jueves, 1 de marzo de 2012

Del lenguaje y otros dulces envoltorios

Desde que el concepto de déficit público se instauró en nuestras vidas -allá por Keynes-, los políticos se han encargado de  hacerlo invisible o, en el peor de los casos, insignificante, inocuo y hasta milagroso. Ayer me decía un amigo que no entendía tanta polémica por el déficit, que tampoco es tan dramático gastar un 8% más de lo que se ingresa. En ese momento me di cuenta de que los políticos lo habían conseguido una vez más. Llevan tanto tiempo expresando la magnitud del déficit en referencia al PIB, que se ha instalado erróneamente en la opinión pública el concepto doméstico, el que maneja cualquier ciudadano en su economía familiar: cuánto se gasta por encima de lo que se ingresa.

A ningún presidente de comunidad de vecinos se le ocurriría medir el déficit de las cuentas comunitarias como un porcentaje del conjunto de los ingresos anuales de los vecinos del bloque. A estas alturas ya resultará evidente que no es lo mismo decir que el déficit de 2011 fue del 8,5% del PIB, que decir que fue del 20% de lo que se ingresó, o sea, que el año pasado gastamos 120 euros por cada 100 euros que ingresamos. Ya ven, no hay nada como encontrar un hermoso denominador sobre el que cabalgue cómodamente el numerador para que se produzca la magia.

Ahora anda diciendo Rajoy que el objetivo de déficit del 4,4% del PIB no es razonable. Vamos, que piensa que es muy sacrificado aspirar a un déficit del 10% de los ingresos, gastarse 110 euros por cada 100 euros ingresados. A mí me sigue pareciendo que aspirar a un ahorro del 10% de los gastos es, no sólo posible, sino poco ambicioso vistas las ineficiencias y el derroche de nuestro sector público.


3 comentarios:

José Miguel Ridao dijo...

Tienes razón en el enmascaramiento, y con la deuda es al revés: acojona saber que debemos el 60%, también referenciado al PIB, pero eso la gente no lo valora. Las familias deben el 115% de su renta, y nadie dice nada del endeudamiento privado. Bueno, a lo que IVA: lo que dice Rajoy no es descabellado: no parece razonable un déficit del 4,4% con la que está cayendo, es mucha tela. Se intentará, ahí está Guindos de la Calzada. Yo apuesto por el 6%, y ya nos vale.

Abrazos endeudados hasta las cejas.

Er Tato dijo...

Por una vez estamos de acuerdo. No parece razonable un déficit del 4,4%... parece excesivo. ;-P

¿De verdad piensas que no es posible ahorrar un 10% de los gastos del conjunto de las Administraciones Públicas sin que peligren los pilares del Estado del Bienestar? A mí me parece tan obvia la respuesta, que está empezando a preocuparme ser el único que piensa y dice estas cosas. A lo mejor tengo que hacérmelo mirar...

Abrazos incomprendidos

P.S.: Cuando hablas del endeudamiento de las familias en contraposición con el sector público, has comparado ratios heterogéneas. En términos relativos, el 115% de la renta -de los ingresos-, de las familias, es una magnitud menor que el 60% del PIB. Si los ingresos públicos son más o menos el 40% del PIB, el 60% de deuda sobre el PIB representa el 150% de los ingresos públicos. ¿Ves como seguimos enmascarando las cifras? ;-P

José Miguel Ridao dijo...

No es que no sea posible, sino que no lo veo muy prudente, que digamos. A medio y largo plazo es una medida necesaria, pero a corto va a destruir empleo, y a ver quién se levanta luego.

Con lo del endeudamiento familiar me has desmontado mi aparato de propaganda. Va a resultar que somos mejores administradores de nuestro presupuesto que el Estado. Claro, como ellos tiran con pólvora ajena...

Un abrazo, a pesar del Gobierno.