Simplemente decepcionante. Resulta que la reducción de la Administración Central apenas alcanza el 10%. Ni a trece mil millones llega el agujerito de más que el Estado Central se ha hecho en el cinturón. Y eso haciendo el truco del almendruco. Porque, a pesar de los bombos y los platillos -hasta una cabra me ha parecido ver-, a poco que se le eche un vistazo a los números termina corriéndosele el rímel a la pantomima.
Habrá que esperar a los detalles, pero vista la cobardía de nuestro gobierno, sólo nos queda que alguien le ponga fecha a nuestra intervención formal, que la material ya se produjo hace algún tiempo. Tras el Consejo de Ministros, uno se ha quedado con la sensación de que iba a salir de un momento a otro nuestro querido amigo a rematar la faena.
Habrá que esperar a los detalles, pero vista la cobardía de nuestro gobierno, sólo nos queda que alguien le ponga fecha a nuestra intervención formal, que la material ya se produjo hace algún tiempo. Tras el Consejo de Ministros, uno se ha quedado con la sensación de que iba a salir de un momento a otro nuestro querido amigo a rematar la faena.
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