sábado, 31 de marzo de 2012

De pragmatismos aparentes y otras decadencias

Ya hemos hablado por aquí en más de una ocasión del riesgo moral, un concepto antiguo procedente del mundo de los seguros y aplicable actualmente a muchos supuestos económicos y sociales, valga la redundancia. ¿Es decente en nombre del pragmatismo conceder una amnistía fiscal a los que no han cumplido sus deberes ciudadanos, o permitir que los clubes de fútbol deban más de mil millones de euros al fisco al tiempo que se suben los impuestos a los ciudadanos cumplidores? Visto lo visto, el señor Rajoy piensa que sí.

Decir que es una decisión excepcional que no se va a producir de nuevo, forma parte del abecé de una amnistía fiscal, de su esencia, de su apariencia moral. Puro infantilismo. Un insulto a la inteligencia de algunos ciudadanos. Sobre todo porque ya hubo amnistías fiscales expresas -tácitas ha habido y sigue habiendo algunas más-, en 1.984 y en 1.991, con gobiernos socialistas, los mismos socialistas que ahora, en la oposición, critican ésta. Y porque quienes ahora la defienden, entonces en la oposición, calificaban hace apenas dos años de impresentable, injusta y antisocial una propuesta similar de los socialistas. ¿Alguien da más?

Como ya dijeron hace unos años los que más saben de esto, para reducir el fraude fiscal sólo hay que querer hacerlo. Sin atajos inmorales e indecentes. Aunque nos costara más que lo recaudado, porque la decencia, la justicia, tiene valor aunque no debiera tener precio.


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