, sino que, como tú, "las expongo y aspiro a que la sociedad evolucione en ese sentido".

Segundo punto.
Ya sé que tú no te planteas un Estado anárquico (yo tampoco), pero me gustaría que me dijeras qué te lleva a pensar que no debería ser así y por qué motivo los hombres nos hemos organizado y creado Estados con sus leyes para regular la convivencia. Porque podría haber sido perfectamente de otro modo, la ley del más fuerte, como entre los animales.

Saludos

Ludwig Constantine dijo...

Espero que esta sea la última vez que tenga que escribir en este tema, aunque me temo que no va a ser así.

Isabel, dices que te falto al respeto por llamarte homófoba y tú me llamas mentiroso. Que conste que no me parece que me estés faltando al respeto, pero me parece curioso esa actitud.

No reconozco el error porque, como ya he explicado, para mí no hay tal. Sigo pensando que la que interpreta las cosas a su manera eres tú.

La homofobia no sólo se expresa mandando a los homosexuales a la cárcel o al paredón. Determinadas conductas y actitudes también lo son.

Por cierto, en tu comentario anterior dices que no sabes por qué me empeño en estar dale que dale con el tema.Eso te lo podría decir yo también. Ya he dejado claro que esto no lleva a ninguna parte y que lo mejor es dejarlo.

Er Tato dijo...

Perfecto Isabel. ¡Entonces estamos de acuerdo!

Si tú no deseas que se castigue a los que deciden suicidarse, a los que deciden ser polígamos, a los adúlteros, al drogadicto que no altera el orden público, al que mantiene relaciones sexuales sin amor, pero consentidas, a los deciden vivir una vida puramente hedonista, al onanista........., sino que sólo aspiras a convencerles de lo erróneo de sus comportamientos a través de la palabra, pues ya estamos de acuerdo ¿no?

Respecto del segundo punto, quedó ya respondido en mi anterior comentario cuando escribí:

"Para aquellos que no ven límite alguno en sus actuaciones, está el Estado y las leyes. Por si no lo recuerdas, en ningún momento he planteado un modelo anárquico menuda contradicción), sino un modelo donde el Estado debe regular las relaciones interpersonales que supongan una invasión de derechos, pero en ningún caso aquellos actos individuales que no afecten a los demás." Por supuesto, parto de la base de que no todas las personas son capaces de respetar, ni de ser tolerantes, ni de ser generosas y por eso es preciso el Estado. Yo soy consciente de que no vivimos en los mundos de "yupi".

¿Hemos acabado ya este debate? Supongo que no ¿verdad?

Saludos

Anónimo dijo...

Ludwig,

No te he llamado mentiroso, te he dicho que no mientas. Esto fue lo que dijiste: "Si comparar a un violador con un bisexual no es homofobia ya me diréis", pero como tú dices, tú tienes razón y yo no. Pues para tí la perra gorda. Si así eres feliz...

Puedes dejar de contestarme en cualquier momento y se acaba el debate. Nadie te obliga, a ver si eres capaz.

Pues hijo, no sé a qué actitudes te refieres. Yo a los homosexuales les trato como a todo el mundo, ni más ni menos. Porque no me parezca bien lo que hacen no quiere decir que les vaya a tratar de otro modo. Entre mis amigos hay cosas que hacen que yo nunca haría y son mis amigos. Ciertamente, no te entiendo.

Es más, generalmente tengo más problemas con los que defienden a los homosexuales que con los homosexuales mismos.

Anónimo dijo...

Tato,

No busco un acuerdo entre tú y yo, sino que me razones y expliques tu postura, si es que la consideras razonable por algo.

Porque si tu postura es razonable es fácil que más gente la adopte, pero si es arbitraria, pues entonces sería como elegir entre un color u otro, que daría lo mismo.

Pero si no me lo quieres explicar, pues bueno, entonces me haces pensar que tienes unas "creencias" que te impiden aceptar los razonamientos de los demás.

Y si estás cansado de este intercambio de ideas, me lo dices y yo lo dejo.

Gracias por tu paciencia y un abrazo.

Ludwig Constantine dijo...

Ya me lo temía...

Te contesto brevemente. Me refiero a pensar que los homosexuales son todos unos pervertidos y que en tu escala están al mismo nivel que los violadores (y que a los que practican el sexo sin amor, que se me olvidaba). Si le dices eso a un homosexual lo mismo hasta se ofende un poco.

Er Tato dijo...

Isabel, si a estas alturas del debate me dices que tengo que razonar y explicar mi postura,
después de diversos artículos en mi blog en los que, directa o indirectamente, he expuesto
mis ideas al respecto y tras los numerosos comentarios a los que he respondido en este mismo
artículo, me dejas completamente hundido en la miseria. Si no he conseguido ya explicarte lo que pienso sobre este asunto, me temo que por mucho que escriba no lo voy a conseguir. Seguramente sea torpeza mía, pero no sé hacerlo mejor.

Sin embargo, tú sí puedes ayudarme a entender tu postura. Bastaría con que respondieras claramente, sin circunloquios, al segundo párrafo de mi anterior comentario, que por cierto, ni has comentado. ¿Eres o no partidaria de que el Estado, con sus leyes, prohíba o penalice el suicidio, la poligamia, el adulterio...en fin, todos aquellos actos individuales que no afecten más que al individuo que las realiza? Y para evitar malentendidos o matices que te impidan definirte, partamos de la base de que el individuo que practicara esos actos estuviera tan en sus cabales como nosotros (si es que lo estamos...). Vamos, que tienen su libre albedrío intacto.

Y no. No estoy cansado de este intercambio de ideas. Tampoco tienes nada que agradecer. Más bien al contrario, pues fui yo quien te invitó a exponer tus ideas y estoy encantado de que lo hagas.

Besos

Anónimo dijo...

Tato,

Te copio las veces que te he respondido a tu pregunta:

1.-“Estoy en casi todo de acuerdo contigo, Tato, excepto en lo de que no se debe reprobar una conducta sexual aceptada por todas las partes.”

Esto lo añado ahora por si hay algún problema con el término que utilicé:
reprobar.
(Del lat. reprobāre).
1. tr. No aprobar, dar por malo.
Sí, doy por malas ciertas conductas, pero esto no implica que las imponga.

2.-“Yo no digo que se persiga la bisexualidad, pero sí me parece una perversión por muchos motivos"

3.-"yo no defiendo que el Estado sea el que imponga unas opiniones”

4.-“El bien no se impone, no se puede obligar a nadie a que sea bueno. El mal tampoco se debe imponer. Lo más que se puede hacer es presentar unas conductas como adecuadas al hombre y otras como dañinas”

5.-“Yo no quiero imponer mis ideas a los demás por vía de ley ni de manipulación, sino que, como tú, "las expongo y aspiro a que la sociedad evolucione en ese sentido"”

Son cinco las veces que te he dicho que no, que no quiero imponer unas conductas a los demás, ni tampoco quiero imponerles que no mientan, ni tampoco que sean honrados, ni puedo, ni quiero ni debo imponer estas conductas. ¿te lo digo en otro idioma?

Sin embargo, vuelve a leer lo que dices antes:
"parto de la base de que no todas las personas son capaces de respetar, ni de ser tolerantes, ni de ser generosas y por eso es preciso el Estado".
Estoy en absoluto desacuerdo. El Estado no está para hacernos generosos ni tolerantes ni para enseñarnos a que nos respetemos. El Estado no es nuestro educador.


Yo he razonado mi postura. Tú no.
Tú sólo dices que a tí te parece bien que cada cual obre como le da la gana mientras no moleste a un tercero y yo te pido que me razones por qué piensas que no debo hacer daño a otro y por qué piensas que puedo hacerme daño a mí mismo.


Yo considero que el hombre tiene una meta, llegar a ser muy humano (el león por más que sea el rey de la selva hará siempre lo que el instinto le marca) y yo pienso que el hombre puede llegar a ser hombre ó alejarse de esta meta. Ahí está su libre albedrío. Y por eso considero importante que el hombre se conozca a sí mismo y sepa a qué está llamado, porque además será el único modo de que sea feliz. Y en el tema de la sexualidad, como ya expliqué, también ha de conocerse y saber que el sexo es algo más grande que un placer pasajero.
Tú sólo dices que tu idea es la mejor y que te gustaría que todos pensáramos como tú. Pues si no lo explicas... mal vamos.

Es decir, razóname por qué no debo hacer daño a otro. Que ley, aparte de una ley humana que hoy dice esto pero mañana podría decir otra cosa, me obliga a mí a comportarme como tú crees que es mejor.

Y como no quieres que te dé las gracias, pues ¡desgracias!.

Anónimo dijo...

Querido Ludwig,

Yo a mis amigos les trato bien. No les digo todo lo que pienso el primer dia. Pero que no te extrañe que en una amistad más profunda, en la que se hablan de temas profundos, les diga lo que me parece y por qué me lo parece. Y probablemente me dirán lo que les parecen mis ideas y por qué. Si hay amistad y, por lo tanto, respeto por ambas partes, no pasa nada.

Mira, yo soy católica y estoy muy acostumbrada a escuchar sobre los católicos que soy retrógrada, homófoba, anclada en el pasado, etc, etc, y no se escuchan ni la mitad de voces que defiendan a los católicos de esos insultos. Es más, el día que escuche a alguien defenderme como católica me pasará como cuando escucho o leo por Internet defensas y alabanzas para las mujeres, que casi siempre les digo, "déjalo, que ya me defiendo yo sola". Y no sé yo si a los homosexuales no les pasará lo mismo.

Y por cierto, es un error meterles a todos los homosexuales en el mismo saco, porque sé que muchos no se identifican en absoluto con el "día del orgullo gay".

Por cierto, no me has comentado nada de estas palabras:
"Por otra parte, veo en internet que cada vez aparecen más grupos de homosexuales que quieren dejar de serlo, incluso métodos para ello, y que se unen y apoyan para hacerlo. Por supuesto muy libremente. Y eso me hace que piense que... hay algo que ellos mismos rechazan dentro de ellos mismos, algo que no les hace felices. Y lo importante en este mundo es que la gente sea feliz.
Así que, si esa es una solución para ellos ¡bienvenida sea!. "

¿Qué opinión te merecen?

Anónimo dijo...

¿os imaginais a Isabel Riñón con poder?
Cielos.

Er Tato dijo...

Desde luego tampoco quisiera imaginarte a ti con poder. Repelús me da suponer lo que harías con las personas que no opinan como tú. Y por cierto, Isabel, con nombre y apellido, ya ha dejado claro que jamás impondría sus opiniones. ¿Y tú?

Saludos, anónimo

Anónimo dijo...

Primero, es imposible, por gigantesca que sea tu intuición, que extraigas tantas y variadas consideraciones de mi simple diatriba.

Segundo, "Er Tato" no me parece nombre y apellidos suficientes que te autorizen a ironizar sobre mi anonimato, absolutamente legítimo.

Tercero, es el mío un sencillo comentario irónico que se podría resolver sin atacarme, simplemente defendiendo a esa señora. Si de ponerse serios se trata, mantengo el tono de mi comentario, es un ser humano digno de respeto, pero tras leer atenta y fascinadamente toda, enterita, vuestra discusión, me ha entrado un poco de miedo de imaginarme una mentalidad tan intransigente, poco fundamentada, antigua, con un cierto poder. En cualquier campo. Era solo un pequeño ejercicio de imaginación, con evidente mala leche, pero mas inocente que tu respuesta, desproporcionada.

Cuarto, me plantéas una pregunta, con evidente anhelo de zaherirme -sin conseguirlo- y te la respondo: No.

Quinto, me gustaría, si volviera a entrar en tu blog, que es evidente que no lo haré (lo podrás comprobar mirando las IPs) que dijeras la causa de tu repelús, qué cosas terroríficas piensas, en base a unas pocas letras, que yo le haría a los que no pensaran como yo.

Francamente, con insultarme directamente habrías quedado mejor. Ese poco fundamentado cabreo sordo te ha quedado desangelado.
Y pensar que eres de Sevilla. Cualquiera lo diría.
Un saludo afectuoso.

Er Tato dijo...

Hola de nuevo, anónimo.

No te alteres, hombre, que no he extraído ni tantas ni tan variadas consideraciones, que sólo ha sido una. Y no, mi intuición no es tan gigantesca. Si, como tú mismo la calificas, lo que has expresado es una simple diatriba, a poco que hayas sido fiel a nuestro espléndido idioma, es obvio que no he andado muy desencaminado.

Segundo, mi identidad en mi propio blog es sólo cosa mía y no creo que eso me desautorice a decir lo que pienso. Tampoco te he impedido yo expresarte como has deseado desde el anonimato, lo que no significa que no pueda ser crítico con tu "diatriba".

Tercero. Como veo que te crees en posesión de la verdad absoluta, vayan por delante mis felicitaciones. También por la mala leche que admites y, no sé muy bien por qué, le asignas también a mi respuesta. En cuanto a las opiniones de Isabel, debo reconocer que tras su declaración expresa de que jamás impondría sus ideas por la fuerza, no me preocupa lo más mínimo que llegase o no a tener poder.

Cuarto. La evidencia de zaherirte está sólo en tu imaginación que, por lo que se puede apreciar, es bastante más calenturienta que la mía.

Quinto. Que entres o no en mi blog es sólo cuestión tuya. Tú sabrás. Ya sabes dónde estoy y, si vuelves, serás bienvenido. Si no vuelves, tampoco se te echará en falta. Por cierto, ni me dedico a comprobar las IP's de los que me visitan, ni serviría de nada que lo hiciera, dado que la mayoría tenemos IP´s dinámicas que impiden identificar los ordenadores que acceden a mi página. Ya ves, no parece que el paranoico sea yo.

Y por último, no es mi estilo insultar ni en el blog ni en mi vida personal. Lo siento. Es posible que eso te hubiera hecho sentir mejor, pero qué le vamos a hacer. Seguramente no soy un contertulio a tu altura.

Un saludo